Déjate Amar

15

Gonzalo me dijo que desde ya comenzaba el plazo y que me llevaría a una sorpresa, la verdad no estaba muy segura de esto, no estaba totalmente segura de aceptar esto, pero ya no hay vuelta atrás, ya acepte esto y ya tengo que aceptar las consecuencias.

--¿A dónde vamos?

--Es sorpresa, no falta mucho para llegar -Dijo sonriendo.

No pregunte más y mire el camino, ya teníamos un rato en la vía y solo podía ver árboles y muy hermosos. Luego de unos minutos sentí como íbamos disminuyendo la velocidad pero no había nada cerca, solo árboles, mire a Gonzalo que apagaba el auto y se bajaba, así que yo me baje también.

--¿Dónde estamos?

--Nuestro bosque, ven -Estiro su mano para que la tomara, y con algo de duda la tome para adentrarnos al bosque

Era un lugar increíble, sentí paz al estar allí, solo podía escuchar a diferentes animales, podía sentir el viento y las ramas que pisábamos al caminar. Con Gonzalo no hablamos, estábamos en silencio pero no era incómodo.

Luego de varios minutos por fin hablo.

--Este es uno de los bosques más antiguos, y sin duda, uno de los más hermosos, cuando era más pequeño, mis padres decidieron venir a vivir aquí una corta temporada para poder despejarse de todos los problemas del trabajo, y creo que esa fue una de las mejores épocas de mi vida, este lugar, de alguna manera me hacía sentir más vivo, y desde esa vez, siempre vengo acá cuando tengo algún problema o simplemente cuando quiero estar tranquilo.

--Este lugar es hermoso, desde que entre pude sentir mucha tranquilidad, pero ¿En dónde vivieron?

--Estamos cerca, es una casa que construyo mi padre, es muy linda, y es una de las pocas casas que hay en este bosque.

--Debe ser lo mejor vivir en un lugar como este.

--Si lo es, es triste que solo hayamos vivido aquí 5 meses, pero sin duda fue una experiencia genial -Me dijo sonriendo sin mostrar los dientes.

Seguimos caminando agarrados de la mano y a los pocos minutos llegamos a una pequeña casa de madera, entramos y era muy linda, estaba muy ordenada, pensé que iba a tener mucho polvo pero no, era muy linda y acogedora.

--Es muy linda.

--Si.

Me mostró la casa y en ningún momento soltó mi mano, no era tan pequeña como se veía, era bastante amplia. Lo último que me mostró Gonzalo fue una pequeña terraza en donde había una mesa con una botella de vino y dos copas, lo mire y él me sonrió. Soltó mi mano y sirvió vino en ambas copas y me dio una a mí.

Estuvimos hablando de cosas de cada uno, de las cosas que nos han pasado, de su familia y de todo lo que se nos pasara por la cabeza, estaba disfrutando esta tarde con él, me sentí bien a su lado.

--Ya es hora de irnos -Me dijo Gonzalo.

--Bueno, espero poder volver a venir aquí.

--Cuando quieras te traigo de nuevo -Me dijo sonriendo.

Salimos de la cabaña y nos fuimos caminando por el mismo camino, esta vez hablamos, pero yo quería agradecerle por traerme aquí, tal vez sabia la forma, pero no estaba segura de hacerlo.

--Gonzalo -Dije parándome y el me miro.

--¿Qué pasa?

--Solo te quería agradecer por traerme a este lugar, es increíble.

--No tienes porque, te traje porque me salió del corazón.

--Igual, siento que tengo que agradecerte.

--No tienes que.

--Creo que si.

Me acerque a él y tome su rostro en mis manos, el quedo estático mientras yo juntaba mis labios con los suyos, y pensar que este es el primer día del plazo.