Ambar:
Estaba en mi cuarto sola, mientras que Susan y Nixie estaban con Titani ayudando a esconder y a ver quienes podían ir a la batallá que tendriamos en la noche por el futuro de Lunaris, estaba muy asustada, la guerras solo te hacen perder y yo ya había perdido tanto en la vida, sentía que la vida y la mismísima luna querían quitarme las cosas, primero había encontrado a Celeste, fue duro que me aceptará y finalmente cuando lo hizo se volvió una con Rina como ellas dicen, luego aparecieron mis padres y sinceramente tengo miedo de perderlos de nuevo, al igual que a Celeste a Sebastian incluso a Angel "el vampiro" que me cae bien, quisiera que todo se quedará como es, quisiera devolver el tiempo y dejar todo exactamente como está, como luche años por dejar, pero no, ya todo estaba decidido, al salir la luna comenzaba la guerra y si perdíamos todo se terminaba, tanto para nosotros como para los humanos
Escuche que tocaron y tuve que salirme de mi momento de reflexión a todo lo que pasaría en esa noche
—¡Pase!
Era Sebastian, me sentí tan alivida, tan feliz, por un momento Sebastian podía borrar todo lo que pasaba, por un momento todo estaba bien, el era tan importante, me traía paz, me traía calma y eso es lo mejor que alguien te puede regalar en la vida, paz y calma a tu alma
—Leístes mis pensamientos... De verdad te necesitaba
Se acercó y se sentó en la cama, aproveche y puse mi cabeza en su pecho, comenzó acariciar mi cabeza y fue como si el mundo así fuera por segundos, se congelará
—Todo estará bien
—Te juro, que si pudiera prevenir que tu, Celeste, Angel y Susan pelearan, lo hiciera, quiero guardarlos en una cajita y protegerlos, Sebastian si te pasa algo... Yo no lo resistíria
—Se que si, por eso eres la mejor reina de todas y te protegere de todo, no me importa nadie más que no seas tu, si te pierdo, lo pierdo todo.
—¿No... Puedes quedarte en el Castillo?
El sonrió, sabía que era tonto decirlo ya que Sebastian era un Beta el segundo rango de superioridad en los lobos y de paso si yo estaba, el jamás se quedaría
—Tengo que protegerte Ambar, si un sólo demonio trata de acercarse, lo mataré tan rápido como tu logras hacer crecer una flor, lo que viene será dificil y morirá gente, pero mientras te tenga conmigo nada malo pasará, eres mi fuerza, mi luz, no sólo luchare por todos y por Lunaris, lucharé por ti, para que todo esto se acabe y podamos volver a vivir en paz
—Qué haría si no te hubiera encontrado Sebastian
—En algún momento lo haríamos, estamos unidos por algo más grande de lo que creemos
Sonreí y lo bese, aún recordaba lo que ambos éramos cuando nos conocímos por primera vez, el todo un rudo, aún lo era sólo que conmigo nunca, no tenía amigos y le importaban pocos, siempre dice que fui yo quien lo hizo mejor y aveces realmente lo creo pero el también me cambió, aunque no era solitaria me sentía así, siempre sola, las noches eran lo más dificil de todo, lloraba hasta dormirme, siempre aparente ser fuerte, pero lo único que lograba con eso era quebrarme más, sin embargo sólo cuando el llegó, todo cambio y mi vida mejoró, Sebastian me había salvado como yo a el, fue como si estuvieramos destinados a estar juntos y sabía que el pensaba lo mismo ya que lo mencionaba siempre que podia
—Te amo y te amaré siempre
—También te amo —dije y volví a besarlo
Me siguió el beso de inmediato, Sebastian hacía que olvidará todo lo que pasaría, hacía que olvidará todo por un momento
Me acosté sin dejar de besarlo, el estaba sobre mi mientras sus dedos hacían pequeños circulos en mis brazos, poco a poco y con una sonrisa quitó mi camisa y sin darme cuenta se quitó la de el, la ropa sobraba en ese momento, continúo besando mi cuello, para hacerme estremecer de placer, terminamos complemente desnudos en poco, esa no era la primera vez que Sebastian y yo estábamos juntos y sólo esperaba que no fuera la ultima
—Te amo —dije cuando habíamos terminado y ya estába entre sus brazos
Beso mi frente y me regaló el cariño que siempre sentía de el, no quería levantarme, sólo quería estar a su lado por mil años, pero no importa aveces cuanto uno pida las cosas ya que simplemente no pueden pasar. Escuchamos la puerta tocar así que comenzamos a vestirnos para poder estar presentables, no era que me importaba mucho que alguien que conocía que éramos parejas se diera cuenta que acabábamos de hacer el amor, el problema era si se trataba de alguien que no lo sabía, no era que Sebastian me diera pena o algo así y obviamente el quería gritarle a el mundo que me amaba, pero yo quería ser discreta, si muchas persona saben, las cosas simplemente se arruinan, claro el siempre me decía que a nosotros no nos pasaría eso, pero prefería prevenir que lamentar.
Ya vestidos abrí la puerta, era Susan que parecía preocupa y urgente de decirme algo—¡Por fin me abres! ¡HOLA SEBASTIAN! ¡Vengan! ¡RÁPIDO! Llegó algo y Celeste quiere que tu como reina lo leas, dijo que están en la oficina de la otra vez ¡Apurate!
Y allí estaba de nuevo, en mi realidad, en la guerra, mire a Sebastian y ambos continuamos, en ese momento el Castillo era un caos, había mas gente que en clases y todos, asustados y preguntandose ¿que pasaba?
Llegamos donde estaba Celeste, que está vez, era Celeste y no Rina, todos estaban en el lugar viendo como Sebastian y yo entrábamos, de una vez Linmer me entrego un sobre sin abrir, que sólo decia para quien se dirigía. Me aproxime abrir y vi como la mirada de todos caí en mi, pero no me importaba, era momento de leer
Reinita de Lunaris, aqui Lilith, como sabrá ya se que saben todo y se que van a querer,
T R A T A R de detenerme, pero como no soy un demonio Tann malo, y puedo ser "Justa" les diré donde estaremos esta noche. Cuando la luna llena tome su lugar en el cielo está noche, estaremos en el Valle de la soledad, el que está antes del portal a mi Reino, los mataré a todos, pero prefiero que sea alli, hasta la nochee :*Todos trataban de ocultar sus caras de desesperación en el momento, pero sabía bien que esto era sumamente serio, queríamos atacar de sorpresa pero la sorpresa fue nuestra y ahora todo se volveria peor
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Lunaris
FantasyCeleste es una chica normal, con una vida tranquila y padres ordinarios, lo único fuera de lugar es aquella rara fascinación por la Luna que sólo está tiene. Sin embargo la vida da muchas vuelta y ni siquiera está chica se podrá imaginar todo lo que...