CAPITULO # 1

77 5 2
                                    

KEREN M.

─ Sonríe a la cámara guapo ─ Dijo Catalina, lanzándome aquella mirada coqueta que para este momento ya me hacía sentir incómodo. ─ Dame una mirada más sexy bebe ─ Se movía con una agilidad impresionante, podría ser una zorra pero su trabajo era demasiado excelente. ─ Te noto tenso cielo ─ Eso era cierto me sentía tenso, es que siete horas delante de la cámara eran demasiado.

─ A ver, a ver cata ─ Entro al estudio Estefan tocando las palmas ─ déjame a mi hombre coqueto en paz ─ Me miro metiéndose el dedo corazón a la boca y chupándolo con rapidez, sonrió al ver tal gesto tan no sé cómo describirlo. ─ El que debe dejarlo en paz es otro ─ Catalina, se acerca a mí y posa su mano en mi abdomen. ─ ¿pero cómo resistirnos a todo esto? ─ sonríe picara ─ Cariño solo llámame cuando no tengas compañía. ─ Sonrió pícaro ─ Reina, eso haré. ─ y le roso los labios con los míos ─ Así me gusta ─ y con ambas manos aprieta mis nalgas. ─ Quiero todo esto para mi ─ Estefan lo mira iracundo. ─ Yo también quiero todo eso para mí ─ dice mientras finge arreglar su corbata rosada ─ Vamos hombre sabes que los hombres no son lo mío ─ lo miro con severidad. ─ Si tan solo me probaras bebe, sé que quedarías amañado ─ rio a carcajadas al escuchar su descaro.

─ Bueno chicos es fantástico hablar con ustedes, pero si me disculpan debo irme ─ paso entre el medio de los dos para llegar a mi camerino. Me visto con habilidad. ─ el timbre de mi móvil suena y sin mirar la pantalla contesto mientras abrocho mi cinturón ─ ¿sí? ─ respondo ─ ¿Keren? ─ frunzo el ceño, no es una voz conocida, así que miro la pantalla y sale numero privado ─ Si. ¿Quién habla? ─ Soy Scarlett ─ Realmente no se quien es así que quedo en silencio ─ Soy la modelo de la revista Fashion ─ Sigo sin saber, así que solo digo ujum ─ Keren, nos acostamos la semana pasada, pensé que me llamarías ─ dice con coquetería. Lo peor es que sigo sin saber ¿Quién es?, para ser honesto la semana pasada me acosté con muchas, sonrió al recordar. ─ Perdona muñeca, las secciones de foto me quitan tiempo, pero te llamare, para vernos ─ ¿De verdad? ─ hay emoción en su voz y en el fondo me siento miserable. ─ Si bella te llamare ─ y con eso cuelgo.

Al salir me encuentro a Estefan junto con catalina, comiendo Muffins ─ Es que hasta vestido, se ve irresistible ¿Cierto cata? ─ Muerde su muffin con coquetería, Dios este hombre no sirve, Catalina me mira deseosa, me acerco a su oído ─ Te llamare esta noche, bombón ─ sonríe y me besa el cuello ─ eso espero Guapo.

Estefan me pasa las llaves de una de mis mejores adquisiciones, mi moto. ─ Gracias Guapo ─ digo con la voz mas gay que puedo tener, y todos sueltan la risa.

Quede en verme con mi madre a almorzar, pero esta demorando mas de lo habitual y debo apurarme pues hoy tengo secciones de fotos con la revista Fashion.

─ eh grandulón ─ la inconfundible voz de mi madre inunda mis oídos, corro hasta ella y la tomo en mis brazos haciéndola girar. ─ Bájame, Bájame ─ suelta una carcajada desde el corazón, como me encanta oír sus carcajadas, son el sonido mas hermoso. La coloco sobre sus pies y me abraza fuertemente, lo cual respondo con la misma intensidad ─ ¿Qué quieres almorzar hoy amor mío? ─ le pregunto mirándola y entrelazando nuestras manos. ─ Quiero Pizza ─ suelta una risita ─ ¿Qué? ─ la vuelvo a mirar, mientras caminamos tomados de la mano. ─ Venga Grandulón complace a tu madre ─ Hace un puchero que hace sentir cálido mi frió corazón. ─ Esta bien madre, esta bien ─ caminamos juntos hasta llegar a un centro comercial y hacemos nuestro pedido. Me permito mirarla con mayor atención y hay ojeras debajo de sus ojos, la rabia inunda mi ser, se el por qué de esas malditas ojeras. ─ Otra vez mi padre no llego a casa ¿Verdad? ─ ella baja la mirada a sus manos. ─ Se quedo con unos amigos no es nada. ─ su voz me hace sentir tan idiota ─ Mama, ¿hasta cuando vas a seguir engañándote? ─ cuestiono, tomando su barbilla para que me mire a los ojos. ─ No quiero hablar de esto Keren ─ Sus ojos están vidriosos. ─ No te hagas esto mama ─ La miro pretendiendo que vea a través de mis ojos, el dolor que siento al verla así. ─ ¿Qué tal la sección de fotos? ─ Cambia de tema drásticamente ─ Bien Mama, bien. ─ Hay enojo en mi voz y no puedo esconderlo ─ Keren por favor ─ suplica. ─ lo siento mama. No puedo esconder la rabia que me produce que mi padre se comporte así contigo. ─ Es que acaso,¿ tu no eres igual que el? ─ frunzo el ceño, nuevamente ─ Es diferente mama, las chicas con las que salgo saben que de mi, no pueden obtener mas que Sexo ─ abre sus ojos ─ Si mama lo sabes, además no tengo a nadie que me espere en casa. Y el si, no digas que somos iguales ─ cruzo mis brazos ─ Hablemos de otra cosa. ─ trata de cerrar el tema y se lo concedo.

Traen nuestro pedido y ella se emociona al ver la enorme pizza que ordene solo para ella, pues solo ella se merece todo de mí. ─ A disfrutar ─ soba sus manos emocionada.

*****

Terminamos de comer, realmente me sentía completo cuando ella estaba conmigo, no necesitaba más, en realidad sentía que no necesitaba nada más.

─ Gracias por tanto ─ su mirada, me desarma el corazón.

─ No es nada te mereces, todo lo mejor del mundo ─ tomo sus manos y las beso, una por una.

─ Te amo, mama ─ Sus ojos se vuelven cristalinos ─ mucho mama, mucho ─ la abrazo fuerte y se queja ─ no tan fuerte cariño ─ se aleja haciendo una mueca de dolor y posa su mano en su seno izquierdo ─ ¿Qué te sucede? ─ cuestiono realmente preocupado. Intenta sonreír ─ no es nada cariño ─ baja su mirada y se que me está mintiendo ─ Algo te sucede, dime mama ─ mi voz suena preocupada, ella posa su mano derecha sobre mi mejilla acariciándola ─ Estate tranquilo cariño, no es nada. ─ sonríe, pero esta no llega a sus ojos. ─ ¿Me lo prometes? ─ intento no presionarla, si ella dice que no es nada, es porque no es nada, asiente con la cabeza y yo intento confiar en aquel gesto, no quiero torturarme pensando que algo anda mal en ella, no lo soportaría. ─ ¿Me llevas a casa? ─ sonríe, tomando su cartera, aquella que la hace ver tan elegante. ─ Pero.. ─ No sabe que no traje mi coche conmigo. ─ ¿Pero? ─ pregunta ladeando la cabeza. ─ Vine en moto. ─ frunce el ceño, molesta. ─ Venga mama, sabes que me gusta. ─ La tomo del brazo y nos disponemos a salir del restaurante ─ No me gusta que andes, en ese ataúd ambulante. ─ y golpea mi cabeza con su mano. ─ Cuando aprenderás que no me gusta que ─ Keren, cielo ─ Grita una mujer, pongo los ojos en blanco al reconocer la mujer que se aproxima hacia nosotros dando saltos. ─ ¿Todavía andas con esa perra? ─ pregunta mi madre bajito. ─ Venga Mama no le digas así. ─ Yolanda, una mujer a la que en el pasado quise mucho, tanto que pensé amarla, destruyo mi corazón y ahora solo es un revolcon que me doy una que otra vez, se acerca a mi y se me guinda al cuello como una garrapata. ─ Eh Bebe ─ me da un beso apasionado, al que respondo sin disgusto.

Mi madre hace un ruido molesto y despego a Yolanda de mí. ─ Eliana linda ─ Saluda a mi madre, dándole besos en ambas mejillas, esta sonríe incomoda.

─ ¿Cómo te va? ─ pregunta mi ex. ─ Bien, muy bien, ¿nos vamos hijo? ─ pide mi madre, lanzándome una mirada para nada linda. ─ Si madre nos vamos. ─ Que estés bien Mujer, adiós ─ mi madre se despide con la mano, nos da la espalda y se dirige al lugar donde tengo mi moto estacionada. ─ No te demores Keren. ─ Dice dándome una mirada molesta. ─ Claro, mama ya te sigo.

─ Te llamare ─ y con eso vuelve a besarme, no puedo negar que el sabor de su boca aun me enloquece. ─ Eso espero Guapo ─ doy la espalda y me propina una palmada en las nalgas ─ Me encantas Kerencito ─ se muerde el labio y me lanza un beso. Sonrió como un tonto, realmente no es que sienta amor por ella ya eso paso, pero aun me sigue gustando de una manera sexual.

─ Te llamare un taxi, mama ─ saco mi móvil dispuesto a llamar. ─ Nada de taxi, quiero adrenalina ─ su frase me hace reír. ─ ¿Segura? ─ cuestiono riendo. ─ of course ─ responde con su perfecto inglés. ─ Está bien. Toma ─ le tiendo el casco ─ Lo toma sonriendo. ─ Deja de verte con esa zorra, rompió tu corazón ─ pongo los ojos en blanco. ─ No me rompió nada ─ afirmo. ─ Claro que lo hizo.

Sube a la moto y se agarra fuertemente a mi cintura ─ Venga mama, vas a asfixiarme, si me sigues apretando así. ─ deja de ser una mujercita, arranca ya ─ sus palabras son órdenes y arranco, suelta un grito de susto.

El recorrido fue mucho más divertido de lo que pensé, mi madre gritaba como loca, creo que es la primera vez en la que se monta en una motocicleta.

─ Fue genial ─ dice mientras se baja de la moto y me entrega el casco. La atraigo hasta mí y le doy un dulce beso en la mejilla ─ Te amo, mama ─ sonrió al ver su mirada. ─ Andas muy dulzón ─ dice mientras camina para entrar a su casa. Y sonríe con dulzura. ─ Yo te amo mucho más, mi bebe ─ me lanza un beso y entra.

INESPERADAMENTE DESEADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora