Yo...

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Esa mañana, el peligris estaba muy deprimido.
Prácticamente no había dormido del miedo, los nervios lo carcomían y el estrés de las nuevas "noticias" cada vez era más pesado.

El amable albino que todos querían sentía que ese día todo se iba a derrumbar, nada iba a ser como antes, ni el, ni su vida.
Se vistió de manera simple, un buzo deportivo, una camiseta lisa y una chaqueta que pertenecía a Daichi, pero que alguna vez se le había quedado en la casa del peligris.

No se molestó en agarrar un desayuno, salió de casa en bicicleta y empezó su camino al lugar que iba a cambiar todo, de manera buena o mala.

Ese parque tan especial, lleno de cerezos, esas flores que tanto había amado pero ahora se reunían a montones junto a la tristeza del peligris, el solo hecho de pensar que podía quedarse completamente solo después de esto, le sacaba lágrimas.

-¡Suga!-se escucho en la distancia. Este era el momento decisivo, todo iba a cambiar en unos instantes.
El peligris no miró al dueño de la voz, no quería que notara sus lágrimas.

-Suga.-dijo el azabache abrazándolo.-¿Como está- Q-que sucede?-preguntó Daichi al ver las lagrimas de su amado.

Y-yo...-tartamudeó el vice capitán.- Debo contarte algo. Pero probablemente sí te digo me dejarás solo, aún eres joven y yo también...- dijo todavía llorando.

-Pase lo que pase siempre voy a estar a tu lado ¿Ok?-dijo Daichi juntando sus frentes y luego depositando un tierno beso en la punta de su nariz.- Ahora sí, ¿Qué pasa?

-Daichi, yo...-dijo el peligris tomando una gran bocanada de aire.- Daichi, estoy embarazado.

¿Recuerdan lo que sentía Suga cuando gritó que amaba a Daichi? Multipliquen eso por todos los números hasta los que sepan contar.

Las lagrimas de el peligris recorrían sus mejillas cada vez más, mientras Daichi se quedaba atónito, todavía no podía procesar las noticias.

-Q-que b-buen chiste Suga, e-es biológicamente imposible...-murmuró Daichi haciendo una risa robótica.

-¿Esto te parece una broma?-señaló su barriga.- ¿Enserio Daichi? Es improbable, no imposible. Somos jóvenes, lo sé, hemos tenido muchos hermosos recuerdos.-se limpió algunas lágrimas con la manga de su chaqueta.- pero aún así, no estamos ni en la universidad y somos ambos chicos, así que entiendo si quieres que esta sea la última vez que nos veamos...

Daichi estaba sin palabras, era un lío de pensamientos. Suga seguía llorando y sollozando con fuerza, hasta que sintió los cálidos brazos de Daichi rodearlo.

-¡Estoy tan feliz que podría morir!-exclamó el pelinegro.-¡Seremos padres! ¡Estaré contigo toda mi vida!

-¿N-no estás enojado?- preguntó Suga incrédulo.

-¿¡Como estar enojado?! ¡Este es el fruto de nuestro amor, podré estar contigo por siempre!-exclamó Daichi llorando de felicidad, mientras abrazaba a Suga y lo giraba por los aires.

- Tendremos una familia feliz, estaré contigo por siempre, ¡No le puedo pedir más a la vida! Te amo demasiado Koushi, quiero pasar el resto de mi vida contigo.

-Y-yo también Daichi... quiero pasar el resto de nuestras vidas juntos.

-Estaré siempre ahí para ti Koushi, no lo olvides...-dijo Daichi mientras besaba la frente del albino.

Los padres del equipo [DaiSuga] [HaikyuuAwards]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora