Examine cada parte de Flor, estaba simplemente hermosa, más hermosa de lo que ya es, ese vestido le quedaba precioso y como tenía el pelo atado dejaba ver su hermoso rostro, es primera vez que la veo con maquillaje y de verdad se veía espectacular.
--Flor, estas hermosa.
--Gracias, tú también están muy guapo -Dijo sonriendo.
--¿Y yo que? También me veo bonita -Dijo Laila haciendo un puchero, Flor y yo nos reímos por su comentario y yo la volví alzar.
--¿Bonita? Leila, eres la niña más hermosa que he visto en mi vida.
--¿Y Flor?
Mire a Flor y le sonreí.
--Ella es la mujer más hermosa del mundo.
Leila se rio y Flor también, esperaba que se sonrojara o algo pero no, eso simplemente me daba señales de que ella no siente lo mismo que yo siento por ella y eso la verdad me ponía un poco mal.
Sí, estoy enamorado de Flor desde que la conocí, es una chica tan simple y hermosa, siempre que la veo ciento miles de cosas por ella, pero ella no siente nada por mí, solo un cariño de amistad, es muy fácil darse cuenta de eso, siempre le digo cosas lindas y ella no se sonroja, no se pone nerviosa y no hace nada, de verdad me gustaría que el sentimiento fuera mutuo, pero lamentablemente no lo es.
Durante el camino Leila me hablaba pero yo estaba en otro lado, no le prestaba mucha atención a lo que decía pero igual trataba de responderle, cuando llegamos a mi casa las chicas se bajaron del auto y yo tome a Leyila de la mano, Flor se quedó mirando la casa un rato y luego me siguió, le regale una sonrisa para que se tranquilizara ya que estaba algo nerviosa por conocer a mis papas.
Cuando entramos a la casa mi mamá estaba en el living, ella sonrió al ver a Leila quien entro conmigo y luego sonrió más al ver Flor entrar detrás.
--Hola chicas, Gonzalo me ha hablado mucho de ustedes y de verdad estoy muy feliz de conocerlas -Mi mamá hablaba rápido mientras caminaba hasta donde estaba Flor --Un placer conocerte cariño, me llamo Silvia.
--Estoy encantada de conocerla, yo soy Florencia Vigna y ella es Leila mi hermana.
--Eres una hermosura princesa -Dijo mi madre poniéndose a la altura de Leila y sentía que ella apretaba más su mano con la mía.
--Gracias señora -Dijo al final Leila con una sonrisa.
--Pero eres un encanto -Dijo mi madre mirándola con cariño, mi mamá adora a los niños.
--Vaya, parece que Gonzalo tenía razón, estas dos chicas son encantadoras -Subí la mirada y me encontré con mi padre.
-- Flor, Él es mi papá Charly, papá ella es Florencia y esta pequeña es Leila -Los presente.
--Un placer señor Ludueña -Dijo Flor.
--El placer es mío señorita, llámame Charly.
Mis padres se enfocaron a hablar con Flor y ella hablaba con ellos animadamente, Leila y yo estábamos jugando con mi celular sin prestar mucha atención a lo que ellos hablaban, de vez en cuando nombraban a Leila o a mí, pero no decíamos mucho, en un momento mi mamá dijo que iba a servir la cena y los 5 pasamos al comedor mi madre había preparado una cena deliciosa, hasta Leila alago la comida de mi madre, luego de terminar de comer mi papá se despidió y dijo que iba a ir a dormir ya que mañana tendría trabajo, Leila se despidió y luego Flor y le agradeció.
Mi mamá le dijo a Leila que le tenía una sorpresa y se la llevo con ella, pero antes mi mamá me dio una mirada y yo sabía a qué se refería.
Quedamos solos yo y Flor.
--Tus papas son un amor.
--Te dije que las iban a amar -Me sonrió - ¿Quieres un poco de vino?
--Claro.
Tome 2 copas y serví un poco de vino en ambas, le di una a ella y otro me la quede yo y chocamos las copas.
--Brindemos por el valor.
--¿El valor?
--Si, el valor que voy a necesitar para hacer algo.
-- ¿Qué cosa?
Ella tomo un poco de vino y me miro con curiosidad, yo tome todo el vino de un solo trago y ella me miro raro y a la ves divertida, le quite la copa a ella y puse ambas copas en la mesa más cercana, ella venia protestando por haberle quitado la copa y cuando me voltee y la tenía al frente hice algo que necesitaba hacer desde hace mucho tiempo.
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Déjate Amar
Teen Fiction"Para Florencia la vida no es sencilla, sus padres murieron en un accidente automovilístico hace 2 años atrás y su hermana pequeña padece una enfermedad terminal. A los 20 años Florencia tuvo que dejar de lado todo para poder trabajar y pagar los al...