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Mi padre se le veía nervioso, era la primera vez que se hablaría con mi madre después de tanto tiempo, conocería a Seb y lo obligaría a quedarse para mi boda. Todo el camino de regreso hablamos, cantamos, era tan divertido pasarla así con él.
-Y dime, ese chico Sebastian te trata bien?- dijo en un momento de silencio que tuvimos.
-Pues claro que si Pa, si no no me casaría con el- dije riendo.
-Y no han tenido nada de nada cierto?, hasta que se casen- dijo seguro de si mismo.
-Yo solo cambie totalmente mi expresión y el sólo me dirigió la mirada preocupado.
-En verdad quieres saber?- dije riendo con pena.
-Por favor no me digas que si... Hija pero que esta mal contigo...- se le veía molesto, pero tenia razones.
-Ya lo se papa pero pues tan solo paso...- dije riendo encojiendome de hombros.
-Entiendo eso... Pero pues al menos paso ya cuando llevaban tiempo- al escuchar eso yo solo Sonreí con descaro.
-Caitlin pero como te ah educado tu madre por dios!- golpeo el volante molesto
-No culpes a mama, sabes bien que ella no es así, tan solo paso pa y pues no lo pude controlar sabes?- toque su hombro para que se relajara.
-Ay Cate... Pero esta bien, entiendo... algún día hace muchos años igual yo fui joven y pues también me deje llevar pero de hay naciste tu... Pero al menos ya teníamos dos años de novios, tu madre y yo.- respiro profundo y vio al GPS ya faltaba poco para llegar. -Ese Sebastian se las va a ver conmigo, como se atreve, pudo dejarte embarazada y que iban a hacer...-
-Por poco eres abuelo...- le solté de golpe.
-Juegas no?- mi miro sorprendido..
-tranquilo... No se logro.- íbamos entrando a la cuidad donde vivía y ya comenzaba a reconocer las calles.
-Como que no se logro?- dijo, su cara de preocupación cada vez era peor.
-Larga historia pa- dije sonriendo y le acaricie la mejilla.
-Ay no se que voy a hacer contigo- sonrió.
-Quedarte para mi boda- Sonreí y comenzamos a acercarnos mas a casa.
Unas cuadras mas y llegaríamos,
-Lo haré tranquila- Sonrió y apretó mi mano.
la casa se alcanzaba a ver, el coche de Seb estaba parqueado atras del de mi madre.
Nos fuimos deteniendo lento y nos metimos lento a el patio de mi casa.
Apago la camioneta y yo abrí la puerta, al mismo tiempo que intentaba salir, Seb de inmediato abrió la puerta de la casa y salio corriendo a abrazarme.
Sin decir ni una palabra tan solo me beso una vez tras otra... Y mi padre tan sólo nos veía. Me rodeo con sus manos mi cintura y bajo hasta mis caderas. Me envolví en su cuello y tan sólo profundise el beso.
-Coff Coff!! Mas valen que paren ahora- dijo mi padre riendo un poco
-Mucho gusto en conocerlo señor, soy Sebastian- extendió su mano por dentro del auto y se saludaron mientras le limpiaba la boca a Seb.
-Frausto, mucho gusto-
-Vamos Pa- dije y cerré la puerta. Bajo de la camioneta y bajo mi maleta y la suya, Seb tomo la mia y mi padre camino despacio detrás se nosotros mientras entrábamos a la casa.
en cuanto cruzamos la puerta mi madre corrió a abrazarme.
Se detuvo un momento y tan solo me soltó.
-Por que el vino aqui?- dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Ma, tienen que hablar- ella comenzó a llorar caminando hacia atrás hasta chocar con la pared.
-No quiero hablar con el- decía agitada y molesta.
-Tenemos que hablar, quieras o no- dijo mi padre y camino hacia delante de nosotros con la voz temblando.
-Sobre que? Dime... Tantos años y hasta ahora se te ocurre volver- Seb tomo mi mano y me junto a el.
-Vamonos- dijo susurrando en mi oído.
-No puedo...- dije con miedo a dejarlos solos y que no se arreglaran las cosas.
-Ellos saben lo que hacen, y tu padre suena igual de terco que tu- sonrió y me jalo a la puerta.
-Mas les vale que cuando vuelva de donde Seb se hayan arreglado, padre tu te quedas en mi recamara tranquilo.- Sonreí y cerré la puerta.
Mi madre se veía desesperada pero pues tenían que arreglarse.
Salimos de casa y me camino hasta su auto.
-No me vuelvas a hacer esto- me puso contra el auto y me beso.
-Perdon- dije al terminar de besarlo.
-Tan solo no lo vuelvas a hacer- sonrió y beso mi frente al ver que yo baje la mirada.
-Vamos a casa- me soltó y subimos al auto, salimos de mi casa, y comenzó a manejar hasta la suya.
Llegamos unos minutos despues, en cuanto entramos a su casa su madre corrió a abrazarme, había cientos de regalos en el piso. Todos forrados de blanco.
-Pensé que debía devolver todos los regalos- dijo sonriendo y me soltó y camino a la sala.
-Nos han mandado todo esto?- dije tratando de contarlos.
-mi familia es algo escandalosa y generosa, algunos creyeron que un regalo no era suficiente.- sonrió y tomo mi mano. Me llevo hasta su recamara eh igual tenia regalos, había este regalo en especial en su cama. Una caja pequeña tan solo negra entre todas las blancas.
Me abrazo por la espalda y tan solo se recargo en mi hombro...
-tomalo- dijo y beso mi cuello.
-Sabes que no me gustan los regalos- dije entristecida ya que el siempre recordaba fechas importantes
-Anda, sabes que me vale si te gustan o no, tomalo- me empujo suave para enfrente para estar aun mas cerca y lo tome. Lo abrí de inmediato y había dos pulceras. Una negra y una blanca. La negra decía, "De el" y la blanca decía "De ella"y juntando los dos colguijes se formaba un corazón.
-Amo que seas tan detallista- me pare de puntas y lo bese rápido.
-Y yo te amo y por eso soy detallista- tomo la pulcera y me la coloco en la muñeca y el puso la suya. -Feliz cumpleaños preciosa-
-Perdón por haberte abandonado- dije tomando su mano... Era tan malo sentirme así cuando el hacia de lo mas sencillo un detalle hermoso.
-Tranquila... Vi las pruebas de embarazo y tu madre me contó lo que paso... No te perturbes con esto- se aventó sobre la cama quitando los regalos al lado.
-Tan solo quería que esto fuera posible... pero pues no puedo....- el extendió sus manos para que yo me fuera sobre el y abrazarme, pero no lo hice. Tan solo me quede ahí parada...
-Cate... tranquila, aun somos jóvenes. No te di una fecha para que me embarazes y te lastimas a ti sola con todo esto.- se estiro y me tomo del brazo jalandome hacia el. Puso mi brazo por su cuello. -Sabes que te amo demasiado y haría todo por tenerte feliz... Podemos hasta adoptar si tu gustas, podemos igual ir al medico para que te pongan el esperma mio con tu óvulo y eso siempre funciona- se le veía tan lindo preocupándose tanto...
-Mejor ponmelo tu- dije sonriendo y me senté sobre sus piernas.
-Cate tomate esto encerio- dijo riendo algo nervioso.
-Me lo tomo encerio, tan solo tenemos que seguir intentando, además no te gustaría hacerlo como fiesta de despedida de soltera y festejar mi cumpleaños de una manera especial?- el tan solo cambio su cara de niño bueno.
-Sabes que cuando tu quieras hacerlo siempre estaré dispuesto- sonrió y me tomo del culo para acercarme mas a sus caderas.
-Te amo...- acomode un poco su pelo mientras me abrazaba de su cuello mirándolo directo a los ojos.
-Yo te amo como no te imaginas- entrelazo sus dedos en mi espalda baja.
-Quisieras hacerlo algo salvaje?- dije con algo de pena pero lo bese antes de que respondiera, jalando su labio hasta el máximo.
-Estas segura?- dijo mirándome algo confuso.
-Tan sólo hay que hacerlo, muero por que me lo hagas- comence a mover mis caderas sobre las suyas.
sonrió pícaro. Y quito mi blusa rápido, al igual el bra salio volando. Paso su lengua despacio por mis pechos hasta mi cuello, se detenía y succionaba con fuerza algo que me ponía tanto. Deslizo su mano dentro de mis pantalones y comenzó a recorrer toda mi feminidad con sus dedos.
Me giro tirándome fuerte sobre la cama, me levante de prisa y le ayude quitándose la camisa, comencé a desabrochar sus pantalones. Y comenzó a bajarlos, los quito quedándose con calcetas y calzoncillos. Lo bese con fuerza y me subí de un salto a sus caderas.
-Seb están ahí?- dijo su madre tocando tras la puerta. Paramos de besarnos y me bajo soltando mis piernas.
-Que pasa Mama?- dijo molesto poniendo sus ojos en blanco.
-Necesito ponerme de acuerdo con Cate para algunos adornos- dijo y movió la cerradura.
-Esta bien- comenzó a vestirse y yo igual, los dos estábamos molestos... Yo lo quería hacer con el y odio que no nos dejen.
-Voy señora, deme un minuto- puse mi blusa y me fije si toda mi ropa se veía en orden.
-Ahora vuelvo- Lamí su cuello y lo succione casi para llegar a su mandíbula.
-Mejor no vayas- dijo respirando agitado mientras yo succionaba.
-Ahora vuelvo, si se baja, lo hago que se suba- toque su paquete sobre sus pantalones y el solo me tomo de la mejilla y me pego a sus labios.
-No te tardes- abrió la puerta y me dejo salir.
-Pensé que no saldrias- dijo su madre a mitad de las escaleras, bajando despacio.
-Solo tarde un poco- Sonreí y la alcancé corriendo.
-La verdad tan solo quería hablar sobre algo- dijo cuando íbamos entrando a la sala.
-Sobre que?- dije confundida.
-No hagas sufrir a Sebastian- cuando me dijo eso tan solo sentí dolor en el pecho.
-Trato de no... - en verdad trataba pero siempre tenia ese sentimiento... De que el aveces no me quería.
-El realmente te ama... Le haces daño a el, yo te lo haré a ti. Ya lo eh visto llorar demasiado.- se le veía seria... Mi suegra comenzaba a odiarme...
-Se que me ama... Haré lo posible para que todo esto sea un sueño hecho realidad para todos- Sonreí
-Eres una buena chica, por eso me agradas, y haces muy feliz a Seb... Aun no creo que mi niño se vaya a casar- dijo sonando a que iba a llorar en minutos. se sentó en el sofá y extendió su mano en muestra de que yo igual lo tomara. me senté frente a ella y ella tan solo saco algo de la bolsa del pantalón. Una pequeña caja color verde oliva.
-Sebastian me dijo que era tu cumpleaños... Creí que debía esperar hasta que se casaran pero ya que es lo mismo... Prefiero dártelo ahora- Abrió lento la caja dejandose ver un hermoso anillo dorado con una piedra roja brillante.
-No señora... No puedo ya con tanto regalo, ya suficiente me da con aceptarme.. Y dejarme estar con Seb.- me recargue en el sofá y tan sólo negaba rápido con la cabeza.
-Tomalo. Yo amaba ponérmelo, pero en mis dedos ya no se ve igual que cuando yo era joven, Sebastian jugaba demasiado con el, - lo saco de la caja y tan solo se acercó a mi. tomo mi mano y lo puso entre mi palma, lo envolvió en los dedos y volvió al sofá.
-gracias...- dije viéndolo lento, era tan precioso.
-No debes darlas, dime, ya te mediste el vestido?- volte a verla algo con miedo.
-Aun no- dije, y ella solo se levanto y extendió su mano hacia mi.
-Pues vamos a verlo y que le hagan los últimos toques- me levante y la seguí. Subimos hasta la recamara donde se encontraba durmiendo su padre  anteriormente. Ay había mas regalos y ahí el gran vestido, colocado en el maniquí, se veía tan hermoso, me lo había probado pero ya desde que comenzamos a planearla y ya.

Besos A La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora