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El parto está programado dentro de dos días. Para parto natural. No sabía si estar emocionada por qué ya la tendría entre mis manos o asustada por qué ya eh estado teniendo algunos dolores, pero el doctor no me ah dicho nada, no son fuertes pero aún así no sé si sean normales.
En la cita que tuvimos con el doctor hace un par de días el hablo con Seb por un momento, y después de eso pareciera que le hubieran lavado el cerebro a Seb. Estaba callado, pensativo, no hablaba para nada y tan solo me dejo en su casa, me subió a la recámara y se salió después de darme un beso algo seco, no sabía si preocuparme o tan solo pensar en que igual estaba igual o más nervioso que yo.
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Seb
-No han pensado en la posibilidad de tener cesárea?- dijo pero por el tono en que lo decía daba miedo...
-No, ella quiere que sea natural, por qué lo pregunta?- no estaba seguro de querer saber.
-Por que ella tal vez tenga problemas para el parto. Claro que siempre y cuando lo necesite nosotros lo podemos hacer-
-Entonces que recomienda?- ella se paraba y terminaba de limpiar su estómago del gel que el doctor le había puesto.
-Que lo pienses... al menos piénsalo un poco, por el bien de ella y la bebe- termino de hablar y yo ya sentía una gran presión en el pecho.
-Es más segura la cesárea?- aunque ella no quisiera tengo que ver por el bien de las dos.
-Pues yo la recomiendo más pero igual depende de muchas cosas-
-Lo pensare y ya yo le aviso cuando sepa que hacer- "Seb? Ayúdame si?" Escuche de esa hermosa voz de la que me enamore. Camine hasta ella y la ayude a subir a la silla de ruedas.
-Vamonos mi vida- dijo y yo no sabía cómo responder a eso... estaba noqueado, nervioso sin saber que hacer. Salimos de ahí en el auto y podía ver su cara de emoción al ver las ultimas fotos de nuestra bebe.
No sabía que hacer pero no la mortificaría con esto y mucho menos ahora.
Creo que le tomare la palabra al doctor... quiero lo mejor para las dos.
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Mi suegra comió conmigo en la recámara y platicamos y reímos mucho, en definitiva la había extrañado y verla ser tan feliz, tan solo esto será inolvidable.
Vimos una película, comimos palomitas y jugo de naranja para ella y de manzana para mi.
-Como le llamaran a la bebe?- dijo mi suegra rompiendo el silencio.
-yo quería que se llamara Lila pero a Seb no le agradó mucho así que el sigue pensando en el nombre que el quiere para ella.-Metí palomitas a mi boca de a montón.
-Avísenme para mandar hacerle su nombre de madera blanca para la recámara-
-Ay suegra va a tenerla muy mimada- dije riendo y trague las palomitas.
-Lo será- dijo a risas. Me alegro tanto que hasta mi suegra me trate bien. Si no mal recuerdo mi madre no se llevaba bien con mi abuela por eso nunca la conocí. -Me alegro tanto de que Seb se haya casado contigo- al decir eso tan solo se me iluminó la cara.
-Gracias a ustedes por aguantarme- me abrazo fuerte ya hasta a sus brazos quebra espaldas extrañaba.

Seb volvió tarde, más tarde de lo pensado. Tan solo llego y se metió a la cama, con todo y la ropa que tenía puesta. El nunca hacia eso.
-Que pasa amor?- dije moviéndome hacia su lado.
-Nada, estoy cansado- dijo seco y levantó un poco la voz.
-Dime que pasa- se que eso en el no era normal. Yo lo sabía.
-Prefieres cesárea o natural?- dijo de golpe.
-Natural ya habíamos decidido eso- dije segura y me le encime un poco.
-Deberíamos de optar más por la cesárea no quiero arriesgarme a nada- dijo y su voz fuerte temblaba.
-En caso de que lo necesite, haremos cesárea. Está bien?- el suspiraba fuerte, estaba demasiado preocupado y eso era obvio.
-Es que no se...- su voz temblaba aún más.- No quiero perderlas... en verdad no podría- comenzó a llorar un poco y tan solo se tapo la cara para que no lo viera...
-No lo harás. Tan solo tranquilízate amor- lo abrace como pude.
-Es que no se... se acerca todo esto y no se que siento pero estoy demasiado preocupado...- yo se lo podía notar. Me dolía verlo así... pero pues ni yo estaba preocupada.
-Deja de pensar y disfruta-
-Eso quiero pero no se... debo de relajarme.- respiró profundo y me sonrió. -mejor dime.. como te sientes?-
-No me ves? Estoy muy bien- dije riendo
-De verte si te veo y te ves muy bien- dijo pícaro, mi chico volvía a ser el mismo.
-Ya vas a empezar- dije riendo y me puse boca arriba.
-Es que no se eres irresistible. Será normal que a pesar de estas más ancha te me hagas aún más buena?- yo comencé a reírme y el se me encimo. -Me muero por volverte a hacer mía- me besó y era hermoso.
-Ya falta más poco- no quería dejar de besarlo lo atraje a mi y volví a besarlo.
-Sabes? Quiero volverte a comer- susurró en mi oído engrosando más su voz. Con eso y solo eso me hacía empaparme.
-No creo que pase nada si lo haces... además ya pasó mucho de la caída... y la bebe ya está por nacer- decía entre besos.
-Ya entrado si te penetrare y sabes que no me controlo.-
-Yo te detengo- estaba ansiosa por qué me volviera a hacer suya pero cuando el decía que no a pesar de que yo lo dejara ya era verdad que no quería.
-Prefiero no arriesgarme- me besó y sonrío, se salió de la cama y se desvistió.
Yo solo me giré para disfrutar de todo lo que veía. Preguntándome cómo el a pesar de estar bueno me escogió a mi siendo tan insignificante.
Entro a la cama y me envolvió rápido en sus brazos. Aunque la panza si nos estorbaba pero era hermoso.
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Faltaba tan solo unas horas para que se hiciera de mañana e ir a tener a mi bebe. Seb estaba dormido, pero yo no podía dormir, cada vez que dormía soñaba algo feo o que mi niña no nacía y no lo sé quería dejar de pensar en tanto y poder dormir.
Intenté dormir unas veces más pero en definitiva no podía. Me levante de la cama y comencé a caminar lento, ya había sido mucho estar acostada. Y tan solo me recargué en la ventana de su casa. A esperar el amanecer.
-Que pasa Cate?- dijo Seb aún con los ojos algo cerrados.
-No puedo dormir- dije sonando como un suspiro.
-Ven aquí- dijo abriendo los brazos.
-Seb...- dije caminando hacia el.
-Dime- levantó las cobijas para que me metiera.
-Si tuvieras que escoger entre yo y la bebe, que escogerías?- sabía que era la segunda vez que se lo preguntaba pero necesitaba saberlo.
-Haría lo posible por las dos- dijo y me abrazo aún con los ojos algo cerrados.
-Respóndeme- insistí
-Ya te lo había dicho- me cobijo-Te escogería a ti, amo a mi bebe y que eso quede claro, pero sin ti yo no sería nada- su voz modorra sonaba tan linda.
-Por favor dime que la escogerás a ella en caso de que algo pase-
El abrió los ojos y aclaró su garganta.
-Cate deja de pensar en eso si?- su voz se escuchaba molesta.
-No puedo, tan solo necesito que me lo prometas-
-No, no lo haré. Lo siento pero no, no pasara nada, y viviremos felices y tendremos muchos más- estaba molesto y era obvio.
-Dure mucho para quedar embarazada no quiero que eso vuelva a pasar en caso de que algo pase- tenía presentimientos y no eran lindos.
-Respira y relájate por favor, no quiero que sigas pensado en esto, tendremos a nuestra bebe y todo estará bien- sabía que el lo decía seguro pero no me podía controlar.
-Está bien- dije rendida por qué no tenía ganas de pelear con el.
-Duerme si- beso mi cabeza y me apretó fuerte contra el.
No sé cómo se encontraba ya tranquilo... yo estoy muerta de nervios y más por qué ahora se la respuesta a mi pregunta. Yo quiero que elija a la bebe... pero el no...
No se que pasara el día de mañana y la idea me carcome.
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-Puede pasar a la recámara para que acompañe a su esposa a la hora del parto si gusta- dijo el médico sacándome de todos mis pensamientos.
-Oh si claro- solté la mano de mi madre y comencé a seguir al doctor.
-La enfermera le dará todo lo que necesita para poder meterse en el quirófano.-
Salió dejándome en un cuarto y una enfermera tan solo apareció de la nada con un puño de ropa, me la dio y salió. Mientras me la ponía no dejaba de pensar en mi bebé y en Cate.
