Justicia

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Leksa había intentado, sin éxito, hablar con Klark. Para ésta última lo hecho por la comandante era una especie de traición, no entendía la necesidad del voto del consejo. Bellamy había asesinado a sangre fría a Roan, y sólo por eso debería morir, y debería ser ella la encargada de impartir justicia.

-Princesa- Klark levantó la vista al escuchar la voz de Indra- La Comandante desea hablar contigo- Klark dejó de mirar a la mujer y espoleó su cabalgadura. Indra giró la cabeza para comprobar si Leksa había visto la partida de la joven de Azgeda y así evitarse el enfado de Heda al escuchar que Klark no tenía intención de hablar con ella.

La noche caía y por ello detuvieron su marcha, tanto Leksa como Klark eran contrarias a ese parón, pero también entendían que los hombres estaban cansados, sobre todo después de la batalla, ellas mismas también lo estaban.

Indra volvió a ser la encargada de acercarse hasta la joven princesa, estaba vez el encargo hecho por Heda era preguntar si Klark pasaría la noche en la tienda de la comandante, la respuesta fue negativa.

Cuando Leksa vio aparecer a Indra supo sin que ésta hablase que Klark se había negado a acompañarla.

-No he hecho nada mal – Indra tan solo asentía- Se está comportando como una niña malcriada. Pensé que después de la perdida que ha sufrido le gustaría estar acompañada de amigos- Indra seguía en pie sin moverse- Pero si prefiere comportarse como una cría que lo haga- Leksa lanzaba su copa de vino contra la pared, descargando de esa forma parte de su enfado.

-Heda – Indra finalmente se armó de valor y decidió dar su propia opinión- Creo que la princesa no entiende como no le permites hacer justicia- Leksa se giró para mirar a la cara a la mujer- Para ella está claro que Bellamy actuó sin honor y siendo ella la única pariente con vida que le quedaba a Roan debería ser ella la encargada de hacer que pague con su sangre. Sin embargo, tú decides esperar a que hable el consejo, ella no entiende las razones. Cuando Costia murió tuvimos que detenerte, tuvimos que recordarte lo que estaba en juego- Leksa se tensó al escuchar el nombre de su antiguo amor. Ambas guardaron silencio durante algunos segundos.

-Voy a ir hablar con ella. Espero poder explicar mis razones- Cuando estaba ya saliendo de la tienda se paró y giró la cabeza- Gracias Indra, pese a lo que todos creéis se sigue pudiendo hablar conmigo. No he cambiado tanto, pese a lo que Luna y algunos otros digan.

Leksa caminó por el campamento en busca de la joven princesa, la mayoría de los hombres se levantaban a su paso como símbolo de respeto, ella hacía un leve movimiento de cabeza a modo de saludo.

Encontró casi al final a la joven princesa, estaba ella sola frente a una pequeña fogata- Deberías estar con tus guardias- Klark levantó la mirada y lo que vio la comandante le rompió el alma. Las mejillas de la joven Azgeda estaban cubiertas por lágrimas, sus hermosos ojos azules estaban rojos de tanto como debía haber llorado, tenía un leve temblor en el labio inferior- Klark.

-No, no quiero tu compasión – Decía mientras con la manga de su jersey se limpiaba las lágrimas.

-Perfecto no tendrás mi compasión- Contestaba la comandante mientras se sentaba al lado de la joven- Hablemos.

- ¿De qué? – Klark se alejaba un poco de Leksa.

-Entiendo perfectamente tus ansias de venganza.

-Justicia- Dijo Klark interrumpiendo a la comandante.

- ¿Estás segura? – Klark agachó la cabeza y guardó silencio- Sea lo que sea, te entiendo perfectamente- Leksa avivó un poco el fuego con un nuevo tronco- Cuando Costia murió, tuvieron que encerrarme en mi habitación durante varios días para impedirme ir a Azgeda a matar a Nía. Tuvieron que recordarme que la Coalición estaba en juego, que todos perderíamos mucho si empezaba una guerra como Nía quería.

-Entonces por qué estamos marchando hacia Polis- Leksa se mordió el labio, debía encontrar las palabras precisas.

-El consejo debe emitir su veredicto, no quiero que ningún clan el día de mañana vaya en tu contra usando la muerte de Bellamy. Si son los propios embajadores los que dictaminan que debe morir, nadie podrá atacarte en un futuro- Klark miró a la Comandante. Leksa sabía que estaba asimilando lo que terminaba de contarle porque en el rostro de la princesa se había dibujado una arruga en el entrecejo, muy típica en ella cuando estaba intentado tomar una decisión.

