Poco después me fui con Agus al centro comercial.
- ¿Pero que quieres comprar? - pregunto Agus.
- Un chaleco.
- Como si no tuvieras - rodé los ojos.
- Pues quiero otro.
- Me duele la cabeza Karol, mucho, mucho - lo mire.
- Hay pobrecito - dije abrazandolo y dándole un beso en la frente.
- Hay Karol - dijo cargandome, pero en ese momento se quedó embobado con algo, no se con que, y como se distrajo cai a al suelo.
- Auch, auch, auch - me queje - Agus - lo regañe.
- Oh Karol ¿Que te paso?
- Me tiré, ¿como ves? - dije enfadada y me miro confundido -. ¡Me tiraste tonto!
- Lo siento, lo siento - dijo ayudándome a levantarme.
- Ay, ay - me queje - me duele el tobillo - me cargo -, creo que me lo he torcido - me miro preocupado.
- Vamos al doctor.
- Listo - dijo aquel guapo doctor.
- Gracias doctor - él sonrio.
- De nada, no todos los días vienen chicas tan guapas - sentí sonrojarme ligeramente.
- ¿Entonces tengo que llevar muletas?
- Si, sólo serán unos días. Después vuelve y si va todo bien te quitamos el yeso - hice una mueca.
- Esta bien, gracias - el abrió la puerta.
- Voy a llamar a tu novio para que te recoja - lo mire confundida.
- Eh, no es.. - se fue - mi novio.
- Lo siento, lo siento, lo siento - dijo Agus entrando.
- Ya, no te preocupes. Sólo serán unos días, pero ¿Porque me tiraste? - rasco su cabeza.
- Es que vi algo.. - dijo mirando hacia otro lugar.
- ¿Que viste?
- Era.. era un conejo, un conejo muy bonito y tenía zanahorias, pero no creas que era por las zanahorias, era el conejo, el conejo.. - rodé los ojos y rei.
- Tenías que ser tu, Agus - río.
- Pero lo que importa es que ya estas bien.
- ¿Pero que te paso? - pregunto Rugge al verme en el sofá con la pierna enyesada.
- Nada.
- ¿Como que nada? - se sentó a mi lado -. Tienes la pierna enyesada.
- Lo se, pero.. me caí.
- Hay muñeca - extendi los brazos.
- ¿Me ayudas? Quiero irme arriba.
- Claro - me tomo en brazos y me llevo a mi habitación, me puso en mi cama.
- Rugge - lo llamé.
- Dime - dijo antes de irse.
- ¿Que películas tienes tú?
- No se.. muchas - rei.
- Traemelas por favor, es que las mías ya las vi - me miro.
- Bueno, pero con una condición.
- ¿Cual?
- Yo quiero verla contigo - sonrei.
- Esta bien.
Estuvimos viendo la película, Rugge trajo palomitas pero se ve que sólo eran para él, por que se las comió todas.
- Gracias por no dejarme palomitas - me miro sorprendido.
- ¿Tu tambien querías? - lo fulmine con la mirada y río.
- Tonto.
- Pero.. puedo darte otra cosa - dijo acercándose.
- ¿Que cosa? - dije nerviosa.
- Eh.. algo como.. - acarició mi pierna y casi rozó mis labios - esto - y rozó mis labios con los suyos, abrí la boca y nuestras lenguas se juntaron.
Puse mi mano en su mejilla mientras el se ponía encima mío pero sin poner todo su peso.
Dios, como me gustaba este chico.. si, me encantaba, lo reconozco, todos tenían razón, pero yo no quiero que me guste.
Me separe bruscamente y me miro nervioso y confundido, llevaba los labios rojos y supongo que yo también.Al fin.. un poco de Ruggarol :3
Sólo un poco -.-