Aqua Curatio

Cap. 2

En la fría isla llamada Dagbjört, ubicada al norte del continente y formada por diversos volcanes, donde el bosque, constituido por árboles muy bajos, refugiaba a los pocos animales que quedaban en el lugar. Parecería un lugar con encanto, sin embargo, la pequeña tribu que vivía separada de la vida salvaje y del pequeño paraíso floral tenía un misterioso caso de desapariciones; tras el escás de alimento y peleas entre los habitantes las mujeres comenzaron a desaparecer durante un tiempo hasta que una de ellas apareció días después malherida.

Para fortuna de aquella chica la tribu se reunía esa noche para tratar el tema, una vez más buscando soluciones que parecían ser más irracionales conforme el tiempo pasaba.

-Quizá podemos encerrar a cada sospechoso, así en algún momento dejarán de desaparecer y sabremos que tenemos al culpable encerrado- dijo una persona de gran tamaño, robusto y barbón.

-No crees que eso alertaría a quien lo esté haciendo, si es que está en esta reunión...- le respondió una de las mujeres guerreras que quedaba.

-Cuida las palabras que salen de tu boca, estás siendo muy sospechosa en cuanto al tema- Una persona bajita la interrumpió.

-Pero qué dices mujer, solo comentamos como cada noche soluciones a este maldito problema- Un señor pelirrojo barrigón hablaba -Estoy furioso de que siempre digan tonterías como esas, Drassir debió actuar hace ya tiempo, pero no ha hecho más que decir pura palabrería, necesitamos pruebas... quizá, quizá mi hija sigue viva ahí afuera esperando que hagamos algo- después de unos segundos rompió a llorar.

Lo miraron con lástima, su hija fue de las primeras chicas desaparecidas, todos sabían que lo más probable es que estuviera muerta a esas alturas.

-Tienes razón, pero quizá no encuentre pistas de quien fue porque es alguien de la aldea- insistió la guerrera- solo han desaparecido mujeres y casi todas guerreras, eso es muy extraño debió ser un hombre quien lo hizo. -

Se miraron unos a otros, sospechando de cada movimiento que hacían. La lluvia cayó sobre sus chozas y el repiqueteo de esta sonaba en lo más profundo de sus mentes.

-No podemos desconfiar unos de otros...-Comenzó a decir la persona bajita antes de que la interrumpiera el sonido de las pisadas sobre los charcos.

Una chica desaliñada cayó de bruces frente a ellos, agitada y con las manos ensangrentadas comenzó a balbucear frases que los aldeanos no lograban entender, todos la observaban, mientras otros más murmuran.

- ¿Es que no lo entienden? - logró decir bien una vez recuperado su aliento y poniéndose de pie –La persona que ha estado matándonos es Drassir, me capturó y él –intentó contener las lágrimas, pero no fue posible- ¡¡CASI ME MATA!! QUE NO LO ENTIENDEN- gritó esta vez esperando que reaccionaran, pero todos se mantuvieron quietos observándola, poco a poco las caras de algunos se fueron transformando en horror, pero no la miraban a ella, se giró tan deprisa que apenas pudo sentir el golpe en su rostro, cayó al suelo una vez más, pero esta vez sangrando de la nariz.

- ¡Querían respuestas y aquí está!! –Drassir sujetaba su costado izquierdo con fuerza y miraba con desprecio a la chica – ¡Te descubrí, he intentas hacerles creer que fui yo quien hizo esas atrocidades! – Le escupió- ¡Me das asco!

Javi se limpió el rostro.

- ¿Qué? Él fue quien me secuestro, a mí a todas- observó atónita a la multitud que miraba la herida de su líder sin siquiera escucharla, un niño se acercó a ella y acto seguido le propinó una patada en su brazo dejándola con la boca abierta, se giró sólo para encontrarse con ojos enfurecidos, volvió a mirar a Drassir quien mostraba una mueca en el rostro de satisfacción.