-Pero, ¿qué sucede si el consejo decide perdonarle la vida? -Leksa sabía del odio que la mayor parte de los embajadores le tenían a Bellamy, así que no pensaba que lo dicho por Klark pudiese llegar a pasar.

-No creo que eso suceda, muchos hombres han visto como Roan estaba desarmado cuando Bellamy le disparó. Con sus testimonios, el tuyo y el mío propio no creo que haya otro veredicto que el que deseas.

- ¿Vas a contar lo que viste? – Preguntó con cierta incredulidad.

-Claro, estuve presente. Vi como Roan soltaba sus armas, cómo comenzaba a hablar contigo, cómo afirmaba que la única heredera del trono de Azgeda eras tú- Klark no podía evitar romper a llorar.

-Siempre le sentí como mi hermano, ahora no me queda nadie. Nía me ha arrebatado a toda mi familia. Estos ataques, seguro que fueron ordenados por ella- Leksa asentía.

-En este campamento y en Polis tienes a gente que te aprecia- Klark miró a Leksa dibujando una pequeña sonrisa en su rostro y haciendo que Leksa también sonriese.

- ¡Heda! ¡Heda! – Los gritos que llegaban desde el otro lado del campamento hicieron que ambas se pusiesen en pie y corriesen en la dirección de la que provenían dichos gritos. Por el camino se encontraron varios cuerpos de soldados de Azgeda muertos- Heda, Princesa – Indra llegaba hasta ambas- Bellamy y algunos otros SkaiKrum han escapado.

No hubo tiempo para reaccionar, cuando ambas mujeres quisieron reaccionar, Klark galopaba sobre uno de los caballos, a la espalda de la joven princesa dos espadas. Nadie en ese campamento tenía dudas sobre lo que ocurriría si la joven daba caza a los Skaikrum.

-Quiero que les encontréis y les traigáis con vida- Ordenaba la Comandante a sus hombres- Indra- la aludida se paraba- no permitas que Klark se tome venganza, no permitas que se convierta en una nueva Nía- Indra asintió.

Con los primeros rayos de sol Heda y sus guardias llegaron hasta Polis. Leksa no había ido tras los huidos, ya que tenía que convocar a todos los embajadores.

Los días fueron pasando, y con cada amanecer un cadáver era enviado sobre un caballo hasta las puertas de Polis. Indra y sus hombres regresaron, no habían encontrado nada, nada salvo los rastros de sangre dejados por los muertos.

- ¡Te ordené que no dejases que sucediese esto! - Leksa gritaba a Indra tan pronto ésta entró en el salón del trono.

-Hemos intentado localizar no sólo a los huidos sino también a la Princesa, pero siempre hemos llegado tarde y sólo había rastros de sangre. Y con respecto a la Princesa es cómo si se la hubiese tragado la tierra.

Las puertas del salón se abrieron, ante ambas mujeres apareció Klark con sus ropas cubiertas de sangre arrastrando un prisionero que por su aspecto había sido golpeado. Klark tiró del pelo del prisionero haciendo que levantase la cabeza. Leksa miró a Indra ambas estaban sorprendidas cuando el prisionero mostró su rostro. Ante ellas estaba un magullado Bellamy, su rostro estaba surcado por una gran herida, los ojos estaban casi cerrados por los golpes recibidos- Os traigo al prisionero. Espero que el consejo esté preparado para juzgarle- Klark soltó la cuerda con el que le sujetaba- Heda, necesitaría ver a mi embajador.

-Ahora mismo será requerido. ¿Quieres limpiarte un poco? – Klark miró sus manos cubiertas de suciedad y después de eso asintió – Indra lleva al prisionero a las mazmorras- La aludida asintió y llamó a dos guardias que se hicieron cargo de Bellamy sacándole del salón del trono camino de las celdas- Vayamos hasta mi cuarto, en él podrás tomar un baño. Klark – Leksa esperó a que la princesa la mirase, estoy orgullosa de ti- Klark la miró sin entender a qué se refería- Has traído a Bellamy para que lo juzguemos- Klark asintió.

-Quiero justicia, no venganza – Afirmó haciendo que Leksa se sintiese realmente orgullosa.

Princess Of AzgedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora