Prólogo ||La tragedia||

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"El corazón que ama de verdad, nunca olvida"
—Proverbio anónimo.

Ésta es la historia de Vic Fuentes.

Vivió una infancia feliz, siempre estuvo acompañado de su hermano y de sus padres. Tenía una familia unida. No había problemas. Siempre había sido un niño sonriente, social, inteligente y deportista, pero sobre todo, era talentoso.

Todos sabían que Vic tenía un futuro exitoso en la palma de la mano.

Pero un día, mientras jugaba con su pequeño hermano menor, sufrió un ligero, pero significativo ataque al corazón. Sus padres preocupados, decidieron llevarlo con un cardiólogo, y fue ahí cuando se dieron cuenta que aquel niño, tenía un soplo en el corazón.

Su vida cambió en ese instante, puesto que, tenía que cuidarse, y permanecer tranquilo la mayoría del tiempo. Y eso fue difícil, demasiado a decir verdad, puesto que Vic siempre había sido una persona energética.

Las palabras del doctor fueron:

—Probablemente dure de por vida, no lo sabemos. Necesita cuidarse. Pero, no se preocupen, una operación no es necesaria, a menos de que de esta dependa su vida.

Creció con la preocupación de que los ataques al corazón se hicieran frecuentes, pero aún así, jamás dejó de ser ese chico optimista que amaba la vida.

Se volvió popular en preparatoria. Conoció a dos de sus mejores amigos, Jaime y Tony, y junto con su hermano, decidieron formar una banda. También conoció a una chica alegre y pelirroja, Danielle, aquella chica amaba la naturaleza, era demasiado amable con todos. Vic se enamoró por primera vez cuando la conoció.

Victor quería declararle su amor. Él la veía como más que su mejor amiga. Para él, era la chica más hermosa del mundo entero y nadie se le comparaba. Y cuando por fin tuvo la valentía, la invitó a salir. Para mala suerte del chico, Danielle se suicidó.

Fue la primera vez que sufrió de verdad. No podía hacerse de la idea de que la chica hubiera muerto. Ni siquiera se había despedido de ella. No pudo abrazarla de nuevo, hablar y reírse con ella. Fue un golpe duro, que incluso le hizo pensar que el amor era una simple ilusión.

Poco a poco se recuperó de aquella depresión.

Un año después, comenzó a haber bastantes complicaciones con su enfermedad, debido a que, en la ciudad de México, los servicios médicos en verdad eran un asco. Incluso, parecía que a los doctores encargados de los enfermos, no les importaba en lo más mínimo que algún paciente muriera, mientras ellos recibieran su pago. La única alternativa que tuvieron sus padres, fue llevarlo a Estados Unidos, ahí sería mejor tratado que en su país.

Sin embargo, no fue para nada fácil convencerlo.

—No... ¡¿Cómo me hacen esto?! Tengo toda mi vida viviendo aquí. Mis amigos, mi banda... ¡Ustedes, mi familia! —comenzó a manotear—. No pueden llevarme a un país diferente que aparte está lleno de gringos.

—En Estados Unidos hay mejor servicio médico que aquí, hijo —su madre, Vivian, trataba de consolarlo—. Aparte, no estarás solo, a pesar de la distancia, tendrás nuestro apoyo. Y tu abuela Marta, también va a cuidarte.

Y no le quedó de otra más que irse del país. Para ser más específicos, fue a la ciudad de Chicago. La idea no le emocionaba para nada en lo absoluto, en cambio, lo hacía ponerse enojado y más que eso, triste. A decir verdad, no le importaba morirse debido a algún fallo de su corazón, después de todo, ahora vivía solo.

Pero aún así, decidió ir a la escuela. Claro, sería el colmo quedarse como un vil ignorante el resto de su vida —aparte, su dicción del inglés era una mierda, así que debía aprender a pronunciarlo correctamente— y con ayuda de su abuela Marta, logró ingresar a un instituto.

All My Heart [Kellic] (2)Where stories live. Discover now