Si estuvieses aquí.../#PNovel

Capítulo 3

Para cuando el abuelo Joseph llegó a casa, ya me encontraba lista para partir. Había empacado mis cosas la noche anterior. Decidí no llevar mucho equipaje, tan solo lo necesario para lo que duraba el campamento. De más está decir que entre lo que empaqué se encuentran mis libros de lectura, ya que tengo la convicción de que los voy a necesitar durante mi estadía.

Antes de partir le di un beso a mi hermano en la mejilla y un gran abrazo a mamá. Ella se conmovió y las lágrimas brotaron de sus ojos al instante. Esto es lo que odio de las despedidas; te ponen sensible (y si supiesen cuanto detesto ponerme sentimental). Además esto me hace meditar más aún en si lo que estoy haciendo es lo correcto o al contrario: un desatino.

En el transcurso del viaje ninguno de los dos moduló ni una sola palabra. Para ser honesta, estaba demasiado abstracta en mis pensamientos; aunque por otro lado tampoco se me ocurría algún tema del cual hablar con él. Al parecer, al abuelo le pasaba lo mismo.

Al llegar al campamento el abuelo Joseph me ayudó a bajar las valijas y se despidió de mí. Dijo que el sábado en la mañana pasaría por mí, le dije que no era necesario, que podía volver caminando o en autobús ya que el trayecto del campamento a su casa no era largo; pero insistió tanto que no me quedó otra que aceptar.

El campamento era inmenso, a tal punto que me encontraba desorientada y no tenía idea hacía donde dirigirme. Por lo que decidí preguntarle a una chica de aproximadamente mi edad quien se encontraba cerca de un puesto de limonadas.

—Disculpa, soy nueva aquí.Es la primera vez que vengo a este campamento. Como veras, me encuentro un poco pérdida por no decir del todo. ¿No sabes, como es el tema de las habitaciones? ¿Y si ya las han asignado? Es que creo que me retrasé un poco.

—No hay problema, también me encontraba igual de perdida que tú la primera vez —dijo sonriendo—.Las habitaciones se encargó de asignarlas el coordinador. Eso fue alrededor de media hora atrás. Pero si quieres te puedo acompañar a su oficina para que averigües cuál te tocó. Por cierto, bienvenida a Somerset.

—Gracias, te lo agradecería muchísimo, por cierto ¿cuál es tu nombre?

—que tonta, aún no nos hemos presentado. Mi nombre es Megan Clark.

—Un gusto, Megan. Soy Emily Parker.

—Bueno Emily, lo mejor es que no perdamos más tiempo y averigüemos lo tuyo. Dentro de poco servirán el desayuno.

Nos dirigimos a la oficina del señor Evans, este nos dijo que mi habitación era la ciento cuatro. La misma en la que se encontraba Megan, esto me regocijó ya que ella me parecía una chica muy simpática, realmente me caía bien.

Nuestra habitación no es la gran cosa, pero cuenta con unas camas que son de lo más cómodas; lo sé porque lo primero que hice al entrar fue tirarme en la cama. También hay un estante, dos mesas de luz y un armario. Con Megan acordamos que cada una ocuparía una mitad del mismo para acomodar nuestra ropa. Pude notar que su parte de la habitación ya estaba decorada con posters de bandas de rock como My Chemical Romance, Linkin Park y Red Hot Chilli Peppers. También había una fotografía de ella junto con otra persona en la pared, supongo que debe ser la hermana porque el parecido entre ellas es increíble. Las dos tienen piel trigueña, pelo castaño oscuro con ondas y dientes perfectamente alineados. Lo único en lo que difieren es el color de ojos ya que Megan los tiene de color marrón oscuro, mientras que los de la otra joven son azules. Es cuando observaba la fotografía que la voz de Megan me desconcertó:

—¿Pero, qué haces? Ya deberías de estar terminando de desempacar, tienes que conseguir empleo antes que te quedes sin vacantes. Porque supongo que aún no lo haces ¿cierto?

—Acertaste. Sí, juro que ya estoy terminando. Pero dime, ¿de qué podría trabajar?

—Mira, hay muchos empleos para jóvenes como nosotros, es depende lo que te gusta. Yo por ejemplo estoy trabajando con niños en la sección de arte y recreación. Les leo cuentos, les enseño a dibujar y realizo uno que otro juego para que se diviertan. Pero en la misma sección, también están los talleres de música, donde se les enseña a tocar instrumentos, cantar y bailar. Además, el campamento cuenta con un taller de teatro. Todos los años al finalizar el campamento, se realiza una exposición donde los chicos tienen la oportunidad de mostrarles a sus familias lo que han aprendido a lo largo de sus dos meses aquí. Es un evento muy lindo.

Pero eso no es todo, por las noches generalmente los chicos acampan al aire libre por lo que se necesitan personas que se encarguen de verificar que todo esté en orden. Tendrías que enseñarles técnicas de supervivencia como encender una fogata, encontrar el camino siguiendo las estrellas, entre otras cosas.

La otra opción es como ayudante de limpieza; aunque no te lo recomiendo tendrías que encargarte de todas nuestras habitaciones, hasta la de chicos lo que no suena para nada agradable. Quien sabe que cosas puedes encontrar ahí...En fin creo que eso sería todo.

Ah no, espérate casi me olvidaba, también puedes colaborar en la cocina, ya sea cocinando, limpiando los platos o sirviendo las comidas.

—mmm definitivamente elegiré la última opción. La verdad es que de arte no sé absolutamente nada, de técnicas de supervivencia ni hablar y lo de servicio de limpieza por lo que tú me comentas no es el mejor de los empleos. Creo que me entenderé mejor con la cocina—
dije riendo.

Megan se echó a reír pero a los pocos segundos su rostro volvió a ponerse serio y me aconsejó que me apurara o me quedaría con el peor de los puestos.

Después de cenar, me dirigí a mi habitación y me quedé dormida al instante. Había sido un largo día, debía recuperar fuerzas para el día siguiente. Había conseguido empleo como "mesera". Creo que ese es el término adecuado ya que me encargaría de repartir los platos; aunque también me dijeron que dos días a la semana me tocaría lavarlos. Pero no me quejo, en casa en lo que más me gustaba colaborar era en la cocina. Volviendo al tema, empiezo a las ocho de la mañana. Estoy muy nerviosa pero ansiosa al mismo tiempo. Es la primera vez que tengo un empleo. Me siento por así decirlo importante, útil. Espero que mañana todo salga bien...