Al llegar a casa, tuvimos una charla con mamá en la cual le conté lo sucedido con papá. Ella no dejaba de reprocharse el habernos dejado ir. Repetía constantemente que había sido una pésima idea. Traté de convencerla de que no era su culpa, de que ella no era responsable del comportamiento de nuestro padre pero parecía no comprender. Por lo que decidí dejarla sola, quizás necesitaba tiempo para organizar sus pensamientos. Con el abuelo nos quedaríamos en casa de mamá hasta llegada la tarde. Debíamos partir temprano ya que al día siguiente trabajaba. Por lo que una vez que terminamos de almorzar, me dirigí a mi cuarto para buscar algo ropa. Últimamente los días habían estado frescos por lo que llevaría algo de abrigo conmigo. Sin embargo, algo llamó mi atención al momento que una de mis sudaderas cayó al piso y me incliné para recogerla. Pude notar que una de las tablas del piso de madera se encontraba levemente levantada. Esto despertó curiosidad en mí, por lo que levanté las tablas y es ahí donde encontré algo que me desconcertó por completo: cartas. En las mismas figuraban la fecha en la que fueron escritas. Al leer la primer línea me di cuenta que el autor de estas cartas era mi hermana Alice, por lo que comencé a leerlas.
5 de junio de 2014,
Mi nombre es Alice. No sé exactamente la razón por la que me encuentro escribiendo en este momento. Lo cierto es que necesito expresar todo lo que siento y al no poder compartir estos sentimientos con otra persona creo que la mejor manera es plasmarlos en papel.
Comenzaré diciendo que tengo dieciocho años y vivo con mis padres y dos hermanos. A pesar de que no lo demuestre, aprecio mucho a cada uno de ellos. Mis padres tienen sus defectos, como todos, pero son buenas personas. Nos han criado desde que nacimos y nunca nos han hecho faltar nada. Con sacrificio nos han dado una buena educación y siempre han aspirado a darnos todo lo que estaba a sus alcances.
Luego sigue mi hermana, Emily de quince años de edad ¿Qué podría decir de ella? Creo que las palabras no alcanzarían para describir lo maravillosa que es. La adoro, no es sólo una hermana para mi sino también una amiga. A pesar de aventajarla en edad, nuestra relación es muy buena y logramos entendernos. Uno de los motivos podría ser debido al hecho que tenemos muchas cosas en común: ambas somos fanáticas de las películas románticas, y nuestro gusto musical se asemeja en cierto modo aunque ella es más del pop. También compartimos ciertas rasgos en lo que respecta a la personalidad. Por ejemplo nos enojamos con facilidad.
Pero a diferencia mía, ella es mas alegre, siempre anda con una sonrisa en su rostro. Es usual verla cantar o bailar por la casa, y siempre está dando abrazos a todos, demostrando su aprecio, y expresando sus sentimientos abiertamente. Espero que continue así. Anhelo verla feliz, disfrutando de su adolescencia, yendo a fiestas con sus amigos, o incluso enamorada. Espero y tengo la certeza que cumplirá cualquier objetivo que se proponga porque jamás he visto persona con más determinación y deseo de superarse que mi hermana. Siempre dando lo mejor de sí, y levantándose cada vez que un obstáculo se interpone en su camino.
En lo que concierne a mi hermano, su nombre es Benjamin y cuenta con tan sólo cinco años de edad. Él es el alma de la casa, el que nos hace reír con la mínima tontería que hace. Pasar el tiempo con él suele disminuir mi tristeza, me hace sentir menos sola. Verlo crecer, notar que cada día aprende algo nuevo me hace sumamente feliz.Debo parar, mamá me llama a cenar y no es una persona muy paciente que digamos. A eso debo sumarle que mis ojos se encuentran pesados del cansancio.
9 de julio de 2014,
Ha pasada bastante tiempo desde la última vez que escribí. Sucede que mis ánimos no han estado muy bien por así decirlo. En realidad no sé que sucede conmigo. Ni siquiera yo logro comprenderme. Estoy contenta por momentos y de la nada siento que mi mundo se cae a pedazos. Esto suele pasar a menudo, pero en las vacaciones ocurre con más frecuencia de la usual. Supongo que esto se debe a que en época de clases mi mente se mantiene ocupada, lo único en lo que pienso es en tareas, exámenes y como distribuir mi tiempo para todas las materias. En cambio, en las vacaciones tengo tiempo para reflexionar acerca de mi vida y cuando esto sucede me doy cuenta de lo vacía que me siento por dentro. Y esto me deprime y enoja al mismo tiempo, el no sentirme bien conmigo misma me enfurece. Juro que me gustaría ser normal, como las demás chicas de mi edad, que lucen felices, sin preocupaciones, rodeadas de amistades.
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Si estuvieses aquí.../#PNovel
Teen FictionLuego del suicidio de su hermana, Alice, por razones desconocidas, Emily se convierte en una persona totalmente diferente a la que un día fue. Ahora vive una vida monótona, en la cual su única preocupación son los estudios y su única distracción lo...