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Mi frágil rosa de pétalos carmesí y espinas, ¿nadie te regó?

Delgado animal agonizante en la carretera, ¿nadie te cuidó?

¿Por qué pinchas? ¿Por qué muerdes?

Quizás el hombre te dañó.

¿Por qué no amas? ¿Por qué no quieres?

Tal vez la razón no eres tú.

Tal vez sólo necesitas amor, para florecer y para crecer, para embellecer y proteger.

Tal vez así, curaré tu dolor.

Y así aprenderás que yo no soy como todos, ni uno en un millón.

Tan sólo soy, lo que soy.

Atentamente, tu protector.

Un Sol PoéticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora