Ya han pasado tres meses que el vive conmigo, solo va a su casa por las noches y se trae cosas que necesite.
Hoy los dos por alguna razón nos levantamos de mal humor. No hubo beso mañanero ni tampoco se quiso duchar conmigo, pero tampoco yo quería ducharme con el, ya vamos a llevar un año de relación y es la única vez que estamos así.
-Cate, vamos date prisa que debemos llegar a la escuela- dijo molesto entrando al cuarto de baño.
-Ya voy!!! Joder- dije y cerré la llave del agua, me puse la bata y salí del baño dejándolo ahí solo.
Me cambie de ropa y fui a hacer algo de desayuno, algo de café, y algo de fruta con avena. Prepare para los dos. Ya que por muy enojada que estuviera debíamos comer y mi madre no nos haría de comer como si fuéramos pequeños.
-Cate donde chingaos dejaste mis boxers- dijo gritando desde la recamara.
-Buscalos que yo no lo hare- dije gritando desde la cocina. Sidney de inmediato subió del sótano ladrando.
Le di de comer y el grito nuevamente.
-Caitlin!!-
-Ya voy chingao,- en cuanto me metí lo vi buscando furioso sus boxers.
-Donde los dejaste?- dijo en cuanto entre.
-Están en el closet junto a tus calcetines- dije igual molesta, fui y los tome y se los arroje en la cara.
-Gracias- dijo algo avergonzado ya que no los había encontrado.
-Ven a desayunar- dije y salí.
Duro unos minutos y después llegó a la cocina.
-Perdoname- dijo abrazandome por detrás.
-Por que?- dije girándome.
-Solo no desperté de humor... No me debí vengar contigo- beso mi mejilla y me ayudo a llevar los platos a la mesa y comenzamos a comer.
Lavamos nuestros dientes y nos fuimos a la escuela. Ya eran los últimos días así que todo esto del estrés de los exámenes nos tenían vueltos locos.
Salimos de la escuela y manejo hasta su casa sin detenerse en la mía.
-y a que vinimos?- dije bajando del coche al llegar a su casa.
-que no quieres ver a tus suegros?- dijo sonriendo un poco.
-Yo siempre- dijo y entramos a casa. Estaba demasiado callado, fuimos a saludar a Dalia, solo sonrió al vernos, preguntamos por mi suegra y ella solo dijo "en la estancia" fingiendo una sonrisa.
Algo andaba mal, y los dos lo sabíamos.
Fuimos deprisa a la estancia. Hay estaba su madre. Descuidada, botellas de alcohol rodeándola, cajetillas de cigarros y las ventanas abiertas.
-Pero madre que te pasa?- dijo Seb incandose frente a ella.
-Ya no soporto a tu padre, ni mucho menos a su hijo llorón, estoy harta- dijo y arrojo la botella que sostenía en su mano, contra la pared.
-Señora, venga conmigo si?- dije y la ayude a levantarse. Debía darse un baño y comer algo...
-Estoy tan cansada de todo esto, gracias por volver muchachos- dijo sonriendo un poco. La lleve a su bañera, ella se quito la ropa, a pesar de ser vieja tenia un buen cuerpo. La metí a la bañera y la deje hay un momento con una de las bath bombs para que se relajara.
Salí y Seb estaba esperándome afuera de la recamara recargado en la pared mirando al suelo.
-Todo estará bien amor- dije y lo abrace lento.
Me recorrió la cintura con desesperación y se recostó en mi hombro.
-Lo matare al cabrón, por favor detenme- dijo triste.
-Tranquilo. Solo habla con el...- yo igual me llenaba de desesperación al ver todo lo que pasaba. Pero que podía hacer yo.
-Iré a sacarlo de aquí ahora mismo- dijo y me soltó, camino por el pasillo hacia la recamara de su padre. Se detuvo un momento, volvió y me beso, - por favor si escuchas algo raro, no entres- dijo y se fue haciendo sus manos en puños.
Los apretaba tanto que podía ver los huesos de sus nudillos. Pero decidí no intervenir ya que eran problemas entre ellos. Me metí a la recamara a ayudar a su madre a salir
La cambie, la deje recostada y fui a la cocina a prepararle algo de comer.
Estaba en la cocina cuando comencé a escuchar muchos ruidos proviniendo del piso de arriba. Me preocupe demasiado y escuche gritos. Esas fuertes voces diciendo demasiadas cosas que no entendía.
Decidi subir y dejar a dalia preparándole algo de comer a mi suegra.
Intente abrir la puerta y estaba cerrada.
-Cate te dije que no te metieras- dijo a gritos sin abrir la puerta.
Su madre estaba igual parada cerca de la puerta de su recámara.
-Vamos pequeña tienen cosas que arreglar- dijo su madre preocupada extendió la mano hacia mi. La tome y me la lleve a la cocina a pesar de todos los gritos...
Después de unos minutos de eso Seb salio, con las maletas de su padre y las puso dentro de la camioneta de su padre. Volvió a entrar y lo quise detener, solo me vio y corrió hacia las escaleras, bajo con cosas de bebe e igual las puso en la camioneta. Entro a la cocina y me vio, tan solo bajo la mirada y extendió la mano. Yo de inmediato camine hasta el, entrelazamos los dedos y me jalo a la sala.
Su padre iba cargando a el bebé en brazos, me sentí tan vacía... El bebé no merecía eso. Pero su padre tal vez si. Bajaba lento las escaleras y nos vio ahí parados. Solto una sonrisa.
-Correr a tu padre por celos- dijo moviendo la cabeza de un lado a otro.-Te arrepentirás de tratar así al que te mantiene.- dijo y llego hasta la puerta.
-Como si realmente lo hicieras, metete tus caprichos por el culo- apretaba mi mano con fuerza.
-Nos vemos hijo, cuida a tu prometida, - me volteo a ver y abrió la puerta -si no te complace tan solo me llamas- dijo y me guiño el ojo, cerrando la puerta tras el.
-Hijo de puta- dijo jalandose con fuerza y yo lo detenía lo más que podía.
-Tranquilo. Seb, Sebastian para por favor- dije halándolo.
-"Si no te complace tan solo me llamas" en verdad esperas que me calme así...- dijo viéndome lleno de furia.
-Sabes muy bien que me complaces en todo! Tan sólo ven aquí- lo pegue a mi y lo abrace, trate de besarlo y el solo se negó levantando la cabeza.
-Ven vamos a comer algo para que relajes- dije, tome su mano y lo lleve a la cocina.
Su madre se tomaba un té y el se sento, mientras yo ayude a Dalia a terminar de hacer de comer.
Servimos los platos y comimos todos callados. Bueno intentamos comer, después ayude a la madre de Seb a llegar a su recámara para que durmiera. Seb entró tras nosotras y la recostó, le dio un beso en la frente y la cobijo. Me tomo la mano y salimos, fuimos hasta su recámara y nos encerramos ahí.
-Perdón por haberte gritado- dijo aventandose sobre la cama.
-Tranquilo- me acosté al lado de el y tan solo lo abrace. Me envolvió en sus brazos y me beso suave.
-Lamento que hayas tenido que ver todo ese drama...- dijo jugando un poco con mi cabello.
-Te disculpas por todo amor, entiendo todo lo que paso...-
Nos quedamos un momento en silencio.
-Caitlin- dijo despacio, algo me diría que era serio...
-Dime...-
-En verdad si te complasco?- dijo serio poniendo su mano sobre sus ojos.
-Sigues pensando en eso?-
-Responde- dijo levantando algo la voz.
-Si, me complaces y mucho, demasiado, en todo- dije sonando muy segura.
-Es que ya dudo de mi... Me caga mi padre...- dijo sin quitar la mano de su rostro por mas que intente, me subí lento sobre sus caderas.
-Eres una loca- dijo riendo un poco. No me quiso besar pero me dejo su cuello a la vista. Comencé a besar lento, mordí un poco su piel y el solo sonreía, tomó mi cara con desesperación y comenzó a besarme desesperado.
-Te amo Cate- dijo a risas y me beso.
-Te amo y te amare siempre Seb- lo abrace fuerte y hay nos quedamos...
Dormimos abrazados el uno del otro. Por fin el al dormir no tenia pesadillas o no brincaba mientras dormía. Todo esto se podía notar que le afectaba hasta al dormir.
Me alegró tanto que todo esto haya terminado.
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Besos A La Luna
Teen FictionEras, eres y seras especial... Sebastian Roshbert y Caitlin Werwood tal vez no sean el uno para él otro o tal vez lo sean?.