Fame or love? (Harry Styles y tú)

Capítulo 1.

Último día.Hoy empezábamos nuestros tres meses de descanso, después de tanto trabajo, conciertos, entrevistas, canciones, nervios, paparazzis, fotos y de más cosas imprescindibles cuando estas en una girlband.
Salíamos de aquel hotel para subirnos a un coche que nos llevaría hasta el aeropuerto, y cogeríamos nuestros respectivos aviones para volver cada una a su casa.
Estaba feliz y sadisfecha con todo el trabajo que habíamos hecho estos últimos meses; ver las caras de todos nuestros fans emocionados, es el mejor premio que cualquier artista pueda tener.
Llegamos después de un buen rato recordando los mejores momentos de la gira, y empezamos a despedirnos.
-Buen viaje de vuelta chicas, os echaré de menos-decía, mientras arrastraba mis maletas y agitaba mi mano en forma de despedida.
Repitieron este mismo gesto mientras se dirigían cada una a su avión.Yo iba a ir con Jessica, una de ellas, ya que vivíamos en el mismo condado de Inglaterra, Cheshire.
Ella es la rubia y graciosa del grupo.Todos los grupos de música tienen el componente rubio, y Jessica era la nuestra.Tiene el pelo liso, rubio por su puesto y bastante largo, sus ojos azules grisáceos junto a sus pequeños labios rojizos, destacan mucho en su cara poco maquillada usalmente.Yo siempre dudé de si el color de su pelo era natural, ya que sus raíces eran algo mas oscuras y su rubio era más oscuro de lo normal, pero ella insistía y yo me lo creo.Alta, guapa, con talento, el perfecto ejemplar de una cantante famosa.
A parte de su aspecto, tiene un buen sentido del humor, y siempre te estas riendo con ella.Es la primera que conocí cuando me presenté al X-Factor, una historia bastante larga que resumida es bastante simple; nos presentamos por separado, y nos acabaron juntando y formando una girlband.Simple, pero por lo visto efectivo.Desde aquel momento nos hemos vuelto muy famosas por todo el mundo al igual que inseparables.Han pasado tres años, y cada vez hay más fans, conciertos, ciudades y mucho más trabajo.Pero es nuestro sueño, y disfrutamos cumpliéndolo.Lo bueno de nuesta fama, es que no se nos ha subido a la cabeza, tenemos completamente los pies en la tierra.
Un toquecito en mi hombro me ayudó a salir de todo ese pensamiento que se me formaba en el cerebro.
-Tú primero-dijo Jess dejándome subir primero al avión.Le respondí con una sorisa, y subí.

Nos sentamos en los primeros asientos, y automaticamente sacamos nuestros teléfonos para apagarlos.
Jess frunció el ceño mientrás bufaba y guardaba su móvil.
-¿Qué pasa?-pregunté curiosa.
Ella me miró e hizo una mueca molesta.
-Tengo que cuidar de mi vecino al llegar a casa, lo que me faltaba, con lo cansada que estoy...-se quejába.
Reí en susurro y seguí escuchando su enfado.
-Lo que más me fastidia, esque es un año mayor que yo, y lo tengo que cuidar porque sus padres "no se fían"-dijo resaltando con sus dedos las tres últimas palabras.
-¿Y eso?
-Es un delicuente, se creé muy malo por estar tatuado y tirarse todos los días a una tía diferente, pero solo es un niñato mujeriego.
Yo escuchaba atentamente la explicación de mi amiga mientras me imaginaba a ese chico, ¿tan malo era? al parecer su descripción, sí.
Acabamos cambiando de tema después de ofrecerme a acomplañarla a su casa.


El vuelo no era muy largo, al menos cuatro horas no son nada comparadas con las muchas que pasamos metidas en aviones.
Me encargué de despertar a Jess, y fuimos rápidas a por las maletas con ganas de volver a casa exceptuando lo chafada que estaba ella por tener que cuidar a su vecino.
Nos metimos de nuevo en un coche negro, y paré primero en mi casa para saludar a mi familia ya que hacía meses que no los veía, y luego iría a casa de Jess a ver como estaba.


Saqué un juego de llaves de mi bolsillo, y rapidamente encajé la llave correspondiente en la cerradura.Un aroma a pastel invadió mi olfato, e inmediatamente vi a mi padre y a mi hermano en el sofá del salón dormidos.Una tela blanca colgaba de la puerta, diciendo en letras negras "bienvenida a casa" acompañada de algunos globos de colores flotando alrededor de este.Sonreí nada más verlo, y les di un beso en la mejilla a cada uno mientras les tapaba con una manta.Fuí a la cocina dejando mis maletas en el pasillo, y vi a mi madre dormida sobre la mesa del comedor.Al lado de ella había un pequeño pastel de chocolate y nata que seguro que había preparado ella.Le desperté cuidadosamente ya que no la iba a dejar que durmiera en esa mesa de madera.Automaticamente dió un grito ahogado y se levantó rapidamente a abrazarme.
-Cuanto te he echado de menos cariño...¿qué tal todo? ¿bien? Estarás cansada, ya es tarde, mejor vete a dormir y hablamos mañana...-le di otro abrazo mientras me reía por su cansacio en las palabras.
-Yo también mamá, tengo que ir a casa de Jessica un momento, no tardaré, acuéstate y descansa, mañana os contaré todo.
Asintió sin queja alguna y despues de guardar el pastel, subió las escaleras hasta su dormitorio.
Sonreí al volver a ver la escena del salón, y salí para entrar en el coche y conducir hasta la casa de Jess.Estaba muy cansada, no lo negaba, pero no la iba a dejar plantada.


Después de 20 minutos, aparqué enfrenté de su casa escuchando algunos gritos provenientes del interior.
Cogí aire y lo expulsé.Lo que menos me apetecía ahora mismo era meterme ahí dentro.
Salí del coche cerrándolo detrás mío, y subí de dos en dos los seis peldaños que había antes de llegar a la puerta del enorme chalet de mi amiga.
Peté con tensión en mi cuerpo al escuchar los gritos de Jess.Poco después, apareció por la puerta ya con el pijama puesto y una coleta alta.Sonrió en forma de alivio, y me dejó pasar.