John y yo les contamos a los chicos que nos íbamos a casar. Al principio se sorprendieron, pero al final terminaron por felicitarnos y brindarnos su apoyo. John y George también hicieron las paces, cosa que me tranquilizó. Ahora lo único que faltaba era hablar con Brian.—Veo muy difícil que Brian los deje ir —Nos comentó Ringo —Y menos ahora que casi terminamos de grabar la película. Por el álbum no hay problema, ya esta grabado.
—¿Qué haremos, Johnny? — Pregunté preocupado. Él permaneció en silencio varios segundos, pensando en la solución.
—Nos iremos sin su permiso.
George, Ringo y yo lo miramos como si estuviera loco. Si Brian llegaba a enterarse que nos habíamos ido sin su autorización probablemente le daría un ataque.
—Es muy arriesgado —Comentó George —Me atrevería a decir que hasta es imposible.
—Nos tiene muy vigilados —Agregué.
—Creo que tiene espías viviendo por aquí —Dijo Ringo y todos lo miramos —Bueno, no tan así pero si nos tiene muy asegurados.
—¿Y la banda? ¿Qué pasará con ella? —Pregunté. Los chicos se quedaron pensando. Yo no quería que todo por lo que habíamos trabajado durante años se fuera a la basura. No quería arruinar sus sueños —No quiero que dejen todo por mi culpa.
—Hey... no es tu culpa —Me dijo Ringo —Es una banda estúpida, ¿o no? —Bromeó para hacerme sentir mejor.
—El enano tiene razón. No te preocupes, Paul —Me dijo George —Ya nos las arreglaremos. Por el momento sólo importas tú.
Mi corazón se aceleró.
—¿John? ¿Qué piensas tú? —Pregunté temeroso. Era su banda y le correspondía la última decisión.
—Yo pienso que te amo —Me dijo dándome un suave beso.
Cuando nos separamos, miré a todos muy agradecido y me dieron unas tremendas ganas de llorar, pero me contuve.
—Bien, Brian esta en una junta en estos momentos y no creo que alguien nos espíe —Dijo John mirando a Ringo —Es una buena oportunidad.
—¿Estas hablando sobre irnos ahora? —Pregunté incrédulo. Sabía que teníamos que huir lo más pronto posible, pero en ese momento era muy complicado.
—Así es —Me respondió John con firmeza —Es la única solución.
—Creo que John tiene razón —Corroboró Ringo —Vamos a extrañarlos.
—Van a ir a la boda, idiotas —Dijo mi John burlón —Serán los padrinos.
Estaba muy feliz. Iba a irme con John y además mis amigos estarían en el día más feliz de mi corta vida. ¡Podría morir en paz!
—¡A hacer las maletas! —Gritó John y todos asentimos.
***
Me despedí de mis dos amigos con algo de pesar. Me dolía dejarlos, pero traté de ser fuerte. Iba a verlos todavía, así que seguí adelante.
John tomó mi auto y condujo por toda la ciudad en busca de bienes raíces. La mayoría nos mostraba casas en sitios rurales pero no nos agradaban. No era lo que necesitábamos.
—Johnny —Le dije cuando paramos afuera de nuestra última oportunidad —¿Y si no hallamos la correcta?
—No te preocupes, la encontraremos.
Le sonreí con un poco más de ánimo y le planté un beso en la mejilla. John correspondió a mi sonrisa y bajó del auto para después ayudarme a mi, entramos a la agencia inmobiliaria y buscamos ayuda.
—Buenas tardes—John se acercó a una mujer que estaba detrás de un escritorio acomodando papeles —Queremos ver el catálogo de casas.
—Claro, por aquí —Contestó la mujer saliendo de su escritorio y nos condujo a otra sala. Lucía nerviosa al ver quienes eran sus clientes, pero supo comportarse —¿Qué casa en específico buscan?
—Queremos una casa que esté ubicada en un campo de fresas —Respondió John y yo reí al ver que seguía con aquella idea.
—Bueno... no tenemos casas con vista a un campo de fresas —La mujer sonrió mientras buscaba en el catálogo —Pero tengo estas dos con una hermosa vista.
John tomó el catálogo que la mujer le extendió y me lo mostró. En efecto, ambas casas eran muy bonitas. La primera era totalmente blanca y tenía una gran extensión de pasto y árboles; la segunda era café y frente a ella había una colina con un árbol en medio.
—Me gusta esta —Dije señalando la segunda. La colina me volvía loco —¿Cuál te gusta a ti, John?
—También —Me respondió con un guiño —Queremos esa.
—Perfecto, arreglaré los papeles y dentro de tres días estará lista.
—¿No puede ser antes? Es que nos urge —Dije ansioso, a lo que la mujer nos miró raro —Es que es un regalo de cumpleaños para alguien.
John rió casi delatándome y yo le pellizqué la espalda.
—¡Ay! ¡Nos urge para hoy! —Gritó, víctima de mi... "caricia".
La mujer no notó nada y se quedó pensando. Rogaba que aceptara y nos llevara ese mismo día aunque sonara imposible. La miré fijamente y ella se sonrojó. Aún tenía el toque McCartney.
—Está bien... sólo porque se trata de ustedes —La mujer corrió a un estante y sacó un folder —¿A nombre de quién será?
—Al nombre de Paul James McCartney Mohin —Respondió John por mi. La mujer nos miró nuevamente raro.
—¿Es para un regalo y quedará al nombre de uno de ustedes? Que extraño.
—No hay nada de extraño, señora. Póngase a trabajar.
—¡John! —Lo reprendí mientras veía el rostro rojo de la señora.
—Lo siento, madame —John se inclinó —Era una broma.
La mujer se tranquilizó y minutos después sonrió. Si que teníamos ventaja de ser famosos.
—Déjenme llenar esto con sus datos para hacer el contrato y después tendrá que firmar, joven McCartney. Tomen asiento.
—Excelente —Dije emocionado y John me robó un beso sin que la mujer se diera cuenta.
Pasaron casi dos horas y la mujer nos mostró el contrato. La casa quedó a mi nombre pero John insistió en poner la mitad del dinero. No sabía para que hacía eso si de todos modos mis bienes e ingresos pasarían a él cuando falleciera.
—La casa ya está amueblada, tienen suerte —Dijo ella entregándonos un folder —Aquí están las escrituras y las llaves.
—Gracias —John las tomó por mi propia seguridad y poco después nos despedimos de la mujer. Subimos al auto y John abrió el folder para ver la dirección.
—Gales... un poco lejos.
—¿Cómo cuanto se hace de aquí hasta allá?
—Quizás ocho horas.
Suspiré desanimado. Sería un viaje pesado.
![](https://img.wattpad.com/cover/76911544-288-k357376.jpg)