Marchando

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Todos en Polis miraban con sorpresa a la persona que cabalgaba al lado de su Heda. Se podía incluso escuchar los susurros provenientes de entre los habitantes con los que la comitiva se cruzaba. Nadie antes había visto cabalgar hombro con hombro al clan Trikrum con Azgeda. Leksa era consciente de que no todos sus súbditos estaban contentos con esa nueva forma de hacer las cosas. La comandante podía ver incluso las miradas de odio en algunos de los habitantes de la capital. Incluso entre sus asesores o incluso entre sus más allegados, estaban en contra de ver a la princesa de Azgeda al lado de la Comandante.

Klark no se sentía del todo tranquila, sentía las miradas cargadas de odio sobre su cuerpo. Tenía todos sus sentidos alerta, no quería verse sorprendida. Giró la cabeza hacia su lado izquierdo encontrándose con la mirada de Leksa. Ambas sabían lo que se estaban jugando con la forma de actuar.

Un grito rompió el tenso silencio que reinaba entre ambas mujeres. Ambas tiraron de las riendas de sus monturas haciendo que detuvieran su marcha. Klark desmontó de inmediato y corrió hacia el hombre que había caído ante su montura. Sentía la presencia de Leksa a su espalda.

-No hay nada qué hacer- La joven princesa cerró con su mano los ojos del fallecido. Sacó del pecho del hombre una flecha, y se la enseñó a Leksa- es vuestra- La comandante la tomó entre sus manos y cuando revisó la punta asintió- Ambas sabemos lo que esta flecha buscaba- La joven rubia se giró mirando hacia los bosques intentando encontrar el lugar del que provino.

-Debemos seguir, y deberías dejar de ir a la cabeza- Leksa con un movimiento de cabeza hizo que Indra, Octavia y Lincoln llegasen hasta ella- Quiero al culpable- Ambos asintieron y salvo Indra se internaron en aquel bosque.

-Heda, esto es un error- Leksa miró con dureza a Indra- Heda- Leksa levantó su mano haciendo que Indra guardase silencio.

-Ya lo hemos hablado. No voy a cambiar de idea- Klark miró a ambas.

-No vamos – Intervino la joven de Azgeda. Leksa la miró sin entender- Has dicho que no vas a cambiar de idea, lo correcto habría sido decir que "no vamos" ambas, tú y yo, ambas- Insistió haciendo que Leksa tensase su espalda- ¿Estás de acuerdo conmigo?

-Estamos perdiendo el tiempo. Ambas decidimos hacer esto juntas. Indra, toma a tus hombres y adelántate – Indra no pudo hacer otra cosa que acatar las órdenes dadas por su Heda.

Klark se negó a cabalgar rodeada por guerreros, continuó cabalgando al lado de Leksa. Con esta forma de actuar hacía que los nervios de la comandante estuviesen a flor de piel. Leksa no quería que le pasase nada a la joven, quería tener tiempo de que ésta entendiese que ella no es el enemigo, que eso es la reina Nia.

-Heda, ¿qué me puedes contar del skaikrum que intentó atacarme?- Leksa sonrió brevemente al escuchar la forma en la que la princesa la había llamado.

-Bellamy – Klark asintió- es el jefe de seguridad de Arkadia, uno de sus mejores guerreros o al menos uno de los guerreros al mando- Klark negó con la cabeza al escuchar aquello- Siempre cree que hace todo bien, piensa que nunca se equivoca. Raven, es la verdadera líder. Puede equivocarse pero nunca reconocerá sus fallos, siempre encuentra otra persona al que culpar.

-Le conoces bien.

-Digamos que le he sufrido algunas veces. Si no fuese por Raven, Kane e incluso Abby hace tiempo que habría matado a Bellamy. Pero la alianza que tengo con su pueblo le protege – Klark la miró sorprendida.

-Pero es tu enemigo, ¿no vas a hacer nada?- En Azgeda Nia no permitía que nada la alejase de sus venganzas.

-Puede que él lo sea, pero su pueblo forma parte de la coalición. Nía también es mi enemiga, pero no por ello voy a atacarla. Sólo lo haré si alguno de ellos vulnera los acuerdos a los que llegamos cuando nos aliamos.

-¿Cómo sabes que Nía no los ha vulnerado? O Bellamy.

-Te voy a hacer una pregunta directa, ¿qué harás si descubrimos que es Azgeda quien está atacando Arkadia? – Klark miró a Leksa y agachó la cabeza- Yo debería ir contra tu pueblo, porque uno de los acuerdos es que entre nosotros no nos atacaremos y si algún clan se salta esa orden los ejércitos Grounder caerán con toda su fuerza sobre el clan traidor.

-Si como dices Azgeda ha traicionado sus acuerdos, entonces mi espada será tuya. En la traición no hay honor- Leksa asintió. Cuando escuchaba hablar de aquella forma a la joven sabía que Nia no había podido corromperla del todo.

-Y si el que manda los ejércitos es Roan ¿qué harás?

-Roan es mi hermano- Leksa giró ligeramente la cabeza para poder mirar a Klark- He crecido creyendo que esto era así. Por mucho que tú intentes convencerme de otras cosas, él para mí y hoy en día es un hermano.

-Y si finalmente descubres que tengo razón, ¿qué sucederá con él? – Insistió la comandante.

-¿Quieres verme sufrir? – La pregunta sorprendió a la comandante.

-No – Respondió de inmediato.

-Entonces querrás al igual que yo, que Azgeda no esté detrás de lo que está sucediendo en Arkadia, y de estar mi país tras esos ataques, esperemos que mi hermano no esté al mando. Porque de suceder ambas cosas, sufriré.

Los últimos rayos de sol comenzaban a desaparecer. El ejército detuvo su marcha. Las fogatas, comenzaron a encenderse, sobre ellas comenzaron a cocinar la cena. Lincoln y Octavia llegaron junto con un hombre amarrado.

-Heda, tenemos al hombre que atentó contra la princesa- Klark llegó hasta ellos al tiempo que lo hacía Leksa.

-¿Quién te ordenó mi muerte? – Leksa miró con dureza a la princesa, no era ella la persona que debía interrogar al detenido.

-Eres un peligro para mi Heda- Fue la respuesta que la joven obtuvo- nadie me lo ha ordenado.

#'@s.

Princess Of AzgedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora