Sintiendose

1.3K 90 20
                                    

-No podría soportar que te pasase algo, eres lo único que tengo – Leksa acortó definitivamente el espacio que aún les separaba. Los labios de ambas al fin se juntaban, fue tan solo un dulce beso, pero con él ambas estaban entregando su corazón y su alma.

Un beso, eso fue lo único que compartieron. Leksa esperó la reacción de Klark, la princesa acariciaba la mejilla de la comandante, los ojos de ambas clavados en los de la otra. Klark podía sentir como su corazón latía desbocado.

-Leksa – Después de pronunciar el nombre de la comandante la joven princesa agachó la cabeza.

-Será mejor que te deje descansar – Klark la miró, en sus ojos se podía ver la tristeza que escuchar eso le producía.

-Heda – La comandante la miró fijamente- Leksa – Dijo esta vez la princesa haciendo que la comandante suavizase su mirada- podrías quedarte – lo dijo casi en un susurro.

- ¿Estás segura? – Klark la tomó de la mano por toda respuesta.

-No, pero no quiero estar sola – Leksa alzó una de sus cejas, esa no era la respuesta que esperaba- Además, te quiero a ti a mi lado. Puede que no esté segura, puede que no sea el mejor día, pero sé que quiero vivir lo que siente mi corazón- La comandante acarició la mejilla de la princesa- No soy tonta, ni ingenua – Leksa se sentó al lado de la joven esperando que ésta continuase- además conocí a Costia – Leksa se sonrió al entender hacia dónde iba esa conversación- pero yo no he tenido ese tipo de relaciones- A medida que iba hablando las mejillas de Klark iban tomando un tono rojizo- Se supone que debo entregarme únicamente a la persona con la que pasaré el resto de mi vida, al menos eso es lo que Nía me dijo que hasta que me casase no podía unirme a nadie.

-Klark – La princesa movió su mano haciendo que la comandante guardase silencio.

-No sé si tú eres la persona que estarás en mi vida por siempre, sólo sé lo que siento por ti en este preciso momento. Y no se parece a nada que haya podido sentir con anterioridad. Probablemente para ti será diferente- Leksa se puso seria y cortó monólogo de la princesa.

-No puedo negar que en mi vida ha habido mujeres, como tampoco puedo negar lo que Costia significo. Durante mucho tiempo viví creyendo que ella era el gran amor de mi vida. Lo creí hasta el momento en el que entraste en mi vida. Desde que tú estás en ella, Costia no es más que un recuerdo, aún duele, pero por cómo sucedió su pérdida no porque aun la ame – Klark dibujó una pequeña sonrisa- Mi corazón salta de alegría cuando te siente a su lado. No puedo dejar de sonreír cuando te tengo cerca, siento pánico cuando estás lejos por si te pasa algo. Daría mi vida por ti si fuese preciso.

-Mi Heda – Leksa sonrió al escuchar eso.

-Ni te imaginas el miedo que he pasado – Los ojos de ambas brillaban.

Todo empezó con un suave beso, ambas se fueron acercando, sus lenguas jugaban entre sí haciendo con ese juego que ellas no pudieran evitar suspirar, las manos de la comandante recorrieron la espalda de la joven princesa apretándola contra ella, haciendo con ello que ambos cuerpos estuvieran aún más pegados. Klark tenía sus manos enlazadas en la nuca de la comandante, separaron sus bocas cuando ambas necesitaron respirar.

Leksa acariciaba el rostro de la princesa, ambas con una sonrisa dibujada en sus caras - Quiero vivir y quiero que vivamos lo que ambas sentimos.

Klark clavó sus ojos en los de Leksa, descubriendo como el color verde se había transformado dando paso al negro más absoluto. De repente el cerebro de Klark se puso en marcha, logrando que se tensase y empezase a pensar que aquello no era una buena idea, sus miedos comenzaban a atenazarla, una pequeña duda apareció en su mirada.

Princess Of AzgedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora