*Al otro día*
Como ayer Roman y yo volvimos a despertar bastante tarde por lo que nos aseamos y fuimos a la cocina donde estaba Joni haciendo el almuerzo, lo saludamos y Roman se sentó mientras yo ayudaba a Joni a hacer la comida.
-¿Y Patricia?- le pregunté a mi hermano.
-Está en mi habitación, le duele la panza
-Uh, capaz le sentó mal lo que comió ayer
-Es lo más probable
-¿Ustedes ya viven juntos?
-Sí, a los días que te fuiste se vino a vivir conmigo
-Entonces garchan como locos- reí.
-Callate pelotuda- dijo sonrojado.
-Pareces tomate boludo
-Con cada cosa que me decís también. ¿Pasó algo con Pablo ayer? Se fue casi llorando
-Le dije que no quería verlo más
-Me da pena porque él te ama
-No empecemos Joni, no quiero sentirme mal por haberle dicho todo eso
-Yo que vos iba a verlo
-¿Y Roman?
-Yo lo distraigo, tranquila
-Ok, me voy a cambiar
-Dale
Casi corriendo me fui a mi habitación, me cambié y despacio agarré las llaves del auto de Joni, salí rápidamente y me subí al auto para luego conducir en dirección a la casa de Pablo, cuando llegué abrí con la llave que tenía de cuando vivía con él, entré y busqué a Pablo por todos lados hasta encontrarlo tirado en el piso de su habitación con varias botellas de whisky a su lado por lo que me acerqué a él y lo moví un poco, al rato despertó.
-Hey ¿qué pasó?
-Te extraño- lloró.
-No debiste beber así boludo, te ha podido dar algo si no estás acostumbrado
-Prefiero morirme si no te tengo
-Basta Pablo, me haces sentir re mal
-Solo te digo lo que siento
-Vení, vamos a que te des una ducha
-No quiero
-Dale, no seas terco
-Bueno
Como pude ayudé a Pablo a levantarse y lo llevé al baño, lo ayudé a sacarse la ropa, llené la tina y lo ayudé a meterse.
-En serio me preocupa que hayas hecho esto
-Solo quería morirme
-Estás loco
-Por vos
-Estate quieto, voy a echarte champú al pelo
-Bueno
Empecé a lavarle el pelo para luego enjuagárselo, de repente el muy forro me agarró de la remera y me metió con él a la tina por lo que solté un grito debido al susto, él rió y empezó a besarme, le seguí aquel beso mientras sus manos bajaban por mi cintura al broche de mi pantalón, lo desabrochó y con dificultad lo sacó, me puso encima suyo y me embistió con fuerza haciendo que suelte un grito de placer sobre sus labios, él siguió con sus movimientos hasta que se cansó por lo que me agarré de sus hombros y me acomodé como pude para empezar a mover mis caderas de arriba hacia abajo repetidamente, él gemía y besaba mis pechos lo que también provocaban mis gemidos. Al rato los dos acabamos por lo que me quedé abrazada a él mientras le acariciaba la nuca provocando que le den escalofríos de vez en cuando.
-Fue increíble- dijo Pablo mientras me miraba a los ojos.
-Sí
-¿Pasa algo linda?
-Me siento mal por hacerle esto a Roman
-Deja de pensar en él por lo menos por ahora
-No puedo, lo engañé
-Ya, tranquila
Pablo me dio un beso por lo que se lo seguí para al rato apartarme despacio, salí de la tina y me envolví con una toalla que había en un estante, agarré mi ropa y fui a ponerla a la secadora para luego volver a la habitación de Pablo, él estaba acostado en la cama desnudo por lo que me mordí el labio para luego acostarme a su lado.
-¿Queres más?- dijo poniéndose encima mío.
-No te cansas eh- reí.
-¿Y vos sí?
-La verdad no
-Entonces sigamos
-Em bueno
Hicimos el amor unas tres veces más hasta que mi ropa acabó de secar, me fui a dar una ducha y cuando salí a la habitación mi ropa ya estaba en mi cama así que me la puse para luego ir donde estaba Pablo, le di un beso y me fui a mi casa, ni bien entrar Roman me dio un abrazo por lo que el maldito sentimiento de culpabilidad se hizo presente.
-¿Dónde estabas?
-Fui a visitar a una amiga
-Ah ok, ¿comiste?
-No
-Ve entonces
Roman y yo nos fuimos al comedor, nos sentamos y empecé a comer, en todo momento no pude mirarle a los ojos ya que la culpabilidad cada vez se hacía más y más presente, solo tenía la esperanza de que Pablo no le diga nada o sino esto iba a acabar muy mal.