¿Quien Eres Inuyasha?

16: Te deseo Suerte

Respire profundamente el aire limpio de afuera, estar en él hospital me asfixiaba, note que a lo lejos estaban Hiro, Naraku y Inuyasha, los tres estaban serios. Eso me extraño ya que Hiro no importaba la situación estaba con una enorme sonrisa plantada en él rostro, mi madre que estaba a mi lado los llamó, sus miradas se posaron en mi. Pero una en especial me hacia sentir nerviosa, no le di importancia, luego de unos segundos Hiro me estaba asfixiando.

Hiro.... Yo tambien me alegro....de verte pero dejame respirar– le rogué y él se alejo pidiendo una disculpa.

Naraku movio la cabeza y yo lo tome como un saludo y Inuyasha bueno él... Directamente no me miraba, caminamos hasta es estacionamiento donde un taxi nos estaba esperando.

Tía Naraku y yo volveremos mas tarde – le aviso y yo lo mire confundida mientras subía al auto– nos vemos luego primita!

Cerro la puerta y él auto avanzo, en todo él viaje me dedique a mirar por la ventanilla, pero mis pensamientos estaban en otro lugar. Luego de lo que sucedió Inuyasha no se despego de mi lado, tampoco mis primos que se turnaban para quedarse, cuando estaba entre él mundo de la realidad y él sueño sentía como si alguien acariciará mi mejilla o aveces besara mi frente, pero ni se si realmente paso.
Llegamos a mi casa y me acosté en mi habitación, 8 benditos días estuve en él hospital. Mi madre estaba abajo cocinando y mi hermano estaba jugando en su habitación.
Lo bueno de todo es la enfermera que se encargaba de cuidarme, me contó la historia de “los oscuros” y la verdad es que concuerda mucho, tal vez sean ellos, pero entonces lo único que pienso es que realmente es que aunque lo enamore voy amorir.
Me levante de mi habitación y corrí las cortinas dejando que los últimos rayos del sol iluminen mi habitación, mire por donde debería estar él pozo, esto es como otra dimensión o un mundo paralelo, mi mente empezó a dar vueltas y me volví a acostar, cerrando los ojos con fuerza pero cuando los abria todo seguía dando vueltas. Luego de unos largos minutos, por suerte, él mareo paro. Escuche ruidos a bajo, ruidos muy extraños. Me pare y baje, fui a la cocina y encontré a mi hermano y madre inconsciente en él suelo, rápidamente fui hacia ellos tratando de despertarlos pero nada.

Tranquila – hablo una voz potente a mis espaldas – despertaran cuando me vaya.