Salí y me dirigí a el cuarto donde ella estaba. Ya la habían inducido a los dolores para que lo tuviera. Al entrar ella estaba sudando, tratando de respirar para que los dolores se le pasaran pero tomándose de las orillas de la cama y colchón con demasiada fuerza. Me acerqué a ella y extendió su mano para que se la tomará y comenzó a agarrarla y apretarla con tanta fuerza que creí que me la quebraría...
-Ya no puedo- decía una y otra vez cada vez que le daban los dolores.
-Si. Si puedes- apretaba su mano y ella tan solo entre muecas soltaba una sonrisa.
Quería llorar, estaba demasiado preocupado y ahora aún más viendo como ella lloraba y sudaba mientras todos los dolores pasaban.
-Piensa en otras cosas, como la llamaremos?- decía tratando de distraerla
-Lila- decía y rápido volvía el dolor haciéndola retorcerse.
-Luna- a mi me encantaba ese nombre y a ella le encantaba la luna.
-Por que luna?- ella igual sabía que distrayéndose no pensaría tanto en el dolor.
-Por que es hermosa y redonda- dije riendo logrando que ella igual riera.
-Igual que yo?- esto servía.
-Tú eres aún más hermosa y redonda- no pude impedir decir eso y ella tan solo se carcajeó un poco volviendo al dolor.
El doctor entro y fue rápido a checarla.
-Ya te dilataste más?- dijo preguntándole a Cate.
-No se- decía pocas cosas por qué en verdad el dolor era fuerte podía sentirlo cada vez que apretaba mi mano.
El doctor se metió entre sus piernas poniéndose unos guantes... eso me lleno un poco de celos... no podía ser una mujer quien la atendiera...
-Ya casi está lista un par de centímetros y empezaremos-  se quitó el guante... era obvio que la había tocado... putos celos.
-Cuánto más tardará con estos dolores?- dije tratando de borrar todos los pensamientos.
-Depende de su cuerpo. Al igual ayuda si ella se calienta un poco y se relaja...- dijo cambiando un poco el tono de su voz.
-Como que se caliente?- dije demasiado confundido tratando de pensar a que se refería.
-Usted sabe calentarla. Haga que ella se excite y logrará que se habrá más rápido y sin tanto dolor- tiro los guantes a la basura y salió de la habitación.
-Este piensa que con estos dolores me calentare?- yo sabía excitarla pero no me sentía cómodo haciéndolo en un hospital donde cualquiera puede entrar y yo a medio treke treke.
-Lo intentamos- esto se me hacía hasta excitante a mi... la adrenalina correría por mis venas...
-Pero como?- ella se revolcaba un poco sobre la cama así que no me podría subir a ella y menos con la panza ya casi por explotarle.
-Sabes que puedo- trate de ser sexy y me acerqué a ella.
-Inténtalo- me encanta que sea así.
La tome un poco rápido y la bese primero despacio y bajando lento por su cuello dando pequeños besos. Lamí un poco su cuello para que me fuera aún más fácil besarla.
Ella comenzaba a estirar su cuello dándome pasó a ir aún más abajo.
En la bata del hospital se me hacía tan sexy... pero lamentablemente no podía quitarla para lamer sus pezones.
Ella dejo de usar sujetador por qué los que tenía no le quedaban y le apretaban ya que los pechos se le hinchan de más.
Lami de vuelta a su barbilla para besarla con intensidad de esas veces que deseas tener más aliento para no dejar de besar.
La deje descansar para que tomara algo de aire y volver a pegar nuestros labios en ese danzón que tanto adoraba.
Pase mi mano izquierda por su pecho. Sentí como su pezon estaba muy duro, comencé a masajearlo un poco y a apretarlo entre mis dedos.
A ella le dolía un poco pero aún así le gustaba. Nuestras lenguas se juntaron se envolvían una con la otra. Haciendo que en verdad disfrutáramos.
No habíamos tenido un encuentro así desde hace mucho.
-Muero por hacerte mía- dije demasiado excitado al ver su cara del placer.
-Has me tuya por favor ya no aguanto- ella suplicaba, moría por hacerla mía por hacerla gozar sobre mi. Hacerle todas las posiciones hechas y por haber...
Apreté un poco más su pezon y lo jale haciendo que ella soltara un gemido tan placentero. Mi miembro comenzaba a ponerse muy erecto. Hasta el moría por hacerla suya.
La bese aún más. Lamia y succionaba todo su cuello, mordía sus labios con fuerza, no quería lastimarla pero ella no me detenía y era obvio que lo gozaba. Alguien tocó la puerta y paramos de inmediato, arregle rápido mi cabello y mire como el doctor pasó por la puerta. Y tan solo nos miro.
-Como vamos- hasta se me había olvidado que tendríamos a la bebe... y al parecer a ella también.
Ella seguía con dolores el tan solo tomo guantes y se volvió a poner entre sus piernas,
-Veo que hicieron lo que les recomendé- dijo sonriendo, tiro los guantes y la vio.
-Está lista.- apretó al botón para llamar a una enfermera.
La enfermera llego con una silla de ruedas y la subimos, la llevaron hasta la sala de partos, ella sudaba y seguía adolorida, yo no sabía que hacer.
La prepararon y la subieron a la cama de partos. Todos fueron llegando uno tras otro. Yo tan solo me quede abrazando su cabeza y tomándola de la mano.
Cate puso los pies en los fierros que tienen abriéndolos lo más posible.
No sabía que sentir en ese momento si preocupación por ella y si tendría complicaciones o tan solo pensar en que ya pronto tendría a mi niña entre mis brazos.

Algo se complicaba su ritmo cardiaco se aceleraba y se hacía muy lento en momentos. El doctor sudaba y había pasado mucho tiempo... todos hablaban y no me dejaban pensar con claridad. Ella lloraba y gritaba pero no podía...
-Inténtalo una vez más- le dije al oído.
-No puedo- dijo muy débil.
-puja a las 3- dijo el doctor en forma de orden.
-Vamos- dije mal...
-1...2...t- dijo y Cate comenzó a pujar con todas sus fuerzas. El momento de silencio como si lo hubieran congelado y unos segundos después se escuchó el grito fuerte de la bebe.
El doctor sonrío y me volteo a ver,
-Puja una vez más- dijo pero al yo escuchar eso solo mire a Cate y los ojos se le pusieron en blanco y soltó mi mano.
La enfermera rápido corrió a ver qué pasaba y el doctor tan solo jalo a la bebe para sacarle el cuerpo. Corto el cordón umbilical y le pasó a la bebe rápido a una enfermera que ya estaba lista con la cobija para limpiarla.
Me congele al ver lo que pasaba. Todos me alejaban de Cate para checarla, le inyectaban cosas por el suero y tan solo no reaccionaba. Un enfermero tan solo me llevó hasta la puerta. Reaccioné hasta que salí de la sala...
Que estaba pasando? Vi como unos chicos corrían por el pasillo con una máquina...
Entraron de prisa en donde estaba Cate...
me tumbe en el suelo sin saber que hacer... sin fuerza... se escuchaban alterados pero el enfermero cuidaba quién entraba y no me dejaría...
Aún así tengo que saber qué pasa... corrí de prisa de vuelta y el enfermero me detuvo.
-Acompáñeme afuera. No debe de estar aquí-
-Por favor déjame... es mi esposa... tengo que saber cómo está- decía con lágrimas en los ojos.
-Me meteré en problemas muchacho entiende- me sostenía por más que yo quería ir a ver a Cate... no había pulso la máquina del ritmo cardiaco tan solo tenía un sonido... un repetido sonido que sonaba en mi cabeza...
Solo la miraba rodeada de personas.
No quiero perderla.
-Por favor...tan solo quiero verla...- si eran mis últimos momentos con ella quería estar con ella.
Abrió los brazos y yo corrí hacia ella aventé a el doctor y la abrace con fuerza.
-Lo siento... te dije que no lo resistiría..- dijo el doctor tras de mi...
-Cate. Te amo... mi vida despierta- besaba su cara pálida y sudada... -Prometiste que todo estaría bien y seríamos felices los tres... aún no acabas de pintar las garzas y flamingos en el cuarto de la bebe... tenemos que hacer cosas... muchas cosas.... aún no es tu tiempo- mi voz se cortaba y las lágrimas no me dejaban ver con claridad.
Bese una y otra vez sus labios... sus pálidos y carnosos pero secos labios y no obtener respuesta de los suyos me mataba...

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2017 ⏰

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