Capítulo 11: No es correcto pero... se siente bien.

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Horas antes de que partiera a casa de Brittany, Santana se encontraba recostada en su cama viendo al techo, tenía muchas cosas en la cabeza, no entendía el plan de la rubia, no se le ocurría una razón para que simplemente le hiciera lo mismo a Brittany, decir que era lesbiana o al menos la morena estaba un 90% segura de eso, es decir por eso era linda con ella todo el tiempo o por eso quería besarla, por eso aceptó gustosa su invitación.
Lo que Santana no sabía es que Brittany era tan popular y tan dulce con todos que para Kitty Wilde el hecho de decir una verdad de su enemiga tan simple como esa no sería suficiente para torturarla, quizás por el hecho de que todos adoraban a esa chica, era tan tierna que nadie podría odiarla o verla con repulsión, Brittany no era alguien a quien le gustara exponer su preferencia pero tampoco trataba de ocultarlo y no tenía miedo del rechazo, se amaba a sí misma por lo que era. Hacia tiempo que ese rumor de que a la chica le atraían las de su mismo sexo corría por la escuela pero no parecía importarle a nadie, nadie la molestaba ni le preguntaba algo al respecto y eso era lo que a Kitty le ardía, que todos la amaran y no pasara por la humillación que ella pasó.
Es por eso que lo quería hacer más directo y personal, algo que sí le doliera por mucho tiempo, es por eso que había acudido a la latina sexy.

Santana bajó la escalera y se encontró con su madre preparando algo en la cocina. Sé quedó ahí parada hasta que su mamá rompió el silencio:

-Ha pasado ya una semana y no me has contado qué te parece la nueva escuela-dijo algo intrigada-.

-Oh cierto... bueno está bien creo, me agrada, no he hecho muchos amigos pero las clases son buenas y Rachel aunque es desesperante a aveces me agrada.

-¿Y Brittany?-preguntó viéndola fijamente-.

-¿Britt... Brittany? Bueno, ella es encantadora-no pudo evitar sonreír-. Hablando sobre eso... ¿Me prestarías tu auto hoy? Vamos a salir...

-Mira nada más, vas a salir con esa chica ¿eh? ¿también irá Rachel?

-En realidad... no. Sólo seremos ella y yo-dijo la morena entrecerrando los ojos esperando comentarios incómodos de su madre-.

-¿Ella te gusta?-preguntó ansiosa dejando de lado lo que estaba haciendo mientras veía el sonrojamiento de su hija-.

-Eh... bueno... yo, no lo sé...

-¡Claro que te gusta!-soltó una pequeña risa- San, no tiene nada de malo, es un nuevo comienzo y esa chica me encanta para ti y claro que puedes usar el auto, pero te quiero de vuelta a las 10.

-Gracias mamá-dijo dándole un beso en la mejilla para luego subir las escaleras y arreglarse-.

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-Bri... Brittany... te ves... te ves preciosa.

-Gracias San-se sonrojaba- tú también, te ves radiante, el rojo te queda bien.

-Gracias-dijo para acercarse y dejarle un beso en la mejilla cerca de sus labios-.

-¿Nos vamos?-Preguntó emocionada-.
-Claro-le tendió su mano y la rubia la tomó con gusto-.

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-Cinema al aire libre... gran idea. ¿Cómo supiste de este lugar y lo mucho que me gustaba?-preguntó la rubia observando Santana acomodandose junto a ella frente a su pequeño picnic-.

-Bueno... intuición-respondió esta mandandole una sonrisa-.

-Rachel...

-Sí, ella me lo dijo-hizo un gesto de culpabilidad-.

-Bueno, como sea, gracias, es lindo estar aquí pero contigo-apartó la mirada para que no notara como se ruborizaba-.

Después de la película apenas eran las 8:30 pero al parecer era la última función, las personas se retiraban poco a poco menos ese par de chicas que estaban muy cómodas comiendo de lo que había en la canasta, de las risas y en su conversación. Santana se sentía tan bien cerca de Brittany que hasta había olvidado porqué estaba haciendo todo eso, porqué estaba ahí disfrutando de la noche con esa chica tan hermosa.

-Aún quedan unas cuantas uvas, ¿quieres jugar?-retó la rubia con sonrisa maliciosa-.

-Jugar... a ver, ¿en qué consiste su juego señorita?

-Bueno veamos... -volteó hacia la canasta- quedan 10 uvas, yo te lanzaré 5 y tratarás de atraparlas con la boca y las 5 restantes tú me las arrojarás a mí, la que atrape más ganará.

-¿Y qué ganará exactamente?

-Bueno... el derecho de hacerle cosquillas a la otra sin compasión durante 3 minutos.

-¿Qué? Jajaja soy muy cosquilluda-se quedó pensativa pues aunque el juego le parecía bastante infantil no quería negarselo- de acuerdo-Brittany sonrió emocionada-.

Después de un juego bastante divertido y justo, la rubia tuvo la victoria por dos puntos.

-Eres bastante torpe para esto-río-.

-Oye es difícil jajaja además atrapé 2 de 5, no está mal para ser la primera vez, ¿cierto?

-Tienes razón, hasta te perdonaré el castigo por ser primeriza.

-Vaya... me haces sentir indefensa-volteó a ver la vista y se dedicó a tocar el pasto cuando de pronto se sintió atacada y comenzó a reír-.

-No, no, aguarda-decía entre risas- es trampa, dijiste que no lo harías- se encontraba totalmente boca arriba sobre el pasto con una chica haciéndole cosquillas encima de ella-.
-Es un juego justo, lo siento-dijo la rubia sin dejar lo que estaba haciendo-.

-Oh... No lo creo-seguía riendo al mismo tiempo que en un abrir y cerrar de ojos ya había cambiado de posición, estaba sobre Brittany tomando sus muñecas contra el pasto-.

La rubia la miraba, observaba detenidamente los labios carnosos de Santana que tanto moría por probar, tenía miedo de lo de la vez pasada pero no pudo contenerse... la besó con ternura pero la chica apartó sus labios pero quedando cerca aún, sólo la miraba.

-San... yo... lo siento... No quería...

No la dejó terminar la frase pues la latina sin decir nada le devolvió el beso, Brittany gustosa correspondió y la besaba lentamente y con mucho cariño mientras sentía toda la pasión que Santana transmitía a través de sus labios, era la combinación perfecta, el beso se intensificaba y no podían parar.

Un recuerdo invadió a Santana por lo que se separó unos segundos para decirle a la chica:

-Esto... esto no es correcto pero... se siente bien.

-Hablas demasiado-dijo Brittany atrayendola hacia ella para juntar de nuevo sus labios con los de ella-.

Se sentía tan bien, a la rubia le gustaba mucho esa chica y sabía que le habían hecho daño, quería reparar su corazón. Mientras Santana se sentía culpable pero no podía evitar disfrutar del momento y del precioso beso tan tierno que la rubia le entregaba, podría acostumbrarse, también le encantaba la chica, pero estaba mal.

El vibrar de un celular interrumpió la acción.

Amor Contra Aceptación (Brittana). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora