El Culo De Louis -LarryStylinson-

Capitulo 26

  Estaba muy enojado conmigo mismo. Primero que nada, por la puta golpiza que me dieron... Segundo, Niall ya estaba saliendo con el muy pendejo de Zayn y yo aún no quería dirigirle la palabra.

  Esto era muy cansado para mí, creo que después de todo, si tenía que darme por vencido. No iba a perder nada. Niall ya no le tenía ganas a Gemma, así que no había problema si arruinaba todo este asunto del "trato".
  Louis estaba frente a mi. No me miraba, pero me había acompañado a la clínica del instituto para que me revisarán el ojo morado que tenía por causa de los golpes. Yo no podía levantar mi mirada y al parecer, el tampoco podía. Estaba enojado conmigo y tenía derecho...

—Lo siento... —Susurre por lo bajo, pero lo suficientemente fuerte como para saber que me había escuchado.

—No importa, Harry. Pero... Creo que no fue correcto.

—No es eso.

—¿Entonces?

—Puedo sentir tu pene en mi mano.

—¡¿Qué?!—Entonces, Louis miro su entrepierna. Donde ya hacía mi mano ahí. Yo no quería, pero no me había podido resistir y ahora, la enfermera me estaba mirando mal.

—¡Lo siento! ¡Yo... No quería!

—Mierda, Harry.—Bufó

—Lo eh arruinado todo de nuevo.—Ya había apartado mi mano de ahí, y entonces, la enfermera salió. Dejándonos solos a mí y a Louis en esa pequeña habitación.

—No importa.

—¡Si importa! ¿Sabes? No tienes una puta idea de cómo me eh sentido todo este tiempo... Bueno, ni yo. Porque estaba tan enamorado que ni siquiera me di cuenta de lo que realmente pasaba. ¿Qué estaba pensando? Todos lo ven, no es un secreto que soy solo un rechazado.

—Espera, ¿Qué eso ya no es una canción de 5sos?

—¡Si! ¿y?

—No, nada.

—Bueno, Louis. El punto es que ya no voy a molestarte. Lo acabo de reflexionar y...

—Pero, Harry. Han pasado solo 10 minutos desde tu pelea.

—¡Chingado! ¡Que acabo de cambiar, dije!

—Bueno.

—El punto es... —Respire profundo antes de volver a hablar—Que creo que está más que claro que tú no sientes lo mismo que lo que yo siento por ti. Nunca tomarías todos esos riesgos ni humillaciones y... Ni siquiera sientes lo mismo por mí.

  No sabía porque había dolido tanto decirlo.

  Siempre lo supe, lo supe desde el principio. Pero quizá jamás lo había dicho en voz alta. Y eso era justo lo que necesitaba. Necesitaba decirlo en voz alta para darme cuenta de la realidad. Ya había sido demasiado tiempo de enamorarme de alguien como para que pasara esto.

  Él simplemente no era para mí. ¿Y porque?

  Porque era muy perfecto como para estar conmigo. Estaba seguro de que se merecía algo mejor.

—No quiero que lo hagas.

—¿Hacer qué?—Pregunte rápidamente sin dejar tiempo para que el chico hablase más.

—Quizá no quiero que te rindas, Harry.