CAPITULO #10

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Melanie A.

Entro a mi nueva oficina, me siento en la silla que tengo enfrente es como si me sonriera, como si me hubiera esperado. Al sentarme cierro los ojos evocando esa mirada preciosa que me miraba  con total naturalidad mientras que yo lo miraba con expectación y un extraño anhelo de conocerlo, tal vez me he creído mucho las palabras que Emma me ha dicho, es mejor que deje de soñar con los ojos abiertos, es mejor que lo olvide y haga como si nunca hubiera soñado con aquellos ojos grises oscuros.

─ Buenas ─ una voz masculina un poco afeminada me despierta de mis pensamientos. Me coloco de pie por reflejo.

─ Hola ─ sonrió al ver la figura que tengo al frente, es un hombre de estatura mediana, vestido con un chaleco de color fucsia escandaloso, lleva una camisa por dentro blanca y un pantalón del mismo color de su camisa. 

─ ¿Si? ─ pregunto al ver que me mira con descaro y sonríe con picardía.

─ Hola, soy Richard tu asistente ─ sonríe y se sienta en la silla que esta al frente de mi escritorio. ─ debo admitir que te imagine vieja y amargada pero me encanta la energía que emanas y el brillo de tus ojos me dice que eres una soñadora empedernida ─ me asombra ¿acaso es otro loco? ¡Ay no!

─ No me mires así preciosura, seré tu amigo, sabes ─ me hace seña para que me acerque a él y lo hago ─ Aquí soy de los buenos, te cuidare las espaldas ─ dice en voz bajita y me da mucha gracia. Me alejo y me siento.

─ Bueno, creo que eso debo de agradecerlo. ─ se coloca de pie con rapidez y elegancia.

─ Bueno deberíamos empezar por... ─ hace una pausa y se lleva su dedo índice a su labio inferior y empieza a observar mi oficina.

 ─ ¡Si! debemos empezar por colocarle un poco de color a este lugar, algo que libere la misma energía que tú ¿Qué te parece? ─ me pregunta mientras lleva ambas manos a su cintura. Su energía es contagiosa y siento que nos las llevaremos bien.

─ Bueno creo que estaría bien

─ Está bien déjamelo a mí, mañana al llegar encontraras todo este lugar cambiado y colorido. ─ la emoción en su voz es muy notable y sonrió al verle.

─ No tan colorido, es que no es... ─ se acerca a mí y coloca un dedo sobre mis labios. ─ Shuuu tranquila guapa, si no te gusta me despides ─ abro mis ojos, definitivamente está muy seguro de lo que hará.

─ Está bien Richard lo dejo en tus manos. ─ da pequeños salticos, yo solo lo miro.

─ Espero que nos la llevemos bien ─ lo miro con cariño; de verdad que su energía es arrolladora.

─ Tranquila cariño, no tendrás ni una queja de mí. ─ Y me guiña un ojo.

─ Oye una pregunta ─ posa sus ojos sobre mí.

─ ¿Siempre vienes vestido así? ─ tenia curiosidad esta parte en particular de la empresa se ve muy neutra las demás chicas se visten con blanco y negro.

─ Bueno ─ su mirada cambia ─ No, pero ahora que cambie de jefe quise vestirme de otra manera ¿Es malo? ─ pregunta un poco inseguro.

─ No no hay ningún problema, solo tenia la curiosidad.

─ Si quieres no me visto así y uso mi uniforme aburrido. ─ se mira a el mismo.

─ No, no lo hagas, así luces bien por mi no hay ningún problema.

─ Gracias, gracias mi horóscopo me dijo que hoy seria un día genial y de gran provecho que alguien con energía positiva llegaría a mi vida y esa eres tu cariño ─ se acerca a mi y toma mis manos entre las suyas. ─ puedes contar conmigo para lo que desees.

INESPERADAMENTE DESEADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora