Escribo poemas porque canciones no sé, y ni siquiera buenos son los versos que de mis dedos surgieron (¿o que entre mis dedos, con cada palabra, murieron?). Sé que mi anarquía es más caos que libertad y mi libertad es más el hecho de poseer a las demás personas. Sé que oigo el eco de mis pensamientos en las paredes de mi cerebro, apretando mi cerebelo, creando un dolor en mi costado derecho. A veces desearía tener esquizofrenia y estar más loco que tus pensamientos de jovencito libre, que besa y hace lo que quiere en la movida (pero se me parte el alma al ser un cuerpo que se sofoca en las ganas de cambiar las palabras y los trazos por bebidas y risa). A veces quisiera tener esquizofrenia, porque quizás sea muy tarde para hablar con alguien real. A veces quisiera tener esquizofrenia, a veces solamente quiero que alguien hable, dios de la mierda, que con sus dedos borrachos talló este modelo de borrego erróneo y conspiranoico, con este humilde, inútil y, de alguna manera, valiente poeta, filósofo y dibujante. Pero es tarde, y ni con mis quinces años siento haber vivido alguna vez. Drogas, alcohol, ¿qué hace eso para un hombre perdido? Lo pierde más, y he aquí la duda real:
¿Qué quiere el hombre perdido?
Yo soy un hombre perdido, y me pierdo buscando la razón de mi pérdida. La razón del porqué todos se han ido, y mis sueños excepción no han sido. No sirve, y no sirve. Mil veces dije que mis sueños, los de todos los hombres y mujeres, son aviones de papel volando un bosque de fuego vivo. Mi avión se quemó, y mi alma fue fácilmente consumida por el ardiente carbón y las brasas del árbol más viejo. Árbol, así le decimos a la extensa rama de recuerdos. Y el más viejo casi siempre es el que rompe la voluntad de seguir.
¿Qué nos diferencia? Entre animales, humanos y seres perdidos hay diferentes dilemas. El animal nunca nació con la voluntad de seguir cuando todo se rompe, el humano siempre la tiene, y el ser perdido, ciertamente, la perdió.
¿Qué nos hace luchar contra nuestros demonios? Los mismos brutos que nos imploran vivir cuando los demonios ganaron en nuestro interior.
¡Humanos, dejen de darnos oportunidades! ¿Si es que no ven, jóvenes y llenos de ilusión seres, que nuestras piernas tiemblan y el vacío parece no ser un camino?
Y el vacío es perfecto para caer y dejar de caminar.
¿Qué busca un hombre perdido? El hoyo en el suelo que lo lleve al infierno.
¿Qué busca el humano? Cuidar del hombre perdido, o buscar por ellos las escaleras que bajan.
¡Como quisiera que mi cabeza poseída de demonios se plague! ¡ASÍ QUIZÁS ESCUCHE VOCES QUE ME APOYAN EN EL ODIO!
¿Qué desean, señores? Un buen cambio.
Pero los demonios viven dentro, y no se puede convertir al lobo en perro.
Y si no viven dentro, viven en las enseñanzas.
¿O ambas?
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Un Sol Poético
PoesíaPoemas de todo tipo. Algunos poemas motivadores, otros no tanto. Unos cuantos para recordar un día de café, o algunos pocos para leerlos con una taza en mano. Y muchos, muchísimos, para recordar, para amar, y para existir plenamente.