Miércoles, 16 de Noviembre de 2016
— ¿A qué hora dices que vendrá? —preguntó Jimin, girando su silla del computador, clavándome la mirada.
Yo no lo veía, estaba muy concentrado contando los segundos y minutos hasta que llegase la hora de ir a la estación.
— TaeHyung —escuché lejanamente ya que estaba concentrado— ¡TaeHyung te estoy hablando!
Un objeto volador no identificado se estrello contra mi rostro.
— ¡Ah-auch! —Me quejé— ¿Qué quieres Jimin?
— ¿A que hora viene el susodicho del que no has dejado de hablar en estos últimos dos años?
Estos últimos dos años... Habían pasado tantas cosas...
•
— ¿Te iras a la universidad, hyung? —preguntó sin verme pero con un notable semblante decaído.
— Así es —respondí sin más.
No estaba muy seguro aún de todo lo que me depararía la gran ciudad y la vida nueva de estudiante, y aunque una gran ansiedad se me acumulaba en el tórax al mismo tiempo me sentía nostálgico.
No estaba abandonando nada, pero sí comenzaban muchas cosas.
— ¿Estarás bien sin mi? —pregunté.
Quizás mi mayor miedo era que jamás, desde que lo había conocido, me había separado tan abrupta y lejanamente de él.
— Hyung, ya no soy un niño. —Reclamó con un poco de molestia.
— Ya lo se —reí ante su molestia— Aún así eres mi pequeño.
Rodee con mi brazo su cuello presionando con fuerza al mejor estilo de una llave de lucha.
— ¡Suéltame de una vez!
— Ok, ya —carcajeé — no me dejas preocuparme por ti en paz.
— Debes dejar de preocuparte, hyung. —Logró mantener el contacto visual y sonrió — Voy a estar bien.
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Mucho más tarde me di cuenta que la pregunta correcta habría sido « ¿Estaré bien yo sin ti? » ó « ¿Estaré bien yo sabiendo que tú estarás bien sin mi? »Mucho más adelante sabría la respuesta. Pero eso viene después.
¿En qué estaba? !Ah sí! Todo estuvo bien.
Y ese fue el mayor problema. Todo estaba demasiado bien.
O al menos parecía estarlo.
La realidad es que sólo era la calma de la gran tormenta que se avecinaba.
Mi ingreso a la universidad no fue más que otra cosa que el deseo por la libertad y la independencia. Estudiando algo que pudiera darme lo que, incluso hasta hoy en día, continuo buscando.
Ciencias de la Comunicación y Periodismo.
Superficialmente todos pensaban que aquella carrera reflejaba mi ser social y comunicativo, capaz de sin problemas desenvolverse en casi cualquier ámbito.