Love Equation [JiCheol]

Capítulo 16: "Mejor que en las películas"

(*) Opcional: pueden escuchar un audio que les dejé en un enlace externo para que disfruten en este capitulo. 

Capítulo 16

—¡No!

Era lo que todo el grupo había exclamado al escuchar las palabras del mayor quien solo se obligaba a ignorarlos con los brazos cruzados y sus ojos cerrados. Les había dicho durante días que deseaba contarle a sus presidentes la verdad y que aquello era lo correcto pues ya no podría soportar el peso de su conciencia. Y es que los demás pueden que no lo entendieran pero, lastimosamente, Joshua estaba siendo el confidente involuntario de Seungcheol y era quien sabía lo obsesionado que el mayor estaba con que Jihoon fuera aquel admirador secreto que había sacado aquel lado digno de Sherlock Holmes.

—Hyung, tu sabes lo que hará Jihoon conmigo. —exclamó Seungkwan horrorizado. —Mínimo tendré un funeral decente.

—No lo entienden... —se dignó a decir el americano— Seungcheol está al borde de sobrepasar los límites, comenzará a regalarle cosas que escribieron en las notas y si Jihoon lo descubre, estamos perdidos.

—Seungkwan ¡Te dije que no escribieras cosas tan personales de Jihoon! —Wonwoo reclamó y Minghao cruzó sus brazos e hizo una mueca con sus labios que lo hizo ver adorable.

— ¿Disculpa? ¿Escuché bien? ¿Mi culpa? —exageró abriendo sus ojos como platos y una mano en el pecho. — ¡Ustedes fueron quienes me dijeron que a Jihoon le gustaban esas cosas de mal!

Los roqueros solo podía ver la escena de los clásicos con una ceja en alto, era como ver una especie en extinción hacer algo inesperado, hasta el mismo Jeonghan estaba regañando a su equipo y auto culpándose de todo. Joshua sin más seguía con la misma expresión aunque sus ojos delataban que tampoco había visto a un grupo de personas, reaccionar con tanto drama. Pero todo se reducía al miedo que el Demonio Lee despertaba en cada uno.

—A mí no me miren... —dijo Chan cuando sintió algunas miradas sobre él. —Recién acabo de llegar a esta obra.

—Hyung, solo espera hasta que termine el festival. —la voz calmada de Hoshi captó la atención de todos. —Hemos trabajado mucho y tan solo queda pocos días para que podamos presentarnos. Cuando esto termine, te prometo que hablaremos con ambos.

Jihoon se dejaba caer sobre el suave colchón de su cama. Suspiró tan fuerte que pensó que su vecino le preguntaría si estaba bien y la verdad es que, si eso fuese así, le contestaría que no estaba seguro. Los labios de Seungcheol lo amenazaban todo el tiempo, su mal humor comenzaba a abandonarlo de a poco y tenía que obligarse a no sonreír como un idiota aquellas veces que su mente comenzaba a recordar todos los detalles de sus encuentros con el mayor. ¿Una fachada? ¿Una mentira? ¿Un plan? Nada de eso venía a su mente cuando el mayor se acercaba con aquellos obsequios que por alguna razón eran tan acertados y tan secretos como sus besos en la bodega.
Giró un poco su cuerpo para alcanzar su mochila y buscar la pequeña caja roja de bordes dorados que ahora tenía entre sus manos. La sostuvo y juntó sus cejas completamente confundido.

—¿Cómo diablos sabes de estas cosas?

Le habló a la caja como si ella fuese a contestarle lo que deseaba saber. No recordaba haberle dicho a nadie sobre sus extraños gustos por los dijes de color rosa y Seungcheol se lo había dado esta tarde. Una nota musical con una de las cofias en cuarzo rosa.

—Póntelo esta noche, pero no lo abras hasta llegar a tu casa.

Las palabras del mayor resonaron mientras tomaba la fina cadena entre sus manos pero, había algo más detrás de Seungcheol que comenzaba a revolotear en su cabeza. Aquello era caro, eso significaba que el chico de cabello oscuro había invertido dinero en eso.