43

361 33 11
                                    

*Al otro día*

Como ayer Roman y yo volvimos a despertar bastante tarde por lo que nos aseamos y fuimos a la cocina donde estaba Joni haciendo el almuerzo, lo saludamos y Roman se sentó mientras yo ayudaba a Joni a hacer la comida.

-¿Y Patricia?- le pregunté a mi hermano.

-Está en mi habitación, le duele la panza

-Uh, capaz le sentó mal lo que comió ayer

-Es lo más probable

-¿Ustedes ya viven juntos?

-Sí, a los días que te fuiste se vino a vivir conmigo

-Entonces garchan como locos- reí.

-Callate pelotuda- dijo sonrojado.

-Pareces tomate boludo

-Con cada cosa que me decís también. ¿Pasó algo con Pablo ayer? Se fue casi llorando

-Le dije que no quería verlo más

-Me da pena porque él te ama

-No empecemos Joni, no quiero sentirme mal por haberle dicho todo eso

-Yo que vos iba a verlo

-¿Y Roman?

-Yo lo distraigo, tranquila

-Ok, me voy a cambiar

-Dale

Casi corriendo me fui a mi habitación, me cambié y despacio agarré las llaves del auto de Joni, salí rápidamente y me subí al auto para luego conducir en dirección a la casa de Pablo, cuando llegué abrí con la llave que tenía de cuando vivía con él, entré y busqué a Pablo por todos lados hasta encontrarlo tirado en el piso de su habitación con varias botellas de whisky a su lado por lo que me acerqué a él y lo moví un poco, al rato despertó.

-Hey ¿qué pasó?

-Te extraño- lloró.

-No debiste beber así boludo, te ha podido dar algo si no estás acostumbrado

-Prefiero morirme si no te tengo

-Basta Pablo, me haces sentir re mal

-Solo te digo lo que siento

-Vení, vamos a que te des una ducha

-No quiero

-Dale, no seas terco

-Bueno

Como pude ayudé a Pablo a levantarse y lo llevé al baño, lo ayudé a sacarse la ropa, llené la tina y lo ayudé a meterse.

-En serio me preocupa que hayas hecho esto

-Solo quería morirme

-Estás loco

-Por vos

-Estate quieto, voy a echarte champú al pelo

-Bueno

Empecé a lavarle el pelo para luego enjuagárselo, de repente el muy forro me agarró de la remera y me metió con él a la tina por lo que solté un grito debido al susto, él rió y empezó a besarme, le seguí aquel beso mientras sus manos bajaban por mi cintura al broche de mi pantalón, lo desabrochó y con dificultad lo sacó, me puso encima suyo y me embistió con fuerza haciendo que suelte un grito de placer sobre sus labios, él siguió con sus movimientos hasta que se cansó por lo que me agarré de sus hombros y me acomodé como pude para empezar a mover mis caderas de arriba hacia abajo repetidamente, él gemía y besaba mis pechos lo que también provocaban mis gemidos. Al rato los dos acabamos por lo que me quedé abrazada a él mientras le acariciaba la nuca provocando que le den escalofríos de vez en cuando.

-Fue increíble- dijo Pablo mientras me miraba a los ojos.

-Sí

-¿Pasa algo linda?

-Me siento mal por hacerle esto a Roman

-Deja de pensar en él por lo menos por ahora

-No puedo, lo engañé

-Ya, tranquila

Pablo me dio un beso por lo que se lo seguí para al rato apartarme despacio, salí de la tina y me envolví con una toalla que había en un estante, agarré mi ropa y fui a ponerla a la secadora para luego volver a la habitación de Pablo, él estaba acostado en la cama desnudo por lo que me mordí el labio para luego acostarme a su lado.

-¿Queres más?- dijo poniéndose encima mío.

-No te cansas eh- reí.

-¿Y vos sí?

-La verdad no

-Entonces sigamos

-Em bueno

Hicimos el amor unas tres veces más hasta que mi ropa acabó de secar, me fui a dar una ducha y cuando salí a la habitación mi ropa ya estaba en mi cama así que me la puse para luego ir donde estaba Pablo, le di un beso y me fui a mi casa, ni bien entrar Roman me dio un abrazo por lo que el maldito sentimiento de culpabilidad se hizo presente.

-¿Dónde estabas?

-Fui a visitar a una amiga

-Ah ok, ¿comiste?

-No

-Ve entonces

Roman y yo nos fuimos al comedor, nos sentamos y empecé a comer, en todo momento no pude mirarle a los ojos ya que la culpabilidad cada vez se hacía más y más presente, solo tenía la esperanza de que Pablo no le diga nada o sino esto iba a acabar muy mal.

La apuesta {Pablo Pérez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora