Amor Contra Aceptación (Brittana).

Capítulo 10: Empieza el juego.

La tarde del sábado era cálida, había mucha gente en el aeropuerto, Quinn estaba a punto de partir y se iba tranquila dejando a su amiga en buenas manos.
Santana omitió su última decisión y le dijo a la rubia que confiaría en Brittany y eso era en parte cierto, seguía confundida pero ya no podía hacer mucho, cuando empezó a dudar Kitty la amenazó con decirle a todo el mundo su secreto, no quería la humillación otra vez pero tampoco quería hacerle daño a esa chica y le asustaba sea lo que sea que tenía planeado Kitty.

-Te voy a extrañar.

-Y yo a ti-decía Rachel conteniendo un par de lágrimas-.

-Cuidalas bien Britt, por favor.

-Claro que sí, es un placer-sonreía con encanto-.

-Te llamaré diario y trataré de venir en las vacac...-retomó la vista hacia su castaña-.

-No Quinn...

-¿Qué? ¿Es que no quieres verme?-preguntó algo triste-.

-Claro que quiero, pero... si tú me recibes en tu casa ahora seré yo quién te visite durante las vacaciones-sonreía emocionada-.

-Wow! ¿lo dices en serio?-No podía contener su emoción pero lo que sí contuvo fue su preocupación, sus padres no sabían nada aún- yo encantada-dijo tomandola del cuello para acercarse a sus labios y plantarle un beso con mucho amor el cual fue muy bien correspondido-.

-Me están asqueando-dijo la latina con desagrado y Brittany no pudo evitar reír-.

Las chicas se separaron y Maribel le pidió a Quinn que se acercara para luego abrazarla con fuerza.

-Muchas gracias por acompañar a mi niña esta semana Quinn, no sé cómo pagartelo-la miraba sonriente-.

-Oh no Maribel no agradezcas nada, San es mi mejor amiga y es un placer y mmmh... creo que sí sé cómo puedes pagarme-decía cabizabaja no sin antes asegurarse que Rachel no la estaba mirando-.

-Claro que sí mi niña, dime, ¿qué necesitas?

-Mmmh... -al decir esto con la cabeza señaló a su chica-. 

-¿No saben nada, verdad?-preguntó Maribel entendiendo lo que quería decir-.

-No... no les he dicho nada, es difícil...

-Yo guardaré silencio pero hazlo cuanto antes Quinny, no puedes ocultar lo que eres siempre-le plantó un beso en la frente-.

-Lo sé, muchas gracias por todo en verdad.

-Bah! Sabes que eres de la familia, puedes venir cuando quieras.

La rubia se alejaba despidiendo con la mirada a su mejor amiga y su madre, su chica y a la mejor amiga de su chica. El vuelo partió.

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La preparatoria McKinley lucía muy tranquila por la mañana, Santana había llegado temprano, no quería retrasarse más, se encontraba sentada por en medio en el aula de su primera clase y esperaba a ambas chicas rubias, aunque al mismo tiempo no quería ver a ninguna de las dos. Empezaron a llegar algunos compañeros pero no había rastro de ninguna de las dos chicas, no sabía qué hacer y esa duda la estaba matando desde días atrás.

Una voz irritante la sacó de sus pensamientos:

-Relación, larga relación. Un año, lo que queda del año.

-¿Qué? ¿de qué hablas Kitty?-la miraba con fastidio-.

-Quiero que seas su novia durante todo el tiempo que queda en esta escuela, o si quieres más, sería más emocionante.

-No comprendo...

-¿Brittany? ¿plan? Reacciona por favor niña, quiero que la hagas tu pareja, la enamores perdidamente y después la botes, es sencillo-sonrió-.

-A ver... Kitty yo no puedo hacerle eso, es cruel, además no tiene sentido, se supone que hago esto porque no quiero que sepan que soy lesbiana y si salgo con ella será obvio, qué plan más idiota-dijo molesta-.

-No niña, no sabes lo que dices-soltó una carcajada- obviamente tienes que ser discreta, quiero que le duela, que sufra por un amor que recuerde para siempre, difícil de superar, que duela el resto de su patética vida-Kitty tenía un gesto cruel, de irá, de venganza, realmente quería hacerle daño a esa chica-.

-No se puede ocultar una relación tanto tiempo, no seas estúpida...

-Que la mierda... Santana, haz lo que te digo, tienes que ser discreta o todos sabrán tu secreto y eso será sólo tu problema, me quedo sin culpas pero si no lo haces... JA! Te contaré un secreto-sonrió con malicia-.

-Ajá...

-Sam Evans.

-¿Q.. qué?-su enfado se desvaneció de su rostro y poco a poco se ponía más nerviosa y pálida- t..tú... ¿qué sabes de él?

-Es mi primo idiota. Te dije que hicce mi investigación. Él hasta cierto punto... tiene algo de bondad... Pero claro es hombre, yo no. Si viviste un infierno en esa escuela gracias a él no quieres saber lo que te espera aquí si no haces lo que te digo-decía firmemente y con un tono realmente intimidante-.

No pudo decir más, fue cuando la profesora entró y detrás de ella la chica: Brittany. Tan hermosa como siempre, esos labios tan delicados, esa cabellera lacia y rubia sostenida en una coleta, un uniforme de animadora, una figura que a la morena le parecía perfecta y esos ojos... claro esos ojos azules que la hacían perderse completamente en ellos. Tomó su lugar justo al lado de Santana mientras la saludaba y le regalaba una sonrisa dulce.

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Esperaba en la puerta del aula por fuera a que Brittany recogiera sus cosas y por fin saliera para hablar con ella. Lo difícil no sería la relación, ella encantada, lo difícil sería enamorarla, Santana tenía mas miedo de enamorarse ella, lo difícil... lo difícil sería lastimarla.

-Hola Britt-la miraba alegremente-.

-Oh.. Hola San-lucía igual de emocionada-.

-Bueno, primero... quería disculparme por la forma en la que te corrí de mi casa el otro día y...

-San... no te preocupes-la interrumpió- déjalo así en serio no pasa nada, de nuevo... olvidemos eso.
-Vaya, Brittany en serio eres increíble, te lo agradezco-sonrió- pero quiero compensarte.

-¿Compensarme?

-Sí Britt... verás yo no me he portado bien contigo últimamente y quería... bueno... ya sabes...

-No comprendo San-notaba el nerviosismo de la latina y eso le encantaba-.

-Quiero invitarte a salir... en... una... ya sabes... una...

-¿Una cita?-preguntó sonriente-.

-Eh... sí... eso, una cita, tú y yo... nada más.

-Calma esos nervios-le guiño el ojo y se mordió el labio- yo encantada.

-Oh... eh.. genial, ¿puedes esta noche?

-Me encantaría.

-Bueno, ¿pasó por ti a las 6? Ponte más linda de lo que ya eres-al decir esto la rubia se sonrojó-.

-Me parece perfecto.

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El timbre sonaba y Brittany estaba como loca en su habitación dándole unos pocos retoques a su maquillaje hasta que terminó y por fin se dispuso a bajar las escaleras para abrir la puerta.

Tenía puesto un hermoso vestido negro que hacía resaltar sus bellos ojos azules y su cabello suelto.

Abrió la puerta para encontrarse con una Santana con un vestido entallado rojo que le iba bastante bien.

-Bri... Brittany... te ves... te ves preciosa.