7.- || I'm sorry. But I forget the color of your eyes||

265 46 65
                                    

—N-no, Kellin, no... —terminó de leer la carta, y temblando, se tiró al piso mientras las lágrimas corrían por sus mejillas—, tú no puedes irte, NO PUEDES DEJARME SOLO EN ESTO, ¡Lo prometiste! Dijiste que íbamos a estar juntos siempre, ¿¡Por qué me haces esto!? Te necesito, carajo, te necesito. No quiero que sea el fin de lo nuestro —tomó una almohada y la presionó contra su pecho—, no quiero perderte.

(...)

—Kellin...

Gerard se quedó boquiabierto, incrédulo. No sabía si era un juego de Kellin, o si en verdad, no recordaba quien era Vic. Pero, por la expresión del pelinegro, se podían interpretar cosas terribles.

Kellin estaba serio, mientras, esperaba una respuesta por parte de Gerard. Sin embargo, él no sabía que decirle, ni siquiera tenía idea de cómo reaccionar a algo así. Ahora comenzaba a sentirse nervioso, pero más que eso, asustado. Porque, vamos, ¿Cómo era posible que no recordara a Vic?

—Vic es tu novio, ¿no lo recuerdas?

Y la expresión del pelinegro volvió a cambiar; pasó de estar serio, a tener una mueca en su cara. Pero, no sólo era eso, sino que, también, tenía los ojos llenos de lágrimas. Su temor, y la causa de su nerviosísimo, se había hecho real. Al parecer, había olvidado a ese tal Vic. Pero, el problema era que, ni siquiera el nombre le sonaba. Estaba confundido. Aparte, pensaba en otra persona en esos momentos.

Era todo muy difícil... demasiado. Sentía ese vacío en su pecho aumentando cada vez más, sentía que le faltaba algo, sin embargo, no sabía qué.

—Uh, no —rascó la parte trasera de su cabeza y miró a Gerard con algo de angustia—. Mi novio es... agh, yo amo a Denis. No tengo idea de quién es ese tal Vic. ¿Estás jugando, verdad?

Pero, lo peor de esto, es que, en la puerta, se encontraban Patrick, Bronx... y para su mala suerte, Vic. Que, había dejado de sonreír por completo, y ahora tenía los ojos llenos de lágrimas. Decir que se sentía mal era poco, porque, en verdad, se sentía como un saco de mierda o algo así.

Se sentía tan jodidamente pequeño y sobrante en esa habitación. Era como si el mundo se le hubiera venido encima. Tenía un nudo en la garganta, quería golpear a alguien, gritar, matarse. Y lo peor es que, escuchó absolutamente todo lo que dijo Kellin.
El moreno estaba tratando de no entrar en pánico. Miró los ojos del pelinegro, sin embargo, estos no lo miraban como antes... no estaba ese brillo especial.

—¿Quién eres... tú? —el pelinegro también tenía los ojos llenos de lagrimas, pero, estas eran porque, en verdad, se sentía mal por haber olvidado a alguien. Tenía miedo de que no fuera sólo uno, sino más—. Y-yo...

—¿Cómo es posible que no te acuerdes de mí? —Vic se acercó con demasiado miedo a Kellin. Sentía como, por cada paso que daba, su corazón se rompía cada vez más—. K-Kellin, ¿acaso no...?

—No —respondió seco, pero, no porque lo odiara o algo así, era más bien porque tenía muchísimo miedo de sí mismo—. Lo siento...

Fue lo que pudo decir, sin embargo, le dolió hacerlo y no supo por qué. Pero, sentía pena, y más que eso, lastima por aquel chico moreno. Le dieron ganas de abrazarlo. Ahora Kellin se sentía mal, y de nuevo, sentía como el vacio en su pecho aumentaba.

—Te amo.

Sin embargo, el pelinegro no respondió. Sólo se quedó ahí, serio, mirando, y tratando de reconocer a quien hace cinco años había llamado "el amor de mi vida". Se sentía muy mal por no poder recordarlo, tanto que, por dicha impotencia, le daban ganas de llorar.

Pero aun así, estaba convencido de que, su novio era Denis. Porque, bueno, con él eran los únicos recuerdos amorosos que existían en su extraña y para nada dichosa cabeza. Pobre Kellin, en verdad, pobre de él.

All My Heart [Kellic] (2)Where stories live. Discover now