Silence

11. Laca de uñas

Capítulo dedicado a @liligia porque es un amor<3 

Bien, el progreso con Nash fue enorme, pasaron de comer pizza a convivir más horas donde hacían algo más aparte de ver televisión.

Cameron estaba haciendo una manualidad con arcilla cuando él entró a la cocina y se sirvió cereal. Se sentó en uno de los banquillos y le miró trabajar, mientras llevaba ocasionalmente hojuelas de colores a su boca.

Le contó qué estaba haciendo, aun cuando ni siquiera había sido interrogado; pero pensaba que tal vez logró atraer su interés, porque si no, se hubiera marchado desde hace rato.

Estuvo pendiente de su trabajo hasta que dejó la pequeña escultura dentro del horno de la estufa a temperatura baja para que endureciera. Después, el mayor le preguntó si quería hacer algo.

—Quiero dormir —respondió Nash, recargando las manos contra la barra—, pero también necesito ordenar la cocina.

—¿Qué tiene de malo la cocina? —comentó infantilmente. Aunque había intentado limpiar el desastre de la barra, aun se notaban algunas manchas cafés, que casi lucían imperceptibles.

—Está asquerosa —Se limitó a responder, observando una delgada capa de polvo cubriendo la alacena.

Cuando él miró en derredor, todo le pareció normal; no había incubadoras de ratas o cientos de trastes desparramándose por el lavabo y eso era limpieza total según sus ideologías de sanidad.

—Yo la veo decente.

—Decente no equivale a estar limpia.

—Para mí sí —Confesó, rascando una de las manchas de arcilla con la uña.

El muchacho negó con un movimiento de cabeza, doblando un trapo del lavabo en cuatro partes proporcionadas antes de pasarlo sobre la superficie.

Cameron soltó un suspiro, quería tomarlo por el brazo y meterlo a su habitación... y no para que limpiara.

—¿No puedes dejar eso para después?

Nash titubeó, dejando los movimientos circulares sobre la superficie, le miró por un par de segundos antes de volver la vista a la mesa.

—¿Por qué? —preguntó confundido.

—Podemos hacer algo más. Ya sabes, simplemente ver televisión, hablar o bueno, mencionaste que querías dormir, puedo estar allí mientras duermes —ofreció con una sonrisa ladina.

—Eso no es... ¿acoso?

—Intento protegerte de los malos espíritus, pero puedes llamarlo de la manera que desees —Alzó las manos a la altura de los hombros, dándole a entender que solamente se trataba de un humilde ofrecimiento y no un acto de pederastia.

—Raro —Soltó el de ojos azules en voz baja, sin embargo, dejó el trapo sobre la barra—. De acuerdo.

—¿Puedo obtener un tour por tu habitación? —inquirió Cameron, sonriendo emocionado cuando le oyó aceptar. Realmente quería descubrir qué eran esas cosas raras que se escondían en algunos cajones entreabiertos.

—¿Por qué? —casi gimió Nash, mirándole con rareza.

—Es para una tarea.

El niño bufó, pero estaba sonriendo, y él supo que había ganado.

La habitación realmente era genial, toda una representación Tumblr en tonos rosados que probablemente cientos de perfiles suicidas envidiarían. Se detuvo ante una de las fotografías en las paredes; después de tomarla entre sus dedos, notó que Nash era realmente ardiente, ¿cómo no lo había visto antes? Vio el cabello castaño, la piel clara y los ojos azules, su camisa azul marino dejaba más que claro que podía verse bien en cualquier tono; al parecer no tenía un límite de colores a usar porque tal vez todos los luciría bien.