All My Heart [Kellic] (2)

8.- ||Desahogándose con el diario||

Diario:

Ha pasado una semana desde que mi hermoso chico de ojos azules grisáceos despertó. Aunque, se ha olvidad por completo de mí. Y eso me duele muchísimo. Muy apenas recuerda mi nombre, y eso es porque, Gerard se lo dijo.

Justo hoy debe estar recibiendo una de sus últimas terapias en el hospital. Son para que pueda caminar y moverse de nuevo. Después se lo van a llevar a casa, pero, seguirá asintiendo a dichas terapias.

(...)

—A ver, Kellin, ahora, en lugar de dar dos pasos, intentaremos dar tres, ¿De acuerdo? —dijo sonriendo de una manera bastante amigable la enfermera Katelynne.

Que por cierto, aquella enfermera se había ganado el corazón de Kellin. No estamos hablando de una manera amorosa, sino de una literal. Katelynne lo trataba muy bien, y se notaba que disfrutaba hacer su trabajo en aquel hospital. Aparte, le había estado dando ciertos consejos a Kellin acerca de la moda actual.

—Ayer me caí —dijo Kellin algo desanimado.

—Es de humanos caer —le sonrió y ayudó a levantarse—. Cuando estés listo para empezar, me dices.

Kellin suspiró y miró a su alrededor; se dio cuenta de que él no era el único con problemas, y que incluso, su situación era algo favorable, ya que, a él sólo le faltaba poder caminar de nuevo... y recuperar su memoria. El pelinegro suspiró, y anunció a Katelynne que ya estaba listo para caminar. La chica sonrió y lo ayudó a dar pequeños pasos.

—¿Y cómo te sientes, Kellin?

—Mal —dio otro paso algo tembloroso—. He perdido parte de mis recuerdos, y me olvidé por completo de un tal Vic, que resulta ser mi novio. Pero, ¿sabes que es lo peor? Que cuando pienso en él... siento un vacío, no sé si entienda... —miró al piso decepcionado—, y Denis no ha venido a verme.

—Vas a recuperar tu memoria. Venga, ten paciencia. Creo que deberías hablar con Vic, para que aclaren todo juntos —y ahí estaba Katelynne, subiéndole el ánimo como siempre—. ¡Mira! ¡Diste cinco pasos!

La expresión triste se borró al instante de la cara del pelinegro, y sonrió mostrando los dientes.

—¡Si pude! —la expresión de felicidad en su rostro no tenía precio—. ¡Estoy tan feliz!

(...)

No he tenido la fuerza suficiente como para pararme frente a Kellin y verlo a la cara. No sabe quién soy, no recuerda nada de lo nuestro, todo se esfumó, se fue por la maldita borda. Y, no lo sé, siento como si jamás me hubiera amado... ¿quién se olvida de quien dice amar? Aunque, yo me lo merezco. Gracias a mí, sucedió el accidente, yo era quien conducía, yo prometí tener cuidado y rompí con eso. Soy un idiota. Un imbécil del que su novio se olvidó.

Pero... ahora que lo pienso, soy un egoísta por no pensar en él. Pobre de mi Kellin... si yo fuera él, y despertara en su misma situación, me sentiría terriblemente culpable. Sí, ya me explicaron que va a recobrar sus recuerdos en unos meses, y sufre de algo llamado "pérdida de memoria". Pero, aun así, es terrible.

Quiero estar con Kellin, pero como ya lo dije, me da miedo. Aparte, no creo que quiera verme, es decir, el dice amar al idiota, inservible, pendejo, cara de culo, bizco, idiota x2, baboso, bueno para nada de Denis. Ah, no me cae bien, por cierto. ¡Y lo peor es que el muy estúpido no le ha dicho la verdad a Kellin! Carajo... si pudiera, le arrancaría cada una de sus extremidades para que tenga una muerte lenta y dolorosa mientras escucha al Komander.