4.- ||Problema, problema, problema...||

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Talló sus ojos y ya había un gran dolor de cabeza invadiéndolo. Soltó un quejido, y se dio cuenta de que se encontraba únicamente en ropa interior. Miró a su izquierda, y se percató de que no estaba solo, a su lado, estaba Tabby envuelta en las cobijas.

—¿Qué mierda...? —dijo por fin consiente, y con miedo, se levantó de la cama—. ¿¡Tú qué mierda estás haciendo aquí!?

Tabby se levantó y bostezó. Después miró a Vic con una sonrisa.

—Tuvimos sexo anoche, ¿Recuerdas?

A Vic le entraron unas ganas inmediatas de vomitar. Ahora se sentía sucio, e infectado de 100 maneras diferentes. En su cabeza no cabían tales palabras como "tuvimos sexo anoche". No la amaba, y mucho menos, sentía el más mínimo aprecio por ella. Era como si se hubiera acostado con una prostituta y de las baratas.

Pero, es que, también el hecho de haber tenido sexo con ella, significaba, de cierta manera, haber roto la promesa que le había hecho a Kellin, y eso lo hacía sentirse como la peor persona del mundo.

—Joder... —ahora sentía ganas de llorar a causa de la misma impotencia—, no... mierda, ¡No! Qué asco, yo nunca me acostaría contigo.

Tabby rodó los ojos y como acto seguido comenzó a colocarse su ropa, la cual, estaba esparcida por el resto de la habitación. Se sentía feliz, por fin había logrado su objetivo. Se había acostado con el mismísimo Vic Fuentes.

—Oye, tan fea no soy —miró a Vic con los ojos entre cerrados—. ¿Qué tengo de malo?

«Todo, pendeja» Pensó Vic y después tomó la camisa de Tabby con cara de asco, luego se la lanzó como si ésta estuviera infectada.

—¿Qué tienes de malo? Oh, bueno, empecemos por el simple hecho de que eres una maldita ofrecida que aprovecha la primera oportunidad de sexo para ofrecer su cuerpo como si fuera algo sin el más mínimo valor. Qué asco, qué pena me da que no tengas respeto por ti misma —la miró con desaprobación y desprecio—. Y ni se te ocurra decir que estás embarazada, que en tu certificado médico está claramente marcado que eres estéril, porque nunca te llegó el periodo.

Tabby se quedó con la boca semi-abierta, jamás había visto a Vic tan molesto. Como único remedio, no le quedó más de otra que mirar con tristeza las sabanas de la cama y terminar de abrocharse los zapatos.

—Ay, no seas ridícula. No pongas esa cara. ¿Por qué, Tabby? ¿Por qué me haces esto? —suspiró con cierta desesperación—. Me gustan los hombres, ¿No te ha quedado claro? Aparte, estaba borracho.

—Esa "maldita cara" —bufó y salió de la habitación, con el negro violado siguiéndola—. Perdón por de verdad quererte. Lamento no ser lo suficiente para el gran Victor Fuentes, lamento no ser Kellin. Me esfuerzo, pero, ni siquiera notas eso. Será mejor que te quedes solo.

—Cierras la puerta cuando te vayas, por favor.

(...)

Tabby era esa persona a la cual en verdad, le gustaba joderle la vida a las personas. De alguna u otra manera, necesitaba llamar la atención. No tenía novio, ni hermanos. Sus padres no vivían en Chicago, y su único compañero de departamento era un cuyo.

Cui. Cui. Cui.

Como sea. Se preguntaran, ¿Con que finalidad quiso acostarse con Vic? Y, bueno, en sí, fue porque en verdad deseaba tenerlo en su cama. Pero, la otra razón por la que había hecho eso—y la más importante— era porque, después de acostarse con él, podría decírselo a Jaime, y así causar problemas entre ellos.

All My Heart [Kellic] (2)Where stories live. Discover now