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Desperté adolorida, abrí mis ojos lento acostumbrándome a la luz. Vi la sombra de alguien cerca de mi.
-Seb?- dije con la garganta seca, comencé a ver todo mas claro, había cuatro luces en el techo, comencé a ver a mi alrededor, cerca de mi cabeza en mi lado izquierdo había una maquina con muchas luces y emitiendo un sonido extraño.
Al lado derecho tan solo había una bolsa con algo claro en ella que bajaba en una manguera pequeña y llegaba hasta mi brazo.
Volte a ver la persona que se encontraba cerca de mi, se acerco a mi y acomodo algo que estaba dentro de mi nariz.
-No, soy Amilia, soy tu enfermera- dijo con una linda sonrisa.
-Que hago aquí?- dije confundida aun abriendo mis ojos lento.
-Gustarías algo de tomar? O comer?- dijo cambiando su cara al escuchar mi pregunta.
-Algo de agua- dije e intente moverme un poco, sentí un dolor en mi entrepierna y vientre que me hizo volver a mi lugar.
-No te muevas, ahora traigo tu vaso de agua eh informo a tu novio que despertaste- dijo alejándose.

Que hacia hay? Por que mi cuerpo dolía tanto?... Cuando Seb venga seguro me lo dirá. Dije, comenzaron a llegar imágenes a mi cabeza, abrí mis ojos muy grandes recordando todo... Quite rápido la cobija que cubria de mi pecho a pies. Me senté aunque doliera
Levante el "vestido" azul que cubría mi cuerpo. Al estirar mi mano me percate de un gran moretón que rodeaba mi muñeca, levante el otro brazo y vi lo mismo... Respire profundo y le heche un vistazo a mi entrepierna que se encontraba descubierta, tan solo pude verla una sola vez antes de soltarme a llorar, mis muslos estaban llenos de moretones verdes y negros, mi zona estaba irritada y muy roja, me solté en lágrimas recostándome de golpe, Seb entro de prisa a la habitación, puse mi mano izquierda sobre mi cara para que no me viera llorar, aunque por mi respiración se daría cuenta...
Tan solo se detuvo al verme descubierta y viendo con dolor a mi entrepierna... Agacho la cabeza y la giro a su lado derecho. Limpio sus ojos y camino hasta mi, puso la "falda" de esa cosa azul que me cubría, la puso de vuelta a su lugar y puso la cobija sobre mi sin decir ni una palabra.
-Cuando volveremos a casa?- dije seca...
-En cinco días, bueno el vuelo esta planeado para ese día pero no se cuanto tomaran y tu en el hospital..- dijo y sentí su mano sobre mi mano derecha. La deslize sacandola de su mano.-Perdon- dijo y las metió a la bolsa frontal de sus vaqueros.
Se podía sentir el dolor en su voz...
-Prepararlo para mañana- dije quitando mi mano y limpiando las lágrimas que recorrían mi mejilla, gire la mirada hacia mi lado izquierdo... No podía verlo así...
-Esperare para ver que dicen los doctores- dijo firme pero su voz profunda desaparecía.
-Nos iremos mañana, vuelve a casa, has las maletas y nos largaremos de aquí, y si no quieres me voy sola- dije seca... Finjiendo que no me pasaba nada mientras me quebraba por dentro, recordando esa maldita imagen de ese hijo de puta sobre mi.
-Esta bien- dijo caminando a la puerta-Te amo- dijo y su voz se quebró por completo, salió de la recamara y yo tan solo seguí llorando como una maldita niña.
La enfermera llego con el vaso de agua, y tan solo lo puso a mi lado izquierdo sobre una pequeña mesa.
Se espero hasta que lo termine y salio.
Ahí me encontraba yo, sola pensando que hacer, cada vez que quería moverme todo dentro de mi dolía.
Me preguntaba por que me había pasado esto, por que me lo habían hecho a mi...
Algo estaba claro... Volvería a mi casa y ya nada sera igual...
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Sebastian.
Caminaba por el pasillo llorando sin parar... La forma en la que la habían dejado, todo ese daño... Y esa voz tan seca de ella hacia mi... Era entendible, como también me hacia sentirme aun mas culpable. Tan solo me recargue en la pared a llorar a un mas.
-Señor Roshbert- dijo un señor alto frente a mi.
-Diga- dije secando mis lágrimas.
-No se lo que se siente, pero siento mucho lo que le paso a su novia y bebe, si de algo sirve- dijo poniendo su mano sobre mi hombro.
-Espere que?- dije sorprendido al escuchar bebe.
-Que?- dijo algo confundido.
-Dijo bebe- dije agitando mi cabeza.
-Si, lo dije, pero que pasa? Pensé que ya le habían informado- dijo bajando su mano de mi hombro.
-Decirme que?- dije casi a gritos tomándolo de los hombros y agitándolo un poco.
-Tuvimos que quitarle al bebe, murio dentro y tenia mucho tiempo ahí... Podría haberle causado algo grave a ella, aun no sabemos que tantos daños hubo en su matriz pero tal vez no pueda tener hijos en algún futuro..- dijo sin ninguna reacción...-Estaba pequeño, tenia menos de un mes... Lo siento mucho- dijo y se alejo.
-Un bebe...- dije en voz baja desplomandome sobre el piso.
Había un bebe, un bebe de los dos... Por que... Que hemos hecho, que hizo ella para que le pase esto. Enamorarse de mi, estar conmigo, si no hubiéramos venido aquí no le hubiera pasado, ella no quería venir y yo la obligue... La deje sola... Le prometí no hacerle daño y lo e hecho.
Me levante y fui en busca del doctor, diríamos que nos iríamos tan solo de vuelta a casa para otro hospital.
Tan solo dijo que ella estaría bien para el día de mañana, necesitaría cuidados y no hacer muchas cosas, contrataría una enfermera para ella cuando lleguemos a casa.
Volvi a su recamara... Ella debía saber sobre nuestro hijo... Sobre lo que había pasado.
-Vete, no quiero ver a nadie- dijo en cuanto abrí la puerta.
-Aunque no quieras, debo decirte algo- dije y me senté sobre su cama, cerca de sus pies...
-Que?- decía seca y eso dolía tanto.
-Tuvieron que sacar el bebe, había muerto dentro, no hay muchas posibilidades de que vuelvas a quedar embarazada...- dije y al decir bebe pude notar como su cara cambio y yo tan solo mantuve las lágrimas dentro.
Me vio sorprendida y al igual comenzó a llorar.
-Estaba embarazada...- dijo bajo.
-Tenias un mes, y nos iremos mañana por la noche- dije mostrándome lo mas fuerte frente a la situación.
-Esta bien, vuelve a la casa y has las maletas, tan solo junta todo... Vale?- decía fuerte, pero los dos bien sabemos que ningún de los dos lo estaba.
Moría por abrazarla, darle un beso y decirle que todo estaría bien, pero, realmente lo estaría?
-Vale... Te puedo abrazar?- dije arriesgandome a ser rechazado nuevamente.
-Tan solo, vuelve a casa- dijo y sus ojos se volvían a llenar de lágrimas.
Me levante y camine a la puerta. Pare al escuchar sus sollozos.
Volví sin pensarlo, acomode un poco su cabello y bese su frente suavemente... Mis lágrimas calleron sobre su cabeza.
-Seb- dijo con su voz quebrada.
-Si...- dije limpiando mis lagrimas y mirando esos hermosos ojos rojos.
-Lo siento...- dijo soltándose a llorar y poniendo su mano izquierda sobre sus ojos.
-Porque?- dije confundido.
-No podemos andar...- dijo y con esas palabras me derrumbo por completo.
-No me hagas esto... Te amo, por favor no dejes que esto nos separe- dije intentando ver sus ojos, pero ella no quería quitar su mano.
-Para que me quieres? Ya no sirvo para nada y no creo que vayas a querer andar con alguien que se ve asi- dijo y jalo la cobija con la bata, dejando al descubierto sus partes.
-Te amo...- dije recargando los brazos en la camilla, deslice mis manos dentro de mi cabello y hay las deje mientras lloraba.-Perdón por haberte dejado sola- dije lleno de dolor, me levante y salí de la habitación.
Maneje hasta la casa, casi choque con un auto pero ni me importo, llegue a casa y me puse a juntar todo, al llegar entre a la cocina por un vaso de agua, vi la bolsa del anillo, nisiquiera recordaba que lo había dejado hay desde ayer, llamaron del restaurante a la casa por la noche de ayer para saber si si iríamos, dejaron el buzón de voz igual diciendo el día de hoy que no devolverían el dinero ya que las cosas estaban compradas.
Eso me dio igual... Tome el anillo y fui hasta la sala, me senté hay viéndolo... Ayer estaba tan emocionado por preguntarle... Pero si no hubiera salido no le hubiera pasado nada a ella...
Tan solo deje la caja con el anillo sobre la mesa de centro y fui a hacer las maletas. Dure almenos dos horas haciendo la de ella, oliendo su olor, su perfume sobre la ropa. Abrí el compartimiento donde tenia su ropa interior, tenia algunos trajes rojos que se veían sexis en ella... Tan solo heche todo dentro de ella sin importar si estaba sucia o limpia. Me tire sobre su lado de la cama, tome su almohada y comencé a llorar... Ahí había acabado todo... Ella había terminado conmigo, y yo había arruinado su vida por completo... Nunca debí enamorarme de ella...
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Al verlo salir de la habitación, sentía como todo mi mundo terminaba por destrozarse... Lo amaba con todo mi ser, y saber que tendría un hijo de el... Realmente me mato... Tan solo quería estar de vuelta a casa y tratar de olvidar todo lo que me había pasado.
No podía parar de llorar, esos malditos acabaron con mi vida... Con todo lo bueno que tenia.
Volveríamos a casa mañana por la noche, me dolía todo cuando intentaba moverme.
Aun así decidí levantarme de la cama, ya no me importaba estar bien, movi mi pie derecho hasta que salio de la camilla, el izquierdo fue tras el, y me levante lentamente sentándome sobre la orilla de la camilla, toque el piso y baje, eso realmente dolía pero no quería que Seb me mirara débil, ni mucho menos pedirle ayuda después de haber terminado con el hombre mas maravilloso del mundo.
Camine un poco sosteniéndose de sujetador de suero.
Y volví a la cama lento, me acosté y trate de dormir ya que no quería seguir pensando... Aun así pensaba y soñé cosas raras, despertaba cada cinco minutos por que sentía la presencia de alguien en la habitación y moría de miedo. Se llego la noche y lo sabia ya que la enfermera me había traído mi cena, me ayudo a caminar un poco y a acomodarme para dormir un poco cómoda. Y tan solo caí a dormir, esperando por fin largarme de ese lugar.
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Dormir sin sus pequeños ronquidos a media noche, o su cabellera hermosa sobre mi cara, sin su cabeza acorrucada en mi pecho... Era tan doloroso. Pero si ella ya no me quería mas me arriesgaría a dejarla sola y a morir por dentro sin ella.
No volví al hospital, ya que en verdad quería besarla y estar con ella. Pero ella necesitaba tiempo.
Dormí solo, abrazando su almohada la cual contenía su aroma tan rico.
Mañana me encargare de tirar la cama en donde le hicieron tanto daño.
Entre lágrimas quede dormido pensando en que seria de nosotros.

Besos A La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora