CAPITULO # 7

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Keren M.

Luego de la conversación con mi amigo Marcos, decidí trotar para llegar a mi departamento. Marcos ha sido amigo de mi madre y mío desde hace mucho tiempo, comprendí las expresiones que hizo cuando le conté todo, aunque algunas habían sido un poco exageradas, sabiendo que solo éramos amigos, comprendí que mi madre y yo éramos realmente importantes para él.

Extrañamente sabía lo que iba hacer, iría a casa de mi madre a raptarla, a obligarla a venirse conmigo, necesitábamos empezar a buscar al mejor oncólogo para que la tratase, haría hasta lo imposible para que el cáncer desapareciera de su cuerpo, yo la necesitaba en mi vida, no podía perderla, simplemente no podía.

Llego a mi departamento algo agitado, al entrar el timbre de mi celular se hace presente, me acerco a él y es Catalina, contesto mientras me quito los tennis.

─ Dime ─ mi voz se escucha fatigada y ella lo nota.

 ─ ¿Sucede algo caramelito? ─ enuncia con coquetería, y la verdad no me sentía con ánimos   para esas estupideces. 

─No pasa nada ─Respondo cortante. ─ ¿Qué pasa? ─ sabía que hoy mi agenda estaba vacía, no tenía nada para hoy, así que no comprendía el porqué de su llamada. 

─ Quería recordarte la cita que tienes a primera hora mañana con Maritza ─ Lo había olvidado. 

─ Gracias Cata ─ Intente ser amable pero el timbre de mi voz, seguía siendo cortante. 

─ ¿Te pasa algo sabrosón? ─ vuelve a preguntar y cierro los ojos intentando no ser grosero, después de todo ella no sabía nada. 

─ Nada, solo estoy cansado he estado haciendo mucho ejercicio ─ Sonríe con picardia.

 ─ Uy eso me gusta, quedaste en llamarme ¿Por qué no lo hiciste? ─ ¿Acaso no se cansaba de joder? ─ He estado ocupado mujer, no dudes en que lo haré ─ y cuelgo la llamada, no soportaba su interrogatorio y su coquetería sin sentido. 

Al colgar noto que tengo varias llamadas perdidas y entre esas muchas de la mujer rubia que me hizo compañía anoche, resople molesto, sé que la trate mal y no comprendo que hace llamándome, ¡Dios! estas mujeres no se dan su lugar, creo que esas que se daban su lugar ya no existen. Ahora solo les importa el dinero y en realidad no me molesta, detesto el compromiso.

Entro a la ducha y me doy un largo baño, decidido a buscar a mi madre ya mismo, la necesitaba conmigo no con un maldito que la hacia sentir poca cosa. Me visto con agilidad, tomo mi auto y arranco con la velocidad a medias, no quiero accidentarme, hoy no.

Toco el timbre calmado, sé que a esta hora William no está.

─ ¿Quién? ─ pregunta mi madre, con voz cabizbaja y me alerto de inmediato.

─Soy Keren Mamá ─ Ella abre la puerta con cuidado y su rostro me deja con la quijada pegada al suelo, tiene su ojo derecho verde y morado, y la ira se adueña de mí; maldito, mil veces maldito la volvió a golpear, lo matare, lo voy a matar buffe enojado.

─ Te vas conmigo ahora ¡Ya! ─ Grito exasperado ─ Voy a matar a ese hijo de puta, lo voy a matar mamá. ─ entro haciendo que se eche a un lado, subo a su habitación y ella viene tras de mí.

─Espera Y-yo... ─ hace una pausa para intentar llenar sus pulmones de oxígeno.

─ Es mi culpa, yo lo provoque ─ la miro incrédulo ¿pero qué mierda? como puede culparse de eso, él muy maldito la ha reducido a nada.

INESPERADAMENTE DESEADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora