Capítulo 7

81 21 3
                                    

Me dispuse a leer pero no conseguía concentrarme del todo. La razón: Megan, el reloj había dado las tres y media y no había rastros de ella. Sabía que estas fiestas terminaban tarde, pero por favor cualquier persona en sus cabales regresaría temprano sabiendo que al día siguiente debe trabajar. Pero al parecer, ella es un caso aparte. En lo que respecta a mí, el estar leyendo hasta tan tarde está justificado, ya que es jueves y los jueves no me toca trabajar.

Sin embargo, este estado de desasosiego culminó cuando golpearon la puerta de la habitación. Antes de abrir, ya estaba ensayando en mi mente el discurso que le daría apenas tuviese su cara frente a mí pero este no pudo llevarse a cabo al notar que no venía sola. Por el contrario se encontraba apoyada en los brazos de Caleb y Scott. Estos la ayudaban a que no se cayese ya que no se podía sostener de pie de lo borracha que estaba.

—Disculpa, tuvimos que traerla. Al parecer bebió de más y se puso a bailar como una demente en el centro de la pista—explica Caleb.

—Eso es cierto, parecía más loca de lo normal. A eso añádele que se reía y no paraba de decir cosas sin sentido. Aunque no me extraña, como siempre dando el papel. Pero qué más da, ¿qué se puede esperar de una ramera?—indica Scott mirando a Megan con desdén.

—Oye, no hables así de ella, no te lo permito. Me parece muy grosero de tu parte.

—Pues como debería hablar de alguien que estuvo toda la noche lanzándosele a ese tal Dylan Brooks? Porque otro adjetivo no se me ocurre—exclama con una expresión molesta en su rostro.

—Ya es suficiente Scott, lo mejor es que nos retiremos. De seguro ellas tienen mucho de qué hablar.

—Está bien, está bien, no hace falta que me regañes. De todos modos ya me retiraba.—dice Scott saliendo de la habitación.

—No le tomes importancia a todo lo que mi amigo dice. Al parecer no le agrado verla a Megan con el chico nuevo.

—¿Por qué? Acaso ellos dos son...

—No, nada eso. Solo son amigos, aunque a veces te cueste creerlo porque se llevan como perro y gato. Supongo que le molesto ver a su amiga comportarse de esa manera.

—Ah, entiendo.

—Por cierto, ¿por qué te desapareciste de la fiesta? No te vi más luego de que dijiste que ibas al baño.

Cierto, lo había olvidado por completo con todo lo de Megan. ¿Ahora qué se suponía que debía decir? Actúa rápido Emily, vamos...

—Sí, es que me agarró un dolor de cabeza insoportable, no te lo creerías. Por lo que me vi obligada a regresar a mi cuarto. Es que no estoy acostumbrada a ir a fiestas, creo que fue la música. El volumen estaba muy alto.

—aha, ¿con qué dolor de cabeza? ¿Y entonces se puede saber qué hacías despierta a esta hora? Digo si te dolía la cabeza ¿no deberías haber estado durmiendo?

—Te juro que lo intente, pero sin éxito. Estaba preocupada por Megan.

—Lo entiendo, aunque debo admitir que por un instante llegué a pensar que escapabas de mí. Es que te marchaste tan de repente cuando mencioné lo de tus pestañas.

—No, como crees ¿Por qué lo haría?

—Me quedo tranquilo entonces. Te dejo para que charles con Megan.Nos vemos Emily.—dijo al momento que partía de la habitación.

—Nos vemos, Caleb.-dije cerrando la puerta.

Mire a Megan y esta estaba tirada en su cama. A decir verdad, lucía fatal, como si un camión le hubiese pasado por encima.

—Dime Megan, ¿Por qué lo hiciste? ¿Era necesario que bebieras tanto?

—No estoy borracha, tan sólo probé unas cuantas copas—dijo riendo.

—Sí, ¡cómo no! Encima de borracha mentirosa. Unas cuantas copas...—espeté molesta.

—Estoy bien, tan solo necesito ir al baño a...

Antes de que pudiera concluir su frase, se encontraba vomitando en el piso.

—Genial, ¡ni siquiera al baño llegaste! Ve y dúchate mientras limpió esto.—ordené en tono serio.

Para cuando salió de ducharse y logró dormirse ya eran las cinco de la mañana. Aparte de eso, ardía en fiebre; tuve que colocarle paños mojados en la frente para que se le bajara. Era más que obvio que no podría ir a trabajar hoy. Tendría que encargarme del asunto personalmente, iría a hablar en la mañana con el coordinador de su área y le explicaría lo sucedido. No hace falta decir, que no mencionaría su estado de ebriedad. Solo le diría que había amanecido indispuesta y con fiebre. Esperemos que funcione.

Luego de desayunar, me encamine a la oficina de Richard, el coordinador de arte y recreación. Se encontraba leyendo unos papeles y lucía muy molesto.

—Disculpe, ¿puedo pasar?-pregunté entrando a su despacho.

—Me parece que ya lo está haciendo, jovencita. ¿Qué es lo que necesita? Estoy algo apresurado—dijo sin despegar la vista de sus papeles.

—Vengo en nombre de Megan Clark a informarle que hoy no se presentará a trabajar. Lo que sucede es que se despertó algo enferma, con fiebre. Y no creo que sea conveniente que se presente en ese estado a trabajar. Al menos hasta que se le baje la fiebre.

—Pues dígale a la señorita Clark que no le creo nada. Estoy harto de sus mentiras y excusas para no hacer lo que le corresponde. Primero llega tarde y ahora se ausenta al trabajo. Esto es el colmo. No lo tolerare más, ya he sido bastante benévolo con ella. Infórmele que está despedida.—indicó apartando la vista de las hojas y mirándome fijamente.

—Pero señor, lo que le digo es verdad. Si quiere lo acompaño para que pueda verificarlo con sus propios ojos.

—Lo siento pero tengo asuntos más importantes como para estar perdiendo mi tiempo. Ya son varios los que han amanecido "indispuestos" el día de hoy. Y no se crea que soy tan ingenuo; es obvio que la causa de todo esto es la fiesta de ayer. De seguro estuvieron hasta tarde bebiendo como locos y ahora no hay quien los despierte.

—Pero, ¿entonces?

—Dígale a su amiga que si no se presenta hoy a trabajar que ni se moleste en aparecer los días siguientes.

—No es justo, le estoy diciendo la verdad. Ya sé, tengo idea, ¿y si la reemplazo por hoy? Ella conservaría su empleo ¿cierto?

—No lo sé, ¿tiene usted experiencia en esta área? O al menos conocimientos?

—Pues sí, tuve artes plásticas en preparatoria, al igual que teatro y música. También aprendo rápido. Si me surgen dudas, le puede consultar a alguien. Vamos por favor, acepte.—dije en tono de súplica.

—Está bien, pero que le quede claro que sólo lo hago por falta de personal. Pero infórmele a Megan que es la última oportunidad que le doy y que tiene suerte de tener una amiga como usted.

—Muchas gracias Richard. No sabe cuánto se lo agradezco. Enseguida me cambio para comenzar a trabajar.—dije algo emocionada.

—Sí, ahora si me disculpa, debo continuar con mis asuntos.—dijo señalando la puerta como para que me marchase y lo dejase solo.

Lo que se debe hacer por una persona. Nunca pensé pasar mi día libre así, pero debo hacerlo. Megan ha sido muy buena conmigo desde que llegué al campamento. Ahora solo debo ingeniármelas para hacer lo mejor que pueda.

Si estuvieses aquí.../#PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora