Pétalos de seda que besan y besan, y acarician y embriagan de mis dedos las yemas. Y se rozan entre ellos, suavemente, en anhelo y efusivos se encuentran y enredan.
Se pierde en mi nariz, el aroma de rosa. Se pierden en mis oídos, el reír de la violeta.
Y se rompen las rejas, las barras gruesas se resquebrajan en mil pedazos, dejando mi paso al llano prado.
Y miras, por el rabillo del ojo la vida que delante de ti se postró.
Y si cierras los ojos verás en negro, y lo que realmente sientes es amor ciego. Pues ahí está la flor, mi amor, y nunca, pero nunca, se ha ido.
No llores y no rompas tus ojos por temor, pues siempre ahí ha estado la flor.
No titubeó.
Ni desapareció jamás.
En tu iris de colores cafés reflejas tu asombro en la sombra de la flor, la flor que amas.
Y el último pétalo asoma su caída al suelo de mi corazón.
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Un Sol Poético
PoetryPoemas de todo tipo. Algunos poemas motivadores, otros no tanto. Unos cuantos para recordar un día de café, o algunos pocos para leerlos con una taza en mano. Y muchos, muchísimos, para recordar, para amar, y para existir plenamente.