Capítulo 7: Kitty Wilde.

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Inició el día con un clima bastante agradable. Santana se sentía bien por empezar de cero dejando atrás todo lo malo que había vivido en su anterior escuela, aún así, sentía un poco de inquietud por la escena que desafortunadamente tuvo que observar la rubia, estaba casi segura de que aquella chica linda no diría nada pero se sentía nerviosa de que sospechara algo y a pesar de que prometieron olvidarlo, era obvio que Brittany no lo olvidaría completamente.

-Es muy temprano, duerme otra vez-dijo Quinn adormilada-.

-Jajaja es mi primer día, no puedo dormir ahora-.

-Agggh! De acuerdo pero no hagas mucho ruido, ¿saldremos por la tarde?

-Estaba pensando en una simple tarde de películas, no tengo muchas ganas de salir y así te contaré a detalle qué tal estuvo mi primer día, ¿qué opinas?

-Mmmh creo que es una buena idea pero... -le mandó una mirada que Santana comprendió perfectamente-.

-¡No Quinn! ¡No! No la voy a invitar a mi casa sólo para ver como te besas con ella-dijo molesta-.

-Pero San...

-No.

-¿Por favor? Mira, llegas aquí, comemos algo y conversamos y a ellas las citamos más tarde para las películas ¿puedes?

-¿Ellas?-preguntó confundida la latina-.

-Sí... Bueno... dijiste que no querías sólo vernos basándonos así que tú también deberías tener a alguien a quien besar... -empezó a reír-.

-¿Qué? No, no, no. El sábado pasó una situación incómoda con Brittany y no quiero que piense que...

-Yo no he dicho Brittany-se soltó a reír-.

-Bueno pero... era... obvio... digo... -tartamudeaba-.

-No sé porqué le pones tantos "pero" si bien que te gusta, además es obvio que tú a ella también.

-Quinn no, en serio, ya hablamos de esto, es una chica muy linda... es... en serio linda... Y dulce... -sonrió inconcientemente- pero no puedo, no estoy lista para esto y lo sabes-.

-No tiene nada de malo, no era en serio lo de los besos, sólo son películas... ¿sí?

-Dos películas. A lo mucho. Es todo-dijo firmemente- además aún hay que decirle a mamá-.

-Eres la mejor, ¿sabías?-la abrazó fuertemente-.

-Sí, sí, sí, cómo sea, ya... ya... sueltáme...-se soltó de su agarre- bueno ya me voy, es tarde.

-Oye, antes de que te vayas...

-¿Qué pasa?-se detuvo en la puerta-.

-Deberías considerarlo... No lo digo por Britt ¿sabes? Te haría bien, no estás avanzando, sólo es un consejo, piénsalo.

-Gracias-tenía una pequeña sonrisa-.

La morena se despidió de su madre y se dispuso a salir para su primer día de clases.

La escuela estaba amplia, no muy grande pero contaba con lo indispensable. Santana había pasado con el director Figgins a recoger su horario. En realidad había explorado un poco la escuela, se detuvo un momento en el gimnasio porque escuchó los gritos de la entrenadora, eran las animadoras. Con más razón se quedó observando con la esperanza de ver a Brittany pero nada, no pasó mucho tiempo y al parecer habían terminado su entrenamiento porque todas las chicas iban tomando sus cosas y cada una por su lado. Aunque le llamó la atención un grupo de cuatro chicas, tres de ellas se veían insignificantes, era como si siguieran a su abeja reina, la rodeaban, no sabía de que tanto hablaban pero parecían muy tontas y sólo asentían a lo que la chica decía. Una chica rubia y de estatura media, con una coleta de caballo, igual a la que tenían las otras chicas y la que tenía Brittany el día que la conoció y claro, no podía faltar el uniforme, Santana se le quedó mirando unos segundos y dijo para sí misma:

-Definitivamente a Britt le queda mucho mejor ese uniforme, además es mucho más hermosa-sonaba muy convencida-.

Al parecer las cuatro animadoras que estaban ahí escucharon algo y voltearon a ver a la latina, esta se paralizó pero se dió cuenta que sólo habían escuchado algo, aunque no con claridad, imaginó que de ser así ya la habrían aniquilado o algo por el estilo, no parecían muy amigables. Tres de ellas apartaron la vista de inmediato al notar que sólo era una chica sin importancia, pero la rubia, la "abeja reina" seguía observandola con detenimiento, curiosidad y una sonrisa maliciosa. Santana se sintió intimidada y segundos después se fue rápidamente del lugar.

Le tomó unos minutos encontrar su salón de clase y ya estaba algo retrasada así que llegó corriendo pero iba tan rápido que no notó que la puerta estaba entreabierta y entró resbalando al salón interrumpiendo la clase, llamando la atención de todos pero sin dejarse caer, apenas manteniendo el equilibrio.

-Buena forma de iniciar en una nueva escuela...-se escuchó una voz al fondo con tremendo sarcasmo, de inmediato unas risas-.

-¡Cállate Kitty! ¡Déjala en paz!- reconoció esa voz de inmediato, era ella, la chica linda y dulce-.

-Tenía que salir a la defensa la niña tonta "soy un unicornio, soy un unicornio" además tú no me dices cómo hablarle a las personas, ¿oiste?-dijo retandola-.

-Kitty, en serio te juro que si no la dejas en paz...

Santana no sabía lo que estaba pasando, ¿la chica que había visto minutos atrás ahora estaba discutiendo con Britt?

-¡Señorita Pierce! ¡Señorita Wilde! Les pido que guarden silencio porque si inician una pelea en mi clase tendré que llevarlas con el director-dijo molesta la profesora-.

Guardaron silencio pero seguían matándose con la mirada las dos rubias. La morena seguía atónita.

-Bien... ahora..  señorita, hágame favor de presentarse frente a la clase-refiriendose a Santana-.

-¿Qué? Ah... claro, mi nombre es Santana López, vengo de Los Ángeles.

-Un gusto, por favor que no se repita la tardanza Santana, toma asiento por favor.

-Hola Britt.

-Hola San.

La chica tomó el asiento junto a la rubia, la cual le sonrió dulcemente y fue correspondida. Kitty se dió cuenta de ese gesto y las fulminó a ambas con la mirada. Durante la clase Brittany y Santana no paraban de mandarse miradas lindas y de vez en cuando una sonrisa.

Al terminar la clase, la latina se adelantó un poco y decidió esperar a Britt en la puerta pero esta aún no guardaba todas sus cosas. Por lo que Kitty aprovechó el momento y en un abrir y cerrar de ojos estaba en la puerta frente a Santana.

-Hola, creo que comenzamos con el pie izquierdo. Verás, así es esto, el ser nueva complica mucho las cosas en esta escuela, así que seamos amigas, Brittany es popular sí... -Santana tenía una expresión seria en su rostro pero no decía nada, seguía escuchando- pero no tanto como yo-tenía un tono bastante presumido- así que elige mejor tus amistades, no querrás hacerte de una enemiga y bueno yo te ayudo con tu imagen en McKinley y tú me ayudas con un pequeño trabajo pendiente que tengo con esa chica-sabía que se refería a su rubia-por cierto, soy Kitty, Kitty Wilde.

En ese momento Brittany llegó a la puerta y Santana la miró sonriente, volvió su vista a Kitty y antes de retirarse felizmente de la mano de la chica linda y dulce le dijo a la otra rubia:

-Gracias, pero no estoy interesada.

Amor Contra Aceptación (Brittana). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora