Capitulo 7

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El bloque era más que increíble. Cada uno tendría su propio departamento y contaba con 'servicios de primera necesidad' que chocaban en lo lujoso. Los edificios eran completamente ecológicos. Dentro de aquella gran capsula de cristal en la que ahora habitábamos, probablemente lo único contaminado eran nuestras pequeñas mentes. Desde mi departamento en el cuarto piso podía ver a lo lejos el mar, o al menos eso parecía. Mi mirada se perdía en el horizonte tratando de encontrar el final de Andrómeda, pero incluso a esa altura, me era imposible conseguirlo. De pronto alguien llamó a la puerta. Me irritó un poco que me siguieran molestando después de que nos dijeron que nos dedicáramos a descansar. Así que abrí de mala gana.

—Huy, que cara la que tienes ¿acaso la vista desde aquí es mala?

Era Dinha, quien entró a mi habitación sin esperar a que yo la invitará.

—Lo siento, creí que era algún idiota intentado meternos a la fuerza otro estúpido protocolo.

—Pues déjeme decirle que un 'estúpido protocolo', como usted les llama, podría salvarle la vida en caso algún contratiempo.

Antes de que yo pudiera cerrar la puerta, una chica morena vestida con una camisa parecida a la que llevaba Lauren, entró en mi departamento.

—Lo siento, no era eso lo que quise decir. –conteste, muy apenada.

—Descuide. Mi nombre es Normani, la encargada de este edificio, y ustedes deben ser... –revisó en unas hojas llevaba entre las manos- Camilla Cabello y Dinha Jane ¿cierto?

Ambas asentimos sin decir nada. Normani era intimidante hasta cierto punto.

—Disculpe ¿Cómo supo nuestros nombres? Entiendo que cuentan con toda nuestra información pero hemos llegado en un grupo de cien personas.

—Señorita Jane, si no lo ha notado, son las únicas en este edificio. Nos hemos tomado la molestia de separar a nuestros mejores promedios y si se lo pregunta, ustedes forman parte de dicho grupo. Así que le recomiendo disfrutar de estos días de ocio antes de que entremos de lleno la formación educativa que les espera, y créanme, después de eso desearan haberse quedado en la tierra.

Dinha y yo cruzamos miradas rápidamente y tragamos saliva, algo asustadas.

—Ahora si me disculpan, tengo trabajo que hacer y si no me equivoco, ustedes aún tiene que prepararse para la cena de esta noche. Así que apresúrense porque si hay algo que nuestra directora no soporta es que la hagan esperar.

Normani salió, cerrando la puerta tras de sí.

—Vaya, que carácter. –comenté.

—Qué cuerpo diría yo, ¿has notado que todas las chicas que hemos visto hasta ahora con logo en su camisa, tienen cuerpo de infarto?

—Supongo que les obligan a mantenerse en buena forma.

—Sí, debe ser eso, en fin. Iré a prepararme. Paso por ti para salir juntas, no me gustaría encontrarme a solas con Normani.

—Seguro. Te veo luego. 

La Ultima Nave a MarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora