¿Quien Eres Inuyasha?

13: Rompio mi corazon

En ese lugar solo se escuchaba el llanto de una chica a la cual han roto él corazón.
Kagome  trataba de no sollozar pero le es imposible, la forma en como Inuyasha beso a Kykio en frente suyo le rompía mas él corazón, ahora entendía bien esa carta.

«vuelvelo a enamorar»

Se maldecía asi misma, ya le parecía todo tan fácil, ahora no sabe como volver a su salon. Él, Inuyasha estaría ahí junto con Kykio, y no quiere ver como se besan. En esos momentos odia con todo su ser su época, prefiere la paz y al Inuyasha de la otra época.

~caminaba por los pasillos seguida por Naraku y Hiro, los dos la estaban acompañando hasta su salón.

—Bien ya llegue al salón...ya pueden ir...– kagome paro de hablar ya que todas las chicas de su curso que estaban por entrar al salón empezaron a murmurar el nombre de Inuyasha– ... Se.

Pero ella no estaba preparada para lo que veía, él estaba caminando de la mano con Kykio, los dos se detuvieron a unos cuantos pasos de ellos cuando tomo de la cintura a Kykio y la beso, Kagome  sintió como las lágrimas amenazaban por salir, pero no lloraría, menos delante de su primo Hiro y Naraku.

Aprovecho cuando los dos se fueron junto con Inuyasha y se dirigió corriendo hacia la azotea de la escuela~

Las lágrimas ya estaban rodando por sus mejillas, sentía una presión en el pecho que le recordaba el por que de sus lagrimas. Sus lágrimas caían y ella con sus manos las secaba.

—¿Por que lloras?– le preguntó alguien a su espalda, esa voz que tanto ella conocía.

No quería voltear a verlo ya que lloraría otra vez, al escuchar su voz las lágrimas volvieron a salir.

–E-estoy bien – respondió secándose las lágrimas.

Tomo aire y se dio vuelta para encararlo, pero todo el aire que había tomado se escapo de sus labios en un suspiro, muchas veces kagome  había imaginado a Inuyasha con pelo corto pero lo que veía le había sacado él aliento, estaba malditamente Lindo.
Pero la imagen de él besándose con kykio apareció en su cabeza y antes de que vuelvan las lágrimas se dio vuelta dándole la espalda.

—No estas bien – exclamo y Kagome  apretó los puños intentando no llorar– por que dices estar bien cuando no lo estas... Tonta.

Abrió los ojos platos, esa palabra «tonta» empeoro sus lágrimas.

—Si hay algo que no me gusta...es ver a las mujeres llorar – lo escuchó decir y luego sintió un cálido aliento en nuca.

Se dio vuelta, casi chocando con su pecho, estaba demasiado cerca. Los dos se sonrojaron al notar la cercanía. Kagome  volvió a darle la espalda y este se situó a su lado.

—¿Puedo saber por que lloras?–  preguntó y ella lo miro de reojo.

–Fue algo que vi – respondió no muy segura.

Un silencio se hizo presente, el viento sacudía con fuerza revolviendo sus cabellos suavemente.

––Te engañaron – dijo mas como afirmación y ella asintió cerrando los ojos.

El beso la daño mas de lo que creía, pero debía hacer lo posible por saber que paso y quienes eran esos hombres con mascara, estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Inuyasha tomo su mano y la jalo hasta su pecho, sorprendida y al sentir su calor se sintió acogida.

–Llorar no hace nada malo – le dijo acariciando su cabeza.

Y como por arte de magia empezó a llorar, sus manos arrugaban el uniforme de Inuyasha, pero a él parecía no importarle. Cuando se calmo se separo y lo miró a los ojos por unos minutos los dos se perdieron en sus miradas hasta que Kagome  despertó de ese trance.

—Gracias – le dijo con una sonrisa y lo volvió a abrazar.

Este sorprendido correspondió el abrazo, hundió su cabeza en su cabello y inhaló su dulce aroma.
No supo por que cuando ella se alejo sintió un profundo vacío en su pecho, antes que Kagome  desaparezca por la puerta de la azotea se dio vuelta y lo miro, solto un suspiro y susurro al viento.

«tu me has engañado»

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Narra Kagome

Las horas no pasaron tan rápido como quería, pero por suerte ya me encontraba caminando hacia a casa, mis primos se retiraron mas temprano ya que su profesor había faltado.
A medida que caminaba el recuerdo de la charla que tuvimos en la azotea aparecía en mi mente,infundiendo mas mi corazón.
Hoy hablaría con mi abuelo y le preguntare si sabe alguna historia antigua sobre esos hombres con mascaras, solo espero que sepa algo.
Aun siento un vacío en mi pecho y todavía quiero llorar... Sin que lo sepa Inuyasha rompió mi corazón.