Melanie A.
─ ¡Emma! ¿Dónde están mis zapatos de tacón negro? ─ el tono de mi voz es aún más fuerte de lo que pretendía me harta de sobremanera que se coloque mi ropa y luego no recuerde donde la dejo.
─ ¡Ay! Mela yo los deje aquí ─ señala al lado de la cocina ─ de verdad que los deje justo ¡Aquí! ─ vuelve a señalar.
─ Voy a llegar tarde por ¡Tu! Culpa ─ me llevo ambas manos a la cabeza, tenía que agarrar el autobús en quince minutos o llegaría tarde, estaba como loca lista para irme con un solo tacón.
─ De verdad que los deje aquí.
─ Ya deja de señalar en el mismo lugar y ayúdame a buscarlo.
Comenzamos a buscar como locas, buscamos debajo de los muebles, debajo de la cama, del closet, de todo pero no veíamos nada. Ya ofuscada y bastante enojada opte por respirar profundo.
─ Me colocare otros, pero te prohíbo que en tu vida vuelvas a colocarte mi ropa, mis ¡COSAS! ─ grite y Emma bajo el rostro avergonzada, sabía que era otro de sus estúpidos pucheros, estoy bastante enojada.
Se da la vuelta y camina hasta la nevera saca una banana y la empieza a engullir, la observo se ve tan serena como si nada estuviera pasando ¡Ay! Esto sí que me enoja. Cuando va a echar la basura a la caneca se queda paralizada, mete la mano y saca mi tacón. Me mira con la cara roja.
─ Oups... tu zapato tienen vida propia ha caminado hasta llegar a la caneca wao. ─ Su descaro me enferma, su desorden me enfada.
─ Voy a llegar tarde por tu culpa ─ camino hasta ella y le quito mi tacón con fuerza.
─ Oye me vas a arrancar el brazo. ─ se queja masajeando su brazo.
─ Ya cállate y llámame a un bendito taxi o me despedirán en mi primer día de trabajo. ─ digo mientras me coloco el zapato.
─ Como mande mi teniente ─ y hace una especie de reverencia.
Definitivamente mis días con esta loca serán más complicados de lo que pensé. Luego de diez minutos llega mi taxi, salgo con premura.
─ Oye ─ la voz de Emma me hace voltear. ─ dale un beso de mi parte al papirruqui del modelito ─ y me guiña un ojo.
─ Que te jodan ─ respondo subiendo al auto.
Luego de veinte minutos llego a la revista Fashion es un edificio de doce pisos, con vidrios que parecen espejos, realmente intimida, hombres y mujeres bien vestidos entran y salen con rapidez, es una zona bastante adinerada nada comparado a la zona donde vivo. Respiro profundo y camino con determinación.
Al llegar un vigilante me abre las puertas educadamente, un aroma agradable invade mis fosas nasales, si definitivamente este lugar es muy lujoso e intimidante.
Me acerco a recepción y una mujer de cabello negro con reflejos rojos me recibe sonriente.
─ ¿En qué le puedo colaborar? ─ al hablar muestra su perfecta dentadura.
─ Soy Melanie Arquez la nueva auxiliar contable de la señora Maritza ─ mi voz es firme y me agrada.
─ Espera voy a anunciarte. ─ me echa un vistazo de pies a cabeza y me siento incomoda. Hace una llamada, habla bajito y solo se limita a mirarme.
─ Puede esperar un momento, la señora Maritza está en una reunión importante pero ha pedido que la espere. ─ asiento y me dirijo a la sala que supongo es la de espera ya que se encuentran varias personas vestidas elegantemente leyendo revistas de la compañía. Me siento en un como mueble, al hacerlo no puedo evitar cerrar los ojos por lo placentero que se siente, son muy suaves.
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INESPERADAMENTE DESEADA
RomantizmKeren Martínez. Perdido así me encontraba, todo lo que sentía como mío resulto siendo una farsa, en realidad no tenia nada, y necesitaba con urgencia tener algo propio, alguien que me amara, con todo mi desastre de vida. Melanie Arquez. Amo todo l...