Me había escapado del Castillo, Sabía que si decía algo no podría venir ni de chiste y menos siendo tan tarde.
Ayperos llegó rápido y me subí a la moto, me pidió en la mañana que fuera con el y no pude negarme, tendría problemas pero bueno, sólo se vive una vez en la vida. Llegamos al lugar en minutos, habían motos por todos lados y un ambiente divertido pero a la vez rebelde, no conocía a nadie ya que todos los hombres tenían sus cascos puestos, mientras las acompañantes tenían trapos en la boca para evitar que les entrara tierra, una chica me dio mi trapito, me lo puse y Ayperos se puso en la línea de salida, estaba asustada, no podía decir que no, sentía la adrenalina a millón y el sudor bajar por mi frente, para colmó no estaba preparada pero arrancó, el viento golpeaba fuertemente mi cara, observe hacía tras y Ayperos y yo teníamos la adelantare por mucho, como dije, siempre fuimos los primeros, era obvio que ganaríamos y así fue.
Ayperos se bajó para luego ayudarme a bajar, los otros participantes venían a saludarnos y fue de lo peor, es común que cuando uno hace algo mal lo descubran pero ¿tan rápido? Sebastian estaba enojado, lo podía ver a lo lejos en sus ojos, venía a mi encuentro pero Ayperos creo que se dio cuenta, por eso me tomo de la mano y me acerco a el—¿Estás bien preciosa? ¿Quién ese que te mira?
—No hagas nada, lo resolveré
Me beso y fue la gota que rebasó el vaso de agua. Sebastian llegó y me tomo el brazo, me queje al instante
—¡Que diablos te pasa con mi novia imbécil! ¿Quieres que te mate? —dijo Ayperos mientras lo empujaba
Realmente me sorprendido escucharlo decir "Mi novia" pero ya lo hablaríamos luego ahora solo tenia que hacer que estos dos nos se mataran
—Ella se va conmigo.
—¿Si? Y ¿quién lo dice maricón?
—Lo digo YO.
Ayperos estaba hecho una furia y estaba por matarlo a golpes, ¿de verdad tenían que descubrirme tan rápido? Igual esto era solo mi culpa y sabía que tenia que irme
—Debo irme Ayperos...
—Está bien, te llevó preciosa
—No... Yo necesito hablar con el, por favor
Empuño las manos y por un momento pensé que me pegaría a mi o a Sebastian, pero Ayperos me quería y nunca me haría daño, se relajó y beso mis labios para luego montarse en su moto y irse de allí, sólo así pero creo que ya me estaba acostumbrándome a eso.
Ignore a Sebastian y entre al bosque, sabía que estaba detrás de mi y enojado pero, vamos, más enojada estaba yo al tener que irme así y ya
—Explícame esto ya y deja de ignorarme Celeste —dijo mientras me jalaba del brazo
—No tengo nada que explicarte a ti, tu eres el novio de mi hermana no el mío
—Yo amo a Ambar y por eso no quiero que te pase nada, Ambar ha sufrido mucho todos estos años por ti, por no tenerte y ahora que estas no dejaré que ella vuelva a sufrir y mucho menos porque estás con el imbécil de Ayperos ¿Que haces con el? No sabes que sólo es un demonio, ellos no aman Celeste
—No soy una niña para que me digan a quien querer o no, ademas no es tu problema
—¿Ámbar sabe que estás aquí?
—No y tu no le dirás nada,porque imagino que no sabe que estás aquí
—Piensas mal, ella si sabe que corro en moto.
Me mordí el labio, estaba en problemas.
Sebastian se sentó en un pequeño tronco viejo que había y me invitó acompañarlo—¿Por qué con alguien como el Celeste? Hay tantos seres en este mundo, incluso Angel que se nota que te quiere ¿Por qué alguien como Ayperos? No lo digo a mal sólo quiero cuidarte, eres importante
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Lunaris
FantasyCeleste es una chica normal, con una vida tranquila y padres ordinarios, lo único fuera de lugar es aquella rara fascinación por la Luna que sólo está tiene. Sin embargo la vida da muchas vuelta y ni siquiera está chica se podrá imaginar todo lo que...