Melanie A.
Deje a Emma en casa planeando una macabra idea, para tratar de conseguir el número del Modelo, no podía dejar de sentir emoción, sentía que esto iba a ser muy divertido.
Pensaba en cómo sería su forma de ser, si sería igual que todos esos hombres que por tener bonita cara creían que todas botaban la baba por él, o aun peor gay; sonreí quería saber cómo era él de verdad, ¿superficial y vacío como todos los demás? ¿Tierno y diferente? ¿Tendría novia? no sabía nada de él y ya quería saberlo todo, negué sin poder evitar sentir nuevamente el nudo de emoción que se formaba en mi estómago.
─ Arquez ─ Estoy tan absorta en mis pensamientos que no había escuchado que la chillona voz de Lorena, mi compañera de trabajo me llamaba.
─ Despierta, no es hora de pensar ─ dice acomodando su larga cabellera rubia y mirándome con desdén, sabía que no le era de su agrado, pero la verdad no me importaba.
─ ¿Qué quieres? ─ Cuestiono acomodando el reguero de archivos que tengo en mi escritorio. ─ El Señor Guardiola te ha mandado a buscar ─ al escucharla un frió recorrió mi cuerpo, siempre que mandaba a llamar a alguno de sus trabajadores, era para despedirlo o para llamarle horriblemente la atención, tanto que salían prácticamente llorando de su oficina. Levanto mi mirada y Lorena se ríe con descaro.
─ Muévete, que nuestro jefe no tiene todo el tiempo para esperarte ─ Noto como se ríe, sé que le encantaría no verme más aquí.
─ Eres una arpía ─ escupo enojada, no era tonta odiaba que se creyera mejor que yo, sabiendo que no lo era, odiaba que quisiera humillarme delante de las demás auxiliares que se encontraban en sus distintos cubículos, pero sabía que escuchaban perfectamente todo. Ríe sínicamente.
─Anda quiero ver tu cara cuando por fin te despidan ─ se acerca a su cubículo y no puedo creer lo odiosa que es, el timbre de su voz y sus expresiones son de pura felicidad.
Doy la espalada y me dirijo a la oficina de mi jefe, pero antes de entrar, acomodo mi falda y respiro profundo, haciendo un recorrido mental, percibiendo si en los cuatro meses que llevaba laborando en aquel lugar, había cometido alguna falta o alguno error, pero me era realmente imposible encontrar uno, mi trabajo hasta ahora había sido impecable, de verdad necesitaba el empleo, no podía perderlo.
Respire profundo y toque la puerta con seguridad. ─ Adelante ─la voz firme de mi jefe me hizo sentir realmente nerviosa, pero no lo demostraría, si me tenía que ir, lo haría con total serenidad y seguridad, después de todo no era el fin de mundo o bueno eso creo.
Entro cómo indico y noto que una mujer castaña de tez blanca se encuentra de espaldas y al escuchar mis pasos voltea y me quedo impresionada es realmente hermosa, tiene un rostro bastante cuidado y todo su cuerpo emana seguridad. El Señor Guardiola me invita a tomar asiento y eso hago.
─ Melanie, quiero presentarte a una persona muy importante en el mundo de la moda, el diseño y sobre todo las finanzas. ─ ahora entiendo porque es tan guapa, mi jefe se coloca de pie y me sonríe, y no entiendo su gesto. La mujer castaña hace lo mismo y me tiende la mano ─ Mucho gusto Melanie, soy Maritza Montiel ─ tomo su mano, dejando de lado los nervios que intentan acabarme.
─ El gusto es mío, Señora Montiel ─ mi voz suena mucho más segura de lo que esperaba.
─ Te he llamado, porque tu trabajo durante estos últimos meses ha sido impecable y perfecto, la Señora Montiel es la representante legal de la revista Fashion ─ al escuchar eso ultimo "Revista Fashion" me descoloca, es una de las revistas que menciono Emma, una en la que trabaja Keren, el modelito, asiento restándole importancia a mis pensamientos.
ESTÁS LEYENDO
INESPERADAMENTE DESEADA
RomanceKeren Martínez. Perdido así me encontraba, todo lo que sentía como mío resulto siendo una farsa, en realidad no tenia nada, y necesitaba con urgencia tener algo propio, alguien que me amara, con todo mi desastre de vida. Melanie Arquez. Amo todo l...