Buscando la manera

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Los primeros rayos de sol comenzaban a iluminar el cuarto, Leksa sonrió al sentir tras su espalda el calor que desprendía el cuerpo desnudo de su amada. Giró sobre si misma para quedar frente a Klark, sus dedos comenzaron a caraiciar el brazo de la reina - Cariño, deja de pensar - Leksa la miró sorprendida- debes de tener una gran lucha porque tus pensamientos hacen mucho ruido- Klark se acurrucó entro los brazos de su amada y suspiró al saber que la conversación de la noche anterior no había terminado.

-Leksa, creí que habías entendido mi punto de vista- La aludida se separó de Klark y salió de la calidez de la cama- Leksa...

-Que entienda lo que dices no quiere decir que lo comparta - Decía mientras cubría su desnudez con una bata de seda color azul.

Klark abandonó también la cama, sabiendo que la tranquilidad había terminado- Leksa, es mucho más lógico lo que yo propuse- La Comandante la miró con cierta dureza- Eres Heda, la más poderosa que nunca hubo, la que ha logrado pacificar a los trece clanes haciendo que todos estemos unidos. Pero - caminó hasta la Comandante- ¿cuanto crees que durará esta paz si tú no eres la persona que vela por ella?

-Aden está más que preparado para ser el próximo Comandante- Leksa continuaba con el mismo discurso que comenzó la noche anterior.

-No estoy poniendo en duda tus enseñanzas - Klark sabía que ese era uno de los problemas- Estoy más que segura que has preparado a Aden, y al resto, mejor que ning''un otro comandante hizo con sus alumnos, el problema no es ese- Klark guardó silencio unos segundos, tenía que hacer que Leksa entendiese que su renuncia al puesto de Heda no era una opción- El problema radica en que no creo que los Clanes respeten a Aden - Leksa se giró al escuchar eso- No digas que deben hacerlo, porque una cosa es lo que los clanes deban hacer y otra es lo que hagamos.

-Azgeda ¿no estaría al lado de Aden si éste fuese el nuevo Comandante?-Klark entrecerró los ojos, esa pregunta era una trampa.

-Azgeda ha jurado fidelidad a la Coalición, no está en duda lo que mi reino haría, sino lo que harían los otros clanes. Leksa, se sincera, ¿confias en la fidelidad del resto de clanes hasta el punto de entregarles la coalición? - La comandante no contestó, se giró y caminó hasta el balcón. Leksa no era tonta ni tampoco una  ingenua, sabía perfectamente que la lealtad de algunos de los clanes se debía al poder que Heda tenía como guerrera- Tu silencio lo dice todo - Leksa sintió como los brazos de la reina la rodeaban desde la espalda.

-No quiero que renuncies a lo que es tuyo - Klark dejó un tierno beso en el hombro de su amada.

-Kaleb es el heredero. es él quien debería obstentar el título de Rey. Es el primogénito de mi padre, el Rey Jak. No es justo que no sea el Rey simplemente porque su madre no era la Reina sino una amante del Rey. Creo que es de justicia que la corona y el título recaiga en él - Leksa intentó hablar-no he terminado - Dijo sonriendo Klark y logrando con ello que la comandante guardase silencio- Durante todos estos años, el General Axis, mano derecha de mi padre desde que ambos se conocieron con la edad de seis años, ha estado educando y adiestrando a Kaleb por si en algún momento debía hacer valer sus derechos. Debes creerme cuando digo que el reino de Azgeda quedaría en las mejores manos si estubiese gobernado por mi hermano, además la futura esposa de mi hermano es de mi  total confiaza- Leksa asintió, sabía que Mía futura esposa de Kaleb nunca traicionaría el legado de Klark.

-Continúa sin gustarme que renuncies a tu trono- Klark sonrió al tiempo que negaba con la cabeza.

-A ver, si renunciases a tu puesto de Comandante ¿qué harías?  ¿a qué te dedicarías? - Leksa la miró con una sonrisa dibujada en el rostro.

-Sería tu exclava sexual - Fue la respuesta que dio al tiempo que se lanzaba al cuello de la reina haciedno que ésta lanzase un pequeño grito-

-¡Leksa! - Sonó a regaño el tono con el que pronunció el nombre de la comandante- Esto es serio.

-Lo sé, sé cuan serio es. Lo que me hace enfadar es que para que nuestro amor trinfe una de las dos debe renunciar a lo que es.

-Tu vida era mucho más sencilla antes de que yo apareciese.

-¿Lo crees así? - Klark negó - Si renuncias a tu reino ¿a qué te dedicarías?

-El tiempo que me dejase libre el hacerte amor lo dedicaría a ser la embajadora de Azgeda ante la Congeda. Ves, es mucho mejor mi solución, porque además de ser tu exclava sexual seria embajadora. Tú serías sólo una mantenida - Dijo rompiendo a reír de inmediato por la cara de asco que Leksa dibujó al escuchar lo que mantenida.

-Está bien - Klark la miró con sorpresa- Está bien - Repitió Leksa- Pero en el mismo momento en el que dejes de ser Reina te unirás a mi - Klark se mordió el labio y asintió- y recorreremos los clanes presentandote como mi esposa- Klark volvió a asentir- Y si alguna vez Kaleb hace algo que vaya en contra - Klark fue a hablar pero Leksa le hizo callar- si hiciese algo contra la Coalición o dañase Azgeda, caeré sobre él con todos los ejercitos de la Congeda.

-Sí mi ama y señora - Contestó Klark al tiempo que debaja caer la bata que la cubría dejando de esa forma al descubierto su desnudo cuerpo- ¿Volvemos a la cama? - Preguntó mientras dirigía sus pasos hacia allí.

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Siento que sea así de corto después del tiempo que habéis esperado, pero al menos puedo subir algo antes de finde año. Espero que os guste un poco. Parece que al fin han logrado ponerse de acuerdo.


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⏰ Última actualización: Dec 21, 2016 ⏰

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Princess Of AzgedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora