- ¿Que pasó?
- Ruggero, eso paso - mi padre sólo me miro.
- Karol, estoy seguro de que planea molestarte para separarme de Anto.
- Pues se ha metido con la equivocada, si quiere guerra, pues guerra tendrá - negó lentamente.
- Karol, solo olvidalo - negué rápidamente.
- No papá, osea.. me dice muñeca, ¡muñeca plástica! - mi papá sólo río - no tiene gracia papá - me crucé de brazos.
- Anda, ven aquí cielo - dijo mi padre palmeandose la pierna para que me sentará - las muñecas son guapas ¿no? Pues te dice eso por que eres hermosa
- Si, como no.
- Bueno, nos vemos en la cena - asenti y subí a mi habitación.
Creo que ya se como me vengare, si tanto le gustan las muñecas las verá por todos lados..
- Hola Allison - dije al verla viendo televisión - ¿Como estas? - me senté a su lado.
- Bien ¿Tu? - dijo sonriente.
- Bien - sonrei.
- No te acerques a mi hermana, no vaya a ser que se le pegué algo de ti - y lo que no podía faltar, Ruggero molestandome.
Como no tenía ganas de discutir lo mire y subí a mi habitación. Me cambié poniéndome un pantalón de pijama y una blusa ajustada de tirantes blancos, hoy no pensaba ir a ningún lado.
Baje a cenar y me puse a hablar con Allison.
Al terminar de comer ayude a Anto con los platos, tomé una bolsa de patatas, una coca cola y me puse a ver televisión en el sofá.
- Te vas a poner gorda si te comes toda esa bolsa.
- Me da igual - dije sin voltear a verlo.
- Nadie te querrá.
- ¿Y quien te ha dicho que no tenga a nadie que me quiera ya?
- ¿Tienes novio? Madre mía, pobre chico - se escuchó sorprendido con sarcasmo.
- Sabes.. no tengo ganas de pelear. Déjame en paz, quiero ver televisión - esta vez voltee a verlo rápidamente -. Estoy yo - mire de reojo como se cruzo de brazos.
- Pues vete - seguía igual.
- No me iré - escuché una pequeña risa falsa -. Pues.. - hice como si pensara para luego mirarlo - no me da la gana - sonrei falsamente.
- Pues anda, sigue ahí, poniéndote gorda. Porque aparte de que eres fea, te pondrás gorda - arqueé los hombros.
- Me da igual lo que pienses. Total no pretendo gustarte - río falsamente.
- Nunca lo lograrías - ahora yo reí.
- No quiero - bufo.
- No te diré buenas noches porque no te las deseo.
- Que pesado, vete a dormir ya. Por cierto, tu habitación me encanta - me aguante la risa, él me miro raro y se fue.
(....)
Entré a mi habitación y me quedé con la boca abierta y echando humo por las orejas.
- Oh.. muñeca, esta vez te mataré.
Me encontré con la habitación llena de cosas de muñecas, la cama, el armario, la alfombra.. todo.
Baje furioso al salón pero no encontré a nadie. Así que fui a la habitación de Karol que estaba frente a la mía.
- Mira muñeca, esta vez.. - cuando la mire me quedé callado. Ella tan sólo tenía un short negro de licra, se estaba cambiando. Y para que negarlo, ella realmente me parecía extremadamente sexy.
- ¡Idiota! - grito ella - ¡sal de mi habitación! - se tapó con las manos y lo único que hice fue salirme rápidamente, si seguía viéndola iban a haber problemas.. La jodida muñeca me había prendido y mucho. Por mucho que yo diga que está gorda, no está nada gorda. Es guapísima y tiene tremendo cuerpazo. Tengo que darme una ducha fría.
Eso si, ella me hizo una mala jugada y esto no se quedaría así.
****
(....)
Paso un mes y Ruggero y yo seguimos en las mismas, siempre peleándonos e insultándonos. Ruggero al entrar al colegio llamó la atención de miles de chicas y lo peor de todo es que él y yo vamos en la misma clase. Ruggero se hizo muy amigo de mis amigos, por lo que prácticamente lo tenía que aguantar casi 24/7. Tuvimos que pasar Navidad y año nuevo juntos y en familia.
- ¿Que? - dijimos Ruggero y yo al mismo tiempo.
- Lo siento chicos, pero es lo que hay - dijo mi papá.
- ¿Quieres que me mate papá? - dije - ¡Un mes sola con él! - dramatize.
- Lo siento hija, pero es por trabajo.
- Allison se quedara con su tia, ya que es más pequeña - dijo Anto.
- Pues que Ruggero se vaya con su tía también - Ruggero miro a su madre rápidamente.
- Oh no - dijo Ruggero -, con la tía no.
- Ya está chicos. Nos vemos dentro de un mes. Disfruten lo que les queda de vacaciones.
- Pero ¿y Leo? - Leo volteo a ver a Ruggero.
- Yo me iré con Denisse a una casa en la montaña, no regresare dentro de varios días - sonrió tomando sus maletas, todos se despidieron de Ruggero y de mi, dejándonos completamente solos en la casa.
