—Megan, despierta! Ya llegué—dije zamarreando a mi compañera de cuarto quien se encontraba sumergida en un sueño profundo.—¿Quién eres? Dejame dormir.-la voz de Megan casi susurrando fue disminuyendo hasta quedar en un balbuceo ilegible.
—Soy Emily, tu compañera de cuarto. Ya despierta, o¿ piensas llegar tarde de nuevo? Te aseguro que al señor Richard no le agradaría en absoluto, incluso correrías el riesgo de ser despedida.
—Ah si eres tú...Calmate, eso no sucederá, deberías dejar de preocuparte tanto por mí—respondió Megan al mismo tiempo que resfregaba sus ojos en un intento por abrirlos.
—Entonces no me des motivos para hacerlo.
—Okay, lo tendré en cuenta— respondió levantando su dedo pulgar en señal de aprobación
—.¿Hace cuanto estás aquí?—Llegué hace una hora, pero era muy temprano para despertarte.
—¿Y que estuviste haciendo en ese tiempo? Espera, espera no me digas, lo adivinaré-dijo Meg masajeando sus sienes con sus delgados dedos como lo haría una adivina.—Leyendo.
—Ay que graciosa eres—respondí en tono sarcástico—pero sí estuve leyendo, y para que lo sepas no me avergüenzo de ello.
—Está bien, sólo bromeaba.
—¿Tú cuando llegaste?
—Ayer en la noche, hoy es el día libre de papá; por lo que me dijo que me reemplazará.
—Que bueno, podrás descansar.
—Sí, aunque estaba planeando organizar una fogata a la noche, para festejar tu cumpleaños, se que fue ayer pero ya sabes es mejor tarde que nunca. ¿Qué opinas?
—No lo sé, no quiero causarte molestias. Creo que deberías aprovechar el día de hoy para recuperar fuerzas. Pasaste el fin de semana en un hospital, de seguro no has dormido bien.
—Emily, quiero hacerlo. Sé que hace poco nos conocemos, pero durante el tiempo que llevamos aquí, te he tomado mucho aprecio. Además, vamos a pasarla super bien. Todos los años organizamos una con los chicos y nos divertimos muchísimo.
—Bien, hazlo ¿Quieres que te ayude con algo?
—No, de ninguna manera. Yo misma me ocuparé.
Decidí obedecer las órdenes de Megan que consistían en sólo ocuparme de mi trabajo y cuando hubiese finalizado ponerme linda para la noche.
Para cuando se hicieron las diez ya había tomado una ducha, cambiado y hasta arreglado mis uñas, algo que no suelo hacer muy seguido por no decir nunca pero debía hacer tiempo.
Con respecto a la ropa, quería sentirme cómoda por lo que opté por usar un short blanco, una remera y mis zapatillas John Foos negras. En peinarse, no me hice tanto problema, tan sólo tomé mi cabello en una media cola.
Me encontraba colocando la ropa en su lugar cuando Megan llegó.
—¿Ya estás lista?—preguntó entusiasmada. Pude notar el brillo en sus ojos.
—Eso creo—respondí.
—Genial, sigueme.
Caminamos hasta llegar a una sección del campamento, cerca de un lago donde abundaban árboles. Era el espacio propicio para una fogata. El cielo favorecía la vista brindando luz por medio de la luna y centellares de estrellas.
Al llegar nos encontramos con Samantha, Kaytlin, Scott y Caleb.
Saludamos en voz alta para evitarnos el tener que saludar a cada uno y nos unimos a ellos. Ellos ya habían encendido la fogata y se encontraban sentados formando un círculo.
Caleb había llevado su guitarra por lo que pasamos la mitad de la noche cantando canciones. Fue la parte que más disfrute. La otra mitad estuvimos contando historias de terror y chistes, a los cuales tuvimos que recurrir para deshacernos del miedo que se había instalado en algunos de nosotros.
En toda la noche no crucé palabra con Caleb, pero pude notar su mirada puesta en mí en reiteradas ocasiones. Esto me incomodaba y enfurecía al mismo tiempo. El hecho de no comprender porque este chico lograba intimidarme a tal punto de tener que fingir no darme cuenta y simular estar viendo hacía otra dirección me ponía los pelos de punta.
Luego de dos horas y media, decidimos regresar a nuestras respectivas habitaciones ya que al día siguiente debíamos levantarnos temprano.
Fue en ese momento cuando me encontraba dirigiendome con Megan a la habitación que pasó lo que me temía que iba a suceder.
Caleb se dirigía hacia nosotras.
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Si estuvieses aquí.../#PNovel
Novela JuvenilLuego del suicidio de su hermana, Alice, por razones desconocidas, Emily se convierte en una persona totalmente diferente a la que un día fue. Ahora vive una vida monótona, en la cual su única preocupación son los estudios y su única distracción lo...