Había dormido más de lo que pensé, ya era de día y Arnol aún dormía a mi lado.
Me pare me bañe rápido, me puse un pantalón roto y una blusa amarilla sencilla, luego fui a acostarme y fue sólo en ese momento que me di cuenta que Nixie no estaba, me preocupe y me asusté mucho, comencé a buscarla rápido en la cama despertando a Arnol pero no, no estaba, entre Arnol y yo la buscamos por todos lados y nada, ya saldría corriendo del cuarto, cuando entró, muy tranquila y como si nada—¡Donde estabas! Nixie me preocupaste mucho...¿Estás bien pequeñita?
—Si suavecita, pero te tengo una sorpresa y no dormiré hoy ¡te la regaló tu hermana! ¿De acuerdo?
—¿De que sorpresa hablas?
Arnol se acercó a mi y Nixie se alejó un poco de ambos, comenzó a volar muy rápido en un mismo sitio, haciendo que se creará un círculo de aire en el cuarto, luego salió de este y lanzó algo como un polvo plateado dentro
—Entren, se cerrará rápido por qué apenas aprendí ayer
Me subí sobre Arnol y Nixie se sostuvo de mi, Arnol salto dentro, nos mareamos un poco pero fue sumamente rápido.
Reconocí el lugar inmediatamente, estaba feliz, me baje de Arnol y Nixie comenzó a volar a mi lado, el lugar no había cambiado, allí estaba la cama, la computadora a un lado de la puerta, el librero, algunos peluches, el closet lleno de ropa y ese olor maravilloso a flores que solo mi cuarto tenía, comencé a tocarlo todo como si hace muchísimo que no estaba allí, sentía nostalgia y felicidad de volver a mi hogar, de estar en casa, todo era como un sueño, pero Nixie me recordaba que no era así, luego escuche un fuerte ruido que venía de la sala, eran gritos exactamente, luego vi la puerta de mi cuarto abierta y pues no tenia que ser adivina para saber que pasaba. Sali corriendo con Nixie atrás y encontramos a mi mamá y papá montados en un muro que había en la cocina—¡Celeste corre! ¡Sal hija! —grito mi papá desesperado
Aunque parezca cruel me dio un poco de risa, pero era normal Arnol era un tigre de bengala
—Arnol, Nixie, les presentó a mis padres, Mari y Hank, ellos fueron los que me cuidaron cuando Erick y Estefani me dejaron aquí
Nixie voló hasta ellos, viéndolos de un lado a otro, mientras que Arnol se acercó a mi, diciéndome con la mirada si podía hablar o ellos morirían de un infarto, con la cabeza le hice un gesto de que podía presentarse y así fue, sólo que fue algo brusco, se lanzó sobre ambos matándolos del miedo, pero luego que comenzó a lamerlos y acuando dejaron de temblar un poco por fin habló
—Gracias por cuidar a Celeste, ese era mi trabajo desde pequeño pero ustedes lo hicieron mejor, soy Arnol un placer
Mi papá se desmayó pero era algo que se venía venir, mi mamá me ayudó a acomodarlo en el piso para no lastimarlo y todos nos fuimos a la sala, dejándolo descansar
—Creo que ya tienes las respuestas que buscabas...
—Aunque no lo creas tengo más preguntas que respuestas mamá
—Señora... Soy Nixie ¿puedo preguntarle algo de la suavecita?
—¿Suavecita?
Me reí
—Así me llama, Nixie es mi hada, aveces algunas hadas se apegan a otros seres y Nixie me quiso mucho por ser cómoda para ella
—Es una ternura —dijo mientras acariciaba a Arnol
Creo que se había acostumbrado a él o aún sentía nervios y así los pasaba
—Cuando suavecita era pequeña ¿despertaba en las noches por pesadillas? ¿Algo que recuerde?
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Lunaris
FantasyCeleste es una chica normal, con una vida tranquila y padres ordinarios, lo único fuera de lugar es aquella rara fascinación por la Luna que sólo está tiene. Sin embargo la vida da muchas vuelta y ni siquiera está chica se podrá imaginar todo lo que...