«Narra Paul»
Me fue difícil convencer a Brian de que me sentía bien. Es un tipo listo, pero creo que pude manejar la situación. Los chicos siguen como si nada, así que yo también. En este momento nos encontramos ya de vuelta en casa. Ringo y George habían subido a la habitación del primero a mirar unas fotos que desconozco, pero que son de importancia para ellos, mientras que yo me encontraba encerrado en el baño del primer piso. No sabía dónde estaba John, pero seguro me estaría buscando.
¿Qué debo hacer?
Sé que cada día me sentiré más agotado y que no podré estar faltando siempre al trabajo. Creo que fui un idiota al negarme con el doctor, aunque por otro lado no quería que todos me trataran como a un enfermo terminal. No todavía.
—¿Paul?
Era John.
—¿Si?
—¿Estás bien?
—Sí, no te preocupes —Traté de sonar convincente —En un momento salgo.
Lo escuché murmurar algo que no pude comprender.
Ha sido un día difícil, pero no por ello he dejado de pensar en que hacer. En lo que veníamos de regreso a casa, me propuse disfrutar el tiempo que me quedaba, disfrutar a la banda, disfrutar a mis amigos y disfrutar a John...
Me levanté de la tapa del excusado y salí del baño. John estaba a un lado de la puerta.
—Cariño —Me dijo mientras me abrazaba —Te noto extraño.
—No me pasa nada —Me apresuré a decir —Sólo me cansé un poco hoy.
Él se separó del abrazo y me miró comprensivo.
—¿Vamos a dar un paseo?
—¿No prefieres quedarte en casa? Podemos ver una película o algo —Dije con voz suave. No tenía ganas de salir.
—Lo que tú quieras, Macca.
John me tomó de la mano y caminamos rumbo al sofá. Ahí nos sentamos, uno junto al otro, y pusimos una película que estaban pasando en un canal poco conocido. La verdad no le estaba prestando atención, pues estaba muy ocupado disfrutando la compañía de mi Johnny.
—Me encanta estar así, contigo —Le dije mientras me recostaba en su pecho. Podía escuchar los latidos acelerados de su corazón.
—A mi también —Me dijo mientras me abrazaba para acomodarme mejor —Me haces muy feliz.
Sonreí, levemente sonrojado. John siempre me hacía ponerme nervioso a pesar de llevar 2 años de relación como pareja.
—Johnny —Dije alzando la cabeza para mirarlo. Era muy guapo.
—¿Uhm? —Me respondió sin despegar su mirada del televisor, lo cuál me hizo gracia.
—¿Vamos a mi habitación?
John despegó por fin la vista del televisor y me miró pícaramente.
—Pero están George y Ringo... ¿No importa?
—Oh John, ¿cuándo te ha importado eso? —Reí divertido. Sé que les dije que estaba cansado, pero eso no puede impedirme estar con John.
—Te amo, ¿ya te lo había dicho?
—Muchas veces, pero no me canso de oírte decirlo —Respondí, levantándome un poco para darle un pequeño beso.
—Oh Paul...
John se levantó de un salto y me cargó entré sus brazos. Yo estallé en carcajadas.
—¡John! ¡¿Qué haces?! —Exclamé aún riendo mientras subíamos por las escaleras.
—Aún nada... pero de una vez te advierto que no podrás caminar bien en varios días.
Me sonrojé completamente mientras aferraba mis brazos a su cuello.
—Vamos a caernos.
—Tranquilo, ya llegamos a tu habitación —Dijo John mientras abría mi puerta con la ayuda de su pie. Me depositó en la cama con cuidado y cerró la puerta.
—Ven acá —Le incité haciendo una pose graciosa. Él se abalanzó a mí y comenzó a besarme todo el rostro.
—¡Me haces cosquillas! —Dije comenzando a reír nuevamente.
—¡Y te voy a hacer otras cosas! —Gritó John divertido.
—¡Oh no! ¡Van a hacerlo! —Escuché gritar a Ringo —¡Corre, George! ¡Corre!
Pudimos oír como Ringo y George bajaban las escaleras apresuradamente mientras reían.
—¡Pueden venir a ver si quieren! —Gritó John divertido. Yo lo miré avergonzado.
—¡Nunca! —Gritó George y después se escuchó un portazo. John y yo comenzamos a reír como locos.
—Ahora... ¿Dónde estábamos?
—En la parte en que me quitas la ropa —Contesté, tratando de sonar sensual.
—Con mucho gusto.
John comenzó a desvestirme rápidamente entre risas y besos. Amaba a este hombre más que a nadie en este mundo. Él era perfecto... Él era mi mundo.
Oh cielos, cómo extrañaría esto.