Caminaba entre los alumnos, pero era como si ni siquiera los escuchará, estaba como hipnotiza ni siquiera sabía que me pasaba, Arnol me hablaba pero no lograba prestarle atención, los recuerdos de la noche anterior aún eran un poco borrosos, se que había despertado y caminado por el bosque, también recuerdo una N y a Angel caminando conmigo para llevarme al castillo por una razón, el problema era que no lograba recordar cual era la razón.
Tropecé con alguien y fue lo único que me saco de mis raro estado de hipnosis. Era Ayperos que no dejaba de mirarme, no pude no sonrojarme, de inmediato me llegaron los recuerdos de la playa y de el besándome—Estas roja preciosa
—¡Callate! Yo... Espera ¿donde estoy?
—En el patio
—Pero ¿cómo? Si estaba en los pasillos
—El tigre y el hada se distrajeron un momento y diste aquí, te deben estar buscando
—¿Cómo sabes eso?
—Te seguí, en cuanto te vi no pude quitarte la mirada de encima —dijo mientras tomo mi brazo para acercarme a el
Parecía una niña toda boba, sentía que no podía moverme mientras lo tenía tan cerca, mi corazón latía a mil y yo aún sin saber que decir.
El se acercó y beso mi cuello, por un momento el miedo me invadió, podían vernos, Ambar me mataría por estar con un demonio, pero... Se sentía tan bien que no me importaba, el sí sabía donde besarme para hacerme volver loca.
De pronto escuche un grito y me separe de el instantáneamente, era Angel y venía en nuestra dirección hecho una furia, se puso delante de mi y yo aún no podía decir nada—¡Largate imbécil si no quieres que te vuelva mi desayuno!
—Cuidado con la estupidez que dices vampirito, no estoy de humor para matarte
—¡INTÉNTALO!
No podía verlos pelear más, me puse en medio de ambos y ahora era mi turno de hablar
—¡Basta a los dos!
—Ya yo me voy preciosa, te dejó con el chupa sangre
Ayperos se acercó a mi y beso mi frente, Angel se enojó el doble pero antes de que se le lanzará encima pude detenerlo
—Cálmate Angel
—¡Que te hacía ese imbécil Cele!
Me sonroje
—Nada Angel, estoy bien, cálmate
Angel se calmo un poco y me tomo de la muñeca para llevarme a quien sabe donde. Salimos del castillo y sin decirme nada me monto a su espalda para ir más rápido
—Cierra los ojos.
Lo hice y el continuo, no vi en ningún momento el camino, no se por qué pero aún podía sentir su enojo y realmente me hacia sentir mal que estuviera enojado conmigo.
—Llegamos, abre los ojos —dijo mientras me bajaba
No se ni cómo explicarlo, era el lugar más hermoso que haya podido ver en la vida, era un estanque natural lleno de peces y por doquier hermoso árboles de cerezos, el estanque estaba lleno de aquellas hermosas flores rosadas que soltaban los árboles, respire hondo, el aire en ese lugar se sentía puro, era perfecto, hermosamente perfecto, simplemente no podía dejar de mirarlo, ni de mirar el agua.
No podía soportar esa fuerza que me pedía que fuera allí, me sentía hipnotizada justo como en la mañana, no podía controlar mi cuerpo, me quite la camisa verde que llevaba puesta frente a Angel, estaba apenada y me puse roja pero a la vez no me importaba, el me hablaba, pero se dio cuenta que no podía controlar mi propio cuerpo ¿por qué diablos me pasaba eso? Me quite los zapatos y sentí el agua, no quería entrar, luchaba por no entrar, sabía lo que pasaría, sería igual como cuando me bañe en la bañera o como en la cita con Ayperos, mis lágrimas comenzaron a salir y Angel se dio cuenta por eso justo antes de que entrara por completo logró sacarme. Poco a poco sentía como recuperaba mi cuerpo de nuevo, estaba asustada y apenada
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Lunaris
Viễn tưởngCeleste es una chica normal, con una vida tranquila y padres ordinarios, lo único fuera de lugar es aquella rara fascinación por la Luna que sólo está tiene. Sin embargo la vida da muchas vuelta y ni siquiera está chica se podrá imaginar todo lo que...