Jueves, 8 de Diciembre, madrugada, 04: 37 am.
¿Alguna vez durmieron en el piso? Parece algo incomodo de pensar ¿no es así? Bueno, primera vez en mi vida que no es tal caso.
Tengo sólo una pequeña manta y Jungkook dormido a mi lado, amarrando sus piernas a las mías y agarrado a mi cintura.
Resumen:
NO PUEDO MOVERME.
Tengo una pierna a punto de acalambrarse, estoy entrando en pánico.
No quiero despertarlo, juro que no quiero, pero necesito, créanme NECESITO ir al baño ahora o moriré.
Respire hondo y con sutileza saque mis piernas fuera de la manta.
Bien, misión cumplida con éxito.
Ahora ¿Como mierda saco el resto de mi cuerpo?
Tranquilo Taehyung, respira, sí algo sabes de Jungkook es que duerme como un oso, todo estará bien.
Jungkook era un oso: musculoso, hambriento y dormilón. Un oso bebé.
Moví sus brazos de mi cuello y mi estomago, observé cómo se removió molesto unos minutos y luego continuo ivernando.
— Oso bebé —murmuré antes de salir.
Corrí al baño, hice lo que tenía que hacer, y volví a la habitación.
El oso continuaba como si nada hubiera pasado.
Sonreí viéndolo dormir.
Comencé a pasear por su habitación semi desnudo, sólo llevaba boxers y una remera mangas largas y sorprendentemente no tenía frío.
Jungkook era un oso calientito.
Comencé a hurgar sus cajones, llenos de lápices de colores, pinceles usados, bocetos de dibujos a medio terminar.
Encontré fotos reveladas de nuestra infancia, el vecindario, nuestras familias. Incluso había fotos de la escuela, la iglesia, estaba Yoongi también.
— Esta fue cuando recién nos mudamos. - solté.
Y sin querer me di cuenta que había hablado en voz alta. Mire a Jungkook quejarse y moverse de un lado al otro. Abrí los ojos y apreté mis dientes, pero él abrazo la almohada y continuo en lo suyo.
— Bebé oso.
Mire de nuevo las fotos.
YoonGi y yo nos habíamos mudado a Busan juntos. Su familia y la mía eran casi una sola y esto de debía al trabajo de nuestros padres, que trabajaban juntos, ambos fueron ascendidos y nos tuvimos que mudar.
Antes no conocía a YoonGi, él era mayor que yo y bastante antipático. Pero con el tiempo y mi insistencia logramos ser amigos.
Revisé más fotos.
Una de ellas llamo mi atención.
Mamá y yo estábamos en una de ellas. Ambos sonreíamos.
Recordaba ese día, había sido uno de los días más felices de mi vida. Acabábamos de mudarnos y recibí de regalo mi primer bicicleta. Días después, todo termino.
No volví a verla sonreír. No volví a verla jamás.
Guarde las fotos.
Suspire acercándome a la ventana, el cielo estaba completamente estrellado era algo muy hermoso. Baje mi mirada y algo llamo mi atención.