Capítulo 5: ¿Una cita? Primera parte.

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-¿Yo? ¿salir con la rubia?-preguntó asombrada-.

-Así es, no encuentro el problema.

-Quinn yo no...

-Además no creas que no me dí cuenta como la mirabas ese día, deberías agradecermelo-dijo interrumpiendo a su amiga-.

-¿Qué? ¿de que hablas? ¡Yo no la miraba!

-Ajá...

-En serio- dijo firmemente negando con la cabeza-.

-Santana tenías cara de estúpida en la cafetería cuando la viste -no pudo evitar reír mientras lo decía y su amiga le envió una sonrisa-.

-Escucha, fuera de que la estuviera observando o no -su expresión empezó a notarse tan triste que decidió apartar la mirada- sabes que yo no puedo salir con alguien.

-Hey... quita esa cara... -la tomó de la barbilla y esta sonrió con esfuerzos- no lo veas como que es una cita, sólo le harás algo de compañía mientras yo tengo una cita, ¿qué dices? Por favor... ¿puedes? -finalmente la morena asintió-.

-Me vas a tener que compensar Fabray.

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Brittany despertó lentamente, había descansado por haberse apresurado tanto. Volteó a ver el reloj y notó que sólo faltaban unos minutos para la hora en la que había quedado de verse en casa de su amiga, reaccionó inmediatamente, maldijo para sí misma, cogió sus cosas y se dispuso a ir a casa de Rachel.

La rubia salió de su casa corriendo, de la misma forma en la que llegó a la vivienda de su amiga. Estaba tan ansiosa por entrar a la casa que de manera rápida y torpe se terminó tropezando con uno de los escalones de la entrada, provocando que se fuera hacia el frente y se golpeara medianamente la cabeza contra la puerta, soltando una fuerte expresión tan común como lo es el "¡Auch!".

Rachel se encontraba en el sofá viendo televisión mientras golpeaba sus piernas de manera insistente cuando escuchó un pequeño golpe en la puerta de su casa en lugar de un timbre.

-¿Qué rayos?-se levantó del sofá y se dirigió hacia la puerta algo confundida-.

Al abrirla se encontró con Brittany en la entrada sobando su cabeza y con un gesto de dolor en el rostro. (¿Qué pasa con esta historia que a las rubias les da por tropezar?).

-Jajajajajaja, Britt, ¿qué carajo te pasó?

-Cállate y ayúdame a levantar-dijo molesta-.

-Jajajaja-le tendió la mano y la ayudó a levantarse-.

Entraron a la casa, ya era algo tarde para todo el tiempo que le lleva a la diva Rachel arreglarse y elegir el atuendo adecuado para cada ocasión. Subieron hasta la habitación de la castaña dispuestas a arreglarse mientras hablaban un poco.

-¿Es normal que no pueda controlar estos malditos nervios?

-Supongo que sí, Rach, ella te gusta ¿no?
Asintió sin decir nada.

-Mira, no pasa nada-se acercó a ella abrazandola por detrás-debes relajarte, ser tú misma y te aseguro que todo saldrá bien.

-¿En verdad lo crees?-preguntó algo insegura-.

-Claro que sí, es lo que yo haré-apretó los ojos al darse cuenta que lo dijo en voz alta en lugar de pensarlo-.

-Espera, ¿qué?-dijo soltándose del abrazo de Brittany y girandose hacia ella-.

-Que eso es lo que yo he llegado a hacer...

-No tú no dijiste eso... ¡No puede ser Britt! ¡te gusta Santana!-exclamó poniendo las manos en su boca-.

-No, claro que no, no sé de qué me hablas.

-¡Claro que sí! Jajaja no tienes porqué ocultarlo, tranquila.

-Es que no me gusta... bueno es linda y todo pero... ¿Qué tal que es una maldita?

-Por eso la conocerás hoy-dijo emocionada- además aunque fuera una maldita, sería una maldita muy sexy-Brittany sonrió-.

Eran las 5:15 p.m. y las chicas no llegaban. Brittany y Rachel estaban listas desde hace un rato, esta última se la pasaba dando vueltas por la sala.

-¿Quisieras sentarte y calmarte por un segundo? Me pones nerviosa Berry.

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-Aquí... ¡Aquí! Parate, parate, es aquí.

-Tranquila Fabray, si sigues así y le pasa algo al auto de mi madre por tu culpa te asesinaré-frenó lentamente sobre la calle frente a una casa bastante grande-.

Salieron del auto y se dirigieron a la entrada. Quinn tocó el timbre.

Se abrió la puerta rápidamente y se encontraron con un rostro molesto.

-¿Por qué tan tarde?

-Yo lo siento Rach es que Santana-esta la mandó una mirada fulminante pero se quedó callada, intimidada por esto último, Quinn decidió cortar la frase- bueno no importa, en verdad lo siento, ¿nos vamos?-sonrió la rubia-.

-Claro...-se giró hacia la casa para luego gritar- ¡Brittany, es hora de irnos!

Salió la chica ante su llamado, quedando en la puerta a un lado de su amiga.

-Hola chicas-se dirigió a ellas con una sonrisa-.

-Hola... ¿Brittany?-preguntó Quinn y esta asintió con la cabeza- Oh, un gusto, Quinn Fabray- le tendió la mano sonriendole- y ella es mi mejor amiga, Santana.

Santana se mantenía cabizbaja sin voltear a ver a la chica hasta que su amiga la golpeó con el codo y reaccionó.

-¿Qué? Ah... Claro... Hola, Santana López, también es un gusto-se saludaron de la misma forma y también se presentó con Rachel-.

Se dirigieron al auto y Quinn se quedó atrás para caminar con la castaña mientras Santana y Brittany se adelantaban.

Santana abrió las puertas del auto y al ver como Quinn se subía a la parte trasera con Rachel le preguntó:

-¿No irás adelante?

-Mmmh no, prefiero ir atrás-le mandó una sonrisa a la castaña la cual fue correspondida- además Britt puede ir contigo-.

-Ah... sí... de acuerdo.

-¿Te incomoda? De ser así si quieres me voy atrás-preguntó la rubia algo decepcionada-.

-¿Qué? No, no, no, para nada, sólo me distraje un poco, sube-caminó hasta la puerta del copiloto y la abrió para que la chica pudiera subir-.

-Gracias, qué amable-dijo sonriendole-.

Terminaron de subir todas al auto y antes de ponerlo en marcha faltaba algo importante.

-¿Y bien? ¿a dónde iremos?-preguntó la latina-.

-Vamos al centro comercial de ayer, conozco el lugar perfecto para una cita-dijo Rachel con una sonrisa-.

-¡¿Una cita?!-exclamaron al unísono Brittany y Santana-.

Amor Contra Aceptación (Brittana). